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Susaeta esquiva el eco

El extremo del Athletic, lanzado por Caparrós y refinado por Bielsa, ha conseguido dominar las dudas que retrasaron su eclosión

Gorka R. Pérez
Susaeta con Jordi Alba a su llegada a Ciudad de Panamá.
Susaeta con Jordi Alba a su llegada a Ciudad de Panamá. Alejandro Bolivar (EFE)

Se lo dijo Joaquín Caparrós durante su primer entrenamiento con el Athletic y se lo repitió de nuevo Marcelo Bielsa: “Tengo más fe yo en usted, que usted en sí mismo”. Pero Markel Susaeta (Eibar, Guipúzcoa, 1987) ha empezado a creérselo ahora. En parte, porque a sus 25 años ha alcanzado su mejor momento profesional, lo que le ha valido la primera llamada del seleccionador, Vicente del Bosque.

 “Ahora está con mucha confianza y tiene todavía más mérito que se haya ganado un hueco en una selección como la de España. Es algo que lo magnifica”, tercia Aitor Ocio, excompañero de Susa en el Athletic. “Tiene la capacidad de decidir qué es lo más correcto en cada momento y mucho talento”, añade.

Para llegar a este momento Susaeta ha tenido que lidiar con el runrún de técnicos y aficionados. Durante un entrenamiento en Lezama, Bielsa se acercó a un niño y le dijo: “Decíle a Susa que centre más fuerte, con más convencimiento”. Y es que el argentino siempre le ha dedicado especial atención desde su llegada a Bilbao, algo que ha terminado provocando su eclosión.

Aficionado a los dibujos animados Oliver y Benji y gran seguidor del ciclismo, Susaeta tiende a esconder sus emociones. “Desde fuera puede parecer algo tímido, pero dentro del vestuario es un chaval muy respetado y querido. Siempre ha tenido predisposición a escuchar”, confiesa Ocio. Si algo produjo un cambio en la personalidad del extremo, sin embargo, fue el neumotórax espontáneo que sufrió durante un entrenamiento en mayo de 2011. Aquel susto provocó un cambio en su manera de comportarse, una especie de madurez forzada.

Buen lanzador de faltas, Susaeta debutó con el Athletic en el Camp Nou en 2007 de la mano de Joaquín Caparrós con un gol de libre directo que superó la barrera y la estirada de Valdés. No bastó para dar la vuelta al marcador (3-1), pero sí para presentar las primeras credenciales. Durante aquella campaña, Caparrós buscaba un jugador que desbordase por banda y fuera capaz de conectar con Llorente con centros precisos al área. “¡Susa! ¡Susa! ¡Más fuerte, más fuerte!”, seguía acompañándole la cantinela durante cada ejercicio.

Con la llegada de Marcelo Bielsa la posición del guipuzcoano ha pasado a un papel más cercano a la elaboración del juego, algo que le permite conectarse al partido. Así, con el técnico argentino, sigue partiendo desde la banda, pero con la diagonal marcada hacia el interior del área. A pesar de que el gol sigue siendo su asignatura pendiente, su buen hacer durante la pasada Liga Europa despertó el interés de sir Alex Ferguson, que quiso llevárselo para el Manchester United en verano. Sin embargo, Susaeta firmó la ampliación de su contrato con el conjunto rojiblanco hasta junio de 2017, con una cláusula de rescisión de 35 millones.

En su primera llamada con la selección absoluta —había participado antes con la sub 21—, Susaeta ha dejado atrás aquel eco que le acompañaba cada vez que perdía el balón. Era cuestión de fe.

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Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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