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España logra un bronce agridulce

La selección se impone con holgura a Portugal (4-8) dos días después de caer ante Rusia y quedarse fuera de su primera final en 11 años

Miguelín remata ante el portugués Ricardo Fernandes.
Miguelín remata ante el portugués Ricardo Fernandes.Carmelo Rubio (EFE)

La selección española de fútbol logró hoy, tras imponerse por 4-8 a Portugal, la medalla de bronce en la Eurocopa de Bélgica, si bien no sirve a los de José Venancio López para endulzar el sinsabor de quedarse por primera vez en 11 años fuera de la final.

"Nos hemos caído otras veces y siempre nos hemos levantado", advirtió en la previa el portero español Rafa, una frase que ejemplificó como pocas las actitud con la que la selección española arrancó la lucha por el bronce tras caer en la semifinal ante Rusia (4-3). España se demostró a sí misma y, sobre todo, al fútbol sala mundial, que pese a no poder luchar por su quinta corona continental consecutiva, sigue siendo un gran equipo.

PORTUGAL, 4; ESPAÑA, 8

Portugal: Joao Benedito; Pedro Cary, Joao Matos, Arnaldo Pereira y Ricardinho -equipo inicial- Cristiano (ps), André Sousa (ps), Bruno Coelho, Pedro Costa, Cardinal, Gonçalo, Leitao, Joel Queirós y Ricardo Fernandes

España: Juanjo; Ortiz, Aicardo, Pola y Raúl Campos -equipo inicial- Rafa (ps), Jesús Herrero, José Ruiz, Fernandao, Miguelín, Lozano, Rafa Usín y Lin

Goles: 0-1, m.6: Fernandao. 0-2, m.7: José Ruiz. 0-3, m.7: Lozano. 1-3, m.8: Ricardinho. 2-3, m.12: Pedro Cary. 2-4, m.17: Miguelín, 2-5, m.18: Rafa Usín. 2-6, m.20: Raúl Campos. 3-6, m.26: Pedro Costa. 4-6, m.36: Joel Queirós. 4-7, m.38: Fernandao. 4-8, m.40: Pola.

Árbitros: Alessandro Malfer (ITA) y Onfrej Cerny (CZE). Mostraron tarjeta amarilla a Gonçalo (m.30) por Portugal, y a Aicardo (m.38) por España.

Incidencias: Partido por el bronce de la Eurocopa de Bélgica de fútbol sala disputada en el Sportpaleis de Amberes.

Un afán reivindicativo que se tradujo en una fulgurante puesta en escena. En los primeros cinco minutos de juego España puso a prueba desde todas las posiciones a un acertado Joao Benedito, que tuvo que lucirse como nunca para mantener su portería a cero. Pero ni la excelente actuación del portero portugués pudo impedir lo inevitable, el primer tanto del conjunto español, que encontró premio a su intensidad en un potente derechazo de Fernandao.

Un tanto que no aplacó la voracidad de la selección española, que apenas un minuto después dominaba el marcador por un claro 0-3, tras los goles de José Ruiz y Lozano, producto de robos de balón de los jugadores españoles. Abrumador dominio que no lograron alterar ni los dos tantos de Portugal, que pese a reducir a la mínima (2-3) su desventaja, tras los goles de Ricardinho y Pedro Cary, no pareció nunca en disposición de poder doblegar realmente al conjunto español.

Esto quedó claro en los minutos finales de la primera mitad, en los que España volvió a dar un nuevo golpe de autoridad con tres nuevos tantos. Una amplia renta que relajó notablemente a España en la segunda mitad, como reflejó el gol de Pedro Costa a los seis minutos de la reanudación, que no desaprovechó la falta de entendimiento entre la zaga española y el portero Juanjo para poner el 3-6 en una jugada sin aparente peligro.

Este marcador llevó a Portugal a arriesgar el todo por el todo y actuar los últimos minutos con portero-jugador, una apuesta, que si bien de partida pareció salir bien a los lusos, que acortaron todavía más las distancias (4-6) con el gol de Quieros a cuatro minutos para el final, a la larga acabó por condenar definitivamente a los de Jorge Braz. Un gol de Fernandao a puerta vacía y otro de Pola a sólo diez segundos para el final permitieron a España sellar su triunfo (4-8) y lo más importante, colgarse una medalla de bronce.

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