Rose agua la fiesta de Mickelson
El inglés suma su primer grande y Fernández-Castaño es décimo
Era el día en que Phil Mickelson cumplía 43 años. El Día del Padre en Estados Unidos. El día en que el queridísimo Phil podía romper la maldición de cinco segundos puestos en el Abierto de su país, el día señalado para su gran éxito después de haber acudido justo antes del torneo a la graduación de su hija. El gran héroe americano, mucho más amado que Tiger Woods, arropado por miles de espectadores. Pero... nada de eso pasó, sino que el US Open fue a parar a manos de Justin Rose, el inglés que conquistó su primer grande. Fue un major de locos, en que el ganador acabó sobre el par (+1). Nadie pudo con el campo de Merion (Filadelfia). Ni siquiera Mickelson y todo su cuento de hadas frustrado.
El palmarés
Últimos ganadores del US Open
2000: Tiger Woods (EEUU)
2001: Retief Goosen (Sudáfrica)
2002: Tiger Woods (EEUU)
2003: Jim Furyk (EEUU)
2004: Retief Goosen (Sudáfrica)
2005: Michael Campbell (Nueva Zelanda)
2006: Geoff Ogilvy (Australia)
2007: Ángel Cabrera (Argentina)
2008: Tiger Woods (EEUU)
2009: Lucas Glover (EEUU)
2010: Graeme McDowell (Irlanda del Norte)
2011: Rory McIroy (Irlanda del Norte)
2012: Webb Simpson (EEUU)
2013: Justin Rose (Ing)
La gloria era para Rose. Desde que debutara a los 16 años en el Open Británico, La Rosa ha buscado durante otros 16 cursos un título como este, el primero, además, de un inglés en el Abierto de Estados Unidos desde Tony Jacklin en 1970. "Me he estado esforzando toda mi vida para ganar un grande. Esto es lo máximo de este juego, y creo que de alguna manera ganar el US Open se ajusta a cómo ha sido mi juego en el último par de años", comentó el vencedor, emocionado al recordar al final de la jornada a su padre, Ken, fallecido. "Cuando llegué a la colina del 18 y vi mi bola en la calle, pensé: 'Este es mi momento'. Mi padre no me podía ayudar, pero miré al cielo y pensé que mi viejo Ken tenía algo que hacer". Fue el resurgir por fin de Rose, que hasta ahora había sido cuarto en un Open Británico, quinto en un US Open y en un Masters, y tercero en un Campeonato de la PGA como mejores resultados en los grandes. "El golf puede ser cruel, y definitivamente he tenido mis altibajos, pero creo que últimamente me he vuelto más fuerte y he podido manejar situaciones como las de hoy, por ejemplo. Te preguntas si puedes hacerlo, y cuando te das cuenta de que sí, quieres experimentar ese sentimiento una y otra vez", comentó Rose.
El inglés fue quien mejor dominó un trazado que desquició al personal. Quien se cayó con todo el equipo fue Woods. El Tigre abrió el tee del uno el jueves como gran favorito y cerró el green del 18 el domingo con una tarjeta impropia del número uno mundial. Su resultado final fue un inusual +13, su peor marcador en muchísimo tiempo. Lastimado, eso sí, en el codo izquierdo. Justo cuando parecía llegada la hora de su resurrección, Tiger se hundió, y ya son 20 majors seguidos sin nada que llevarse a la boca.
Muy por encima de él quedó Gonzalo Fernández-Castaño, definitivamente doctorado en Estados Unidos, décimo en este US Open, y listo para cruzar el charco y no volver.
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