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Paseo y liderato del Madrid

Los de Laso se imponen su calidad y amplitud de repertorio ante el modesto Valladolid (87-53), que llegó sin hacer pretemporada y sufrió un zarandeo

Agencias
Madrid -
Sergio Rodríguez busca un pase
Sergio Rodríguez busca un paseDIARIO AS

El Real Madrid no encontró oposición en el Valladolid, al que ganó por 34 puntos de diferencia (87-53), convirtiéndose así en el primer líder de la competición.

No encontraron rival los de Laso. El Valladolid es un grupo de jugadores que llevan dos semanas juntos y que no habían jugado ni un solo partido de pretemporada antes de su debut liguero. El equipo castellano se presentó sin red en el Palacio de Deportes y sufrió un chaparrón.

Los primeros minutos, sin embargo fueron como un breve y fugaz espejismo, con el Valladolid por delante en el marcador, (5-7, min. 3) y haciendo las cosas fáciles. No fue una táctica premeditada, es que no les había dado tiempo a preparar nada más. Dos pases, un bloqueo y balón para el mejor colocado para lanzar de media o larga distancia. En defensa, que cada uno hiciera lo que pudiera. Ese fue todo el bagaje táctico de un Valladolid, todo pundonor y ganas de agradar, pero que dista muy mucho de poder competir con el Real Madrid, al menos de momento.

R. Madrid, 87-CB Valladolid, 53

Real Madrid: Llull (8), Rudy (13), Díez (4), Mirotic (10), y Bourousis (9) -equipo inicial-, Draper (6), Reyes (6), Rodríguez (12), Carroll (6), Darden (3), Slaughter (4) y Mejri (6).

CB Valladolid: Vilhjalmsson (3), Sinanovic (4), Jonhson (15), Suka-Umu (7) y Wright (4) -equipo inicial-, Porta (3), Haritopoulos (10), Izquierdo, Vasilopoulos (5) y Martínez (2).

Parciales: 26-12; 18-10; 22-14 y 21-17.

Árbitros: Martín Bertrán, García Ortiz y Sánchez Mohedas. Sin eliminados.

7.112 espectadores en el Palacio de Deportes.

Al vigente campeón le costó entrar en el partido. La frialdad de las gradas, conscientes de que no había rival, no ayudó a nadie. Sin apretar, sin esfuerzo, el Madrid se fue al final del primer periodo con el partido casi resuelto, 26-12. En el segundo cuarto, no hubo cambio alguno. El Madrid se contagió un poco del ritmo cansino y aburrido de los castellanos y aunque la ventaja siguió aumentando, 44-22 al descanso, no hubo nada digno de mención.

Pablo Laso movió su banquillo repartiendo minutos entre todos sus jugadores, consciente de que pocas oportunidades tendrá como esta para sacar a la pista a todos sus efectivos. La afición aplaudió a los nuevos, Salah Mejri, Ioannis Bourousis y Dani Díez, aprobando su llegada al equipo, y se quedó con las ganas de ver algo más de baloncesto en este estreno liguero. Los puntos de Mirotic y la magia de Sergio Rodríguez, sirvieron para pasar el trago del tercer cuarto que acabó con una treintena de puntos de diferencia, 66-36. Laso pidió un poco de tensión a sus jugadores y aprovechar las circunstancias para hacer un buen entrenamiento con público en las gradas. El Madrid apretó ligeramente en defensa y la ventaja llegó a los cuarenta puntos, 80-40 a falta de cinco minutos para la conclusión. Finalmente el abismo se quedó en treinta y cuatro puntos, 87-53, pero pudieron haber sido muchos más.

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