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La pegada del ‘arquitecto’

Cesc, con 26 años y 80 partidos de ‘Champions’, asume el reto de suplir a Messi en la delantera del Barcelona

Cesc golpea la pelota en Celtic Park.Foto: atlas | Vídeo: RUSSELL CHEYNE

Cesc Fábregas nació en Arenys y cumplirá el próximo mes de marzo 27 años. Hoy, en el estadio del Celtic, celebrará 80 partidos en Champions, 61 con el Arsenal y 18 con el Barça. Para el del Maresme será la tercera visita a Celtic Park, donde jugó por vez primera siendo capitán de los gunners en la ida de una previa de la Champions que su equipo ganó (0-2) y en la que él marcó. Hace un año, con el Barça, jugó los últimos 24 minutos. Sin La Pulga, el arquitecto, como le llamaban en Londres, jugará de falso nueve. “Si no está él y he de jugar de nueve lo haré encantado”, admitió ayer. “No tener al mejor, al que más remata, al que más golea y al que más asiste es un reto para todos nosotros”.

“Para el juego del Barcelona, no cambia mucho que entre uno u otro”, sostuvo Neil Lennon, el técnico del Celtic, entregado a la “inteligencia futbolística” del azulgrana. “Creció y se hizo futbolista en el Arsenal y la primera vez que le vi entendí que era más fuerte de lo que parece”, explicó ayer. “No rehúye el choque, aunque tiene las cualidades técnicas y la calidad de un jugador formado en el Barcelona. Tiene gol, combina bien y, sobre todo, es muy inteligente tácticamente”, insistió el norirlandés. Cesc, por su parte, definió al técnico del Celtic “la versión británica de Simeone”.

“Son distintos y aportan cosas diferentes”, afirmó Martino al comparar a Messi y su sustituto. “Leo es más delantero y Cesc tiene más cosas de volante, combina mejor con Iniesta o Xavi y habilita bien los goles, porque es un gran asistente, como se demostró con Adriano en Almería”.

“Leo es más delantero y Cesc tiene más cosas de volante, combina mejor con Iniesta o Xavi y habilita bien los goles”, afirma Martino

“Me encuentro bien de nueve, tengo libertad y llegada pero siempre he pensado que donde más puedo dar es de interior, por la izquierda o la derecha”. De hecho, su inicio de temporada está siendo tan espectacular que ha jugado en cuatro posiciones y en todas ha dado la talla. Tras un año complicado, en el que la afición se cebó con él y se fue silbado en varios partidos del Camp Nou —jugó 42 partidos y marcó 14 goles—, Fabregas le ha dado la vuelta a la tortilla sin mayor concesión a la gradería que su fútbol. Este curso ha sido ovacionado varias veces del Camp Nou, después de un verano en el que apostó por el club pese a tener una espectacular oferta del Manchester United. “Tal vez el año pasado me faltó regularidad y algo de confianza y eso es lo que tengo ahora. Me siento fuerte, me siento bien y lo que quiero es mantener esa línea todo el año, ir creciendo”. No olvida que llegó a un equipo muy hecho y reconoce que le costó “mantener la regularidad”, algo que se ha fijado como objetivo personal prioritario.

Fábregas llegó un día a reconocer que viendo resúmenes de los partidos que juega él mismo se desespera: “¡Me veo por la tele y parezco lento!”. De ese defecto le defiende hasta Del Bosque. “Es rapidísimo. Siempre me ha recordado a Guti, que parecía blando y lento, pero siempre iba al choque y no le tumbaban. Y era rápido de pensamiento y de ejecución”. Eso, una buena ejecución ante puerta, es lo que cree intuye reclamará hoy el partido al Barcelona. “Si no sabíamos de qué iba este campo, el año pasado aprendimos la lección”, dijo Cesc, que reclamó que el equipo “tenga un poco más de punch”. Le llamaron el arquitecto, pero a Cesc nunca le faltó pegada.

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