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“Encajé perfectamente en el fútbol de toque”

Senna, con la camiseta de la selección, entre Villa y Xavi, en 2009.
Senna, con la camiseta de la selección, entre Villa y Xavi, en 2009.FRANCE PRESS

Hubo otros nacionalizados ilustres, desde Di Stéfano a Rubén Cano, Pizzi o Donato, pero ninguno tuvo la fortuna y el acierto de forma parte de la selección española que cambió la rueda de su destino. Marcos Senna (São Paulo, 1976) no solo participó sino que fue pieza clave de la brillante España que barrió a Alemania en la final de la Eurocopa de Austria y Suiza 2008.

Pregunta. ¿Qué supuso la nacionalización?

Respuesta. Todo. Primero tener la doble nacionalidad; después la convocatoria de la selección, de la que ya me había avisado Luis Aragonés. De España me ha encantado su comida, el clima y sobre todo el fútbol.

Marcos Senna, durante un partido con el Villarreal
Marcos Senna, durante un partido con el VillarrealÁngel Sanchez

P. ¿Pasó algún tipo de prueba?, ¿le hicieron aprenderse el himno?

R. No, menos mal que no tiene letra [risas].

P. ¿Hubo algún reproche de Brasil?

R. No, porque allí hay una gran cantidad de jugadores y, como no fui titular del todo en el Corinthians, no les dio tiempo a fijarse en mí.

P. ¿Se sintió parte de una revolución?

R. Sí, a partir de 2008, cuando Luis buscaba el fútbol de toque, y encajé perfectamente porque me gusta y porque también aporté mucho trabajo y tiro desde fuera del área, aunque solo marqué un gol con la selección.

P. ¿Y su partido perfecto?

R. El de Italia, en cuartos de final, porque marqué el penalti, rompimos el maleficio y liberamos toda nuestra fuerza. De allí el equipo salió lanzado, ganó esa Eurocopa, pero también el Mundial y la siguiente Eurocopa.

Marcos Senna controla el balon durante una sesión de entrenamiento de la selección española en A Coruña, preparatorio para el partido contra Belgica, en la fase de clasificación para el Mundial del 2010 en Suráfrica.
Marcos Senna controla el balon durante una sesión de entrenamiento de la selección española en A Coruña, preparatorio para el partido contra Belgica, en la fase de clasificación para el Mundial del 2010 en Suráfrica.AFP

P. En estas dos últimas no fue convocado, ¿fue una injusticia?

R. No, me quedé triste porque estuve muy cerca, pero Vicente del Bosque al final decidió no llevarme. Tengo muy buen recuerdo de mis cuatro años en la selección.

P. ¿Ha vuelto a ver sus partidos de Austria y Suiza?

R. No, los tengo todos grabados y los veré cuando un día me siente con mi hijo, que ahora tiene seis años y empieza a gustarle el fútbol.

P. ¿Qué jugadores fueron sus referentes?

R. Iba por épocas. Primero Rivelino, después Maradona, Careca y Roberto Baggio, Romario en el Mundial del 94, luego Fernando Redondo y Zidane. Guti también me encantaba. Y a Xavi lo seguía ya de antes de venir a España. Me fijé en todos y de todos aprendí, aunque no tengo su calidad.

P. ¿El mejor mediocentro?

R. Mauro Silva no era tan estético como Redondo, pero protegía el balón con el culo de maravilla.

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