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“Es clave que Orenga siga como técnico”

José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto, valora el trabajo de la selección tras el bronce en Eslovenia

Robert Álvarez
José Luis Sáez, entre Calderón y Orenga, durante el Eurobasket.
José Luis Sáez, entre Calderón y Orenga, durante el Eurobasket.C. MOYA (EFE)

El trajín es permanente en torno a la figura de José Luis Sáez, especialmente en la noche del domingo, en un céntrico hotel de Liubliana, horas después de que la selección española haya subido al podio para recibir la medalla de bronce del Campeonato de Europa. Nacido en Badajoz hace 53 años pero residente en Sevilla desde niño, llegó a la Federación Española de Baloncesto (FEB) en 1987 y la preside desde 2004. Las ha visto de todos los colores, y durante el Europeo ha compartido preocupaciones entre la selección de Juan Antonio Orenga y el trabajo de cara a la Copa del Mundo que se celebra el año próximo en España.

Pregunta. ¿Qué balance hace ahora del Europeo?

Parece que nos ponemos siempre en la final antes
de jugarla

Respuesta. Hemos conseguido estar arriba, y estar donde hemos estado tiene un valor inmenso. Es quizás una de las medallas con mayor valor por el compromiso y el trabajo realizado. Hemos avanzado, hemos dado un paso adelante para el año que viene.

P. ¿Hubo momentos difíciles ya antes de empezar?

R. Se le ha restado valor a lo conseguido porque uno de los objetivos para todos era la clasificación para la Copa del Mundo y nosotros ya la teníamos. Se hablaba también mucho de las ausencias, pero el equipo ha reaccionado dentro de la cancha. Ha habido partidos en los que no nos han salido bien las cosas o no lo hemos podido hacer bien. Pero lo positivo ha sido encarar un partido por la medalla de bronce como lo hemos encarado. Dice mucho de la calidad y del talento de los jugadores y del trabajo de todo el equipo.

P. Se lo decía porque arriesgó con la elección de un entrenador con poca experiencia al más alto nivel.

R. Quería un entrenador que tuviera conocimiento y experiencia dentro del grupo, pensando siempre en una exigencia alta, pero también en un ciclo. Seguramente hayamos acertado más de lo que nos hemos equivocado. Hay muchos entrenadores tanto en el fútbol como en el baloncesto que han venido de trabajar dentro de las estructuras del equipo y, generalmente, han dado buenos resultados. Por eso confío en que esto va a seguir y va a dar resultados.

P. ¿Le chirrían las críticas a Orenga?

R. De las críticas debes aprender, sobre todo de las que parten de un análisis objetivo. Son 16 campeonatos y casi en ninguno han faltado momentos de crisis. Las crisis, en este, se han podido solucionar bien. Hay que ver qué fortalezas sacamos de aquí y también qué debilidad hemos atravesado y ver cómo la corregimos.

P. ¿Sería injusto destituir a Orenga?

El número o el color de las medallas no me van a motivar. Lo que me motiva es que hay muchos proyectos que no están terminados

R. Sería injusto focalizarlo ahí. Si lo hiciéramos, la fórmula sería muy sencilla. Nunca he cogido ese atajo. Lo que he considerado es que ha existido mucho trabajo y muy positivo para poder llegar a donde hemos llegado, a una semifinal y perderla en la prórroga, y alcanzar una medalla de bronce. Si hubiera habido un mal ambiente, si no se hubiera trabajado correctamente, no estaríamos donde estamos en este momento.

P. ¿Y si no se hubiera ganado la medalla de bronce?

R. No podemos hablar sobre algo que no ocurre. El equipo ha sido muy fuerte. En él, jamás se ha hablado de las ausencias. Desde esa fortaleza, todos podemos crecer y aprender. Tenemos que corregir los errores que se hayan cometido, pero decir también que estamos muy contentos del modo en que se ha terminado. ¡Y que hagamos un podio y se tome casi como una derrota! Yo no puedo hablar de derrota. En función de nuestros objetivos, hemos salido fortalecidos para el año que viene y naturalmente para afrontar en casa el Mundial sin más exigencia que la que tenemos que afrontar, porque parece que nos ponemos siempre en la final antes de jugarla.

P. ¿Estará Orenga en esa Copa del Mundo de 2014?

R. Sí, estará. Siempre, después de cada campeonato, tenemos un periodo de reflexión. Si viera que él, en un momento dado, no está en condiciones de afrontar los retos que debemos afrontar, tomaría cualquier tipo de decisión como las he tomado siempre. En este momento no voy a hacer nada por cabezonería, voy a hacerlo por convencimiento, porque además es mi profesión. Y en esto hay mucho en juego para todos. No voy a tomar ninguna otra decisión que no pueda ser la mejor para el grupo. Y en este momento, para mí, es clave que Juan pueda seguir y lo haga en la línea en que ha venido trabajando.

P. ¿Qué le preocupa más de esa Copa del Mundo, el aspecto organizativo o el deportivo?

R. Me preocupan ambos. Porque vamos a jugar en casa y vamos a tener muchas expectativas. Porque jugar en casa, y lo hemos visto en los últimos campeonatos, es muy complicado y difícil. Vamos a darle una nueva vuelta de tuerca. En este momento ya son 16 campeonatos y siempre hemos estado en los cuartos, casi siempre en semifinales, hemos ganado muchos, y eso demuestra que existe más de una generación.

Somos un país bajito. La genética no nos beneficia, pero somos competitivos

P. ¿Esa Copa del Mundo será para usted un punto y aparte?

R. Yo me presenté a unas elecciones y las gané. Es un reto muy importante. Y sé evaluarme cuando concluye cada temporada. Si me veo con fuerzas, ilusiones y posibilidad de seguir… Después de este año que ha sido tan maravilloso con ocho podios en ocho campeonatos europeos… Naturalmente, cada vez me pongo el listón y la autoexigencia más altos. Pero no sé qué pasará después de 2014.

P. ¿Ha tocado techo?

R. Con el equipo que tengo, venimos demostrando cada año que se toca techo, pero seguimos creciendo. Este, hemos conseguido todos los oros femeninos. Yo tengo ilusión, y mientras la tenga, no tengo ningún problema. Si hubiera sido resultadista, me hubiera ido antes. Y ahora no soy resultadista. España sigue siendo una referencia, un enemigo a batir. Somos un país de 40 millones de habitantes, somos un país bajito. Nuestra genética no nos beneficia, pero nuestra competitividad es tan grande que estamos compitiendo con los mejores.

P. ¿Y se puede seguir creciendo en un momento de tanta crisis?

R. ¿Por qué no? Seguimos buscando no solo nuevos recursos, sino nuevas opciones, nueva visión, que es lo más importante para cualquier empresa. Y si la visión la pones solo en un resultado o en una selección, al final terminará más pronto o más tarde. Nosotros la hemos puesto en muchos temas, en los sociales, en los promocionales, en las competiciones. El número o el color de las medallas no me van a motivar. Lo que me motiva es que hay muchos proyectos que no están terminados.

P. ¿Y en lo económico?

R. Cuando llegamos a la federación, teníamos una dependencia de la subvención pública casi del 70 u 80% sobre un presupuesto de cuatro millones. Para mí es un orgullo que ahora ese tanto por ciento sea de un 6 o un 7 sobre un presupuesto de 24 millones. Lo hemos conseguido aumentando los recursos propios, trabajando en otros sectores. Es posible crecer y cuando hay que demostrar más nuestra fortaleza es en este momento de crisis, para dar un salto de calidad y para que el baloncesto español siga siendo un referente.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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