Torres y Mata mandan en Londres y en la Premier

Torres y Mata, con un tanto cada uno, tiraron abajo el primer examen de resistencia competitiva que pasa el Arsenal en cada inicio de curso desde que arrastra esa cruz de equipo blando. El Chelsea es líder con siete puntos de ventaja tras imponerse en uno de los grandes derbis londinense. Viven los gunners en un diván permanente. Si hay algún diagnóstico válido en los últimos años es que es un equipo que solo se maneja con soltura con el viento a favor. La propuesta es atractiva por la idea y por los futbolistas con la que pretende ponerla en práctica. Realmente ese ha sido su valor más fiable en los últimos cuatro años, el que genera esa ilusión que se desvanece con relativa prontitud. Igual, su defecto más notable es su tendencia a desmoronarse, a ser un equipo mal encajador, que se desploma cuando recibe un golpe contundente por un descuido propio. El gol de Torres explica esa endeblez. Una falta lateral tuvo un forcejeo previo entre el delantero madrileño y Koscielny. Torres siempre mirando al balón y el central polaco de espaldas a la pelota, lo que le permitió al español sacar el pie mientras en el agarrón mutuo salía ganador. Tres goles lleva Torres en lo que va de campeonato. Está en un momento clave de su pretendido despegue en el Chelsea. Estuvo tan activo como irregular con la pelota, con la que no se arrugó en el uno contra uno ni a la carrera en los contragolpes. Algunas salidas las condujo bien y otras las desperdició por falta de finura en el regate.

Se descompuso el Arsenal por el gol de Torres y por la lesión previa de Diaby, que le dejó sin músculo frente a Ramírez y Obi Mikel. Tardó unos minutos en rehacerse y encontró el empate en una jugada trenzada que culminó Gervinho. Con la igualada se puso de manifiesto que esa ciclotimia que padece muchas veces se la remarca el resultado. Firmó diez minutos finales del primer tiempo trepidantes, igual que en la salida del segjundo tiempo. Entonces fue Mata el que hizo tragarse a Mannone una falta lejana que era más un centro cerrado que un disparo. Mata también está en fase de levangtar el vuelo. Parece que ha recuperado la titularidad y fue el jugador más clarividente en las salidas a la contra. Su gol hizo que de nuevo emergiera la descomposición del Arsenal. Desapareció la fluidez en su toque, aunque en su descarga final le dio para tres ocasiones que le hubieran dado el empate. Se encontró dos veces con la corpulencia y la longitud de brazos de Cech y con el punto de mira de Cazorla desviado en un tiro cómodo y sin oposición al borde del área.

El Chelsea salió del Emirates como líder con esa sensación de equipo aún sin definir, que no acaba de darle continuidad a la mezcla de esa solidez con la fantasía vertical que juega ahora por detrás de Torres (Mata, Óscar y Hazard). En esa línea de tres conjuntada se adivina un equipo que puede ser temible a la contra a nada que Obi Mikel y Ramires no entretengan el despliegue y sean certeros en el primer pase.

El Manchester United pierde aire

En el otro partido clave de la jornada, el Manchester United cayó ante el Tottenham (2-3) en Old Trafford en un partido vibrante. Los red devils no pudieron derribar al conjunto que dirige Villas Boas que supo neutralizar el juego de los de Ferguson gracias a una buena actuación del estadounidense Dempsey.

El partido se le pondría de cara a los Spurs gracias a un afortunado tanto del lateral Vertonghen en el primer minuto del encuentro. Otro tanto del galés Bale a la media hora del partido demostraba el buen momento de los visitantes. Nani recortaría distancias al comienzo de la segunda mitad, pero Dempsey volvería ap oner tierra de por medio. Ni la vuelta de Rooney tras superar las molestias en el muslo derecho, fue suficiente para voltear el marcador a pesar del tanto del japonés Kagawa.

El Manchester City por su parte sufrió para imponerse al Fulham, que se adelantaría por medio de Petric a los nueve minutos de partido. Sin embargo, un gol de Agüero al filo del descanso y otra diana de Dzeko bastaron para dar la vuelta al marcador y colocar al conjunto de Roberto Mancini en el cuarto puesto de tabla. Quien no pasó apuros fue el Liverpool, que en su visita al campo del Norwich goleó a los locales (2-5) con una espléndida actuación de Luis Suarez, autor de un hat trick, y de Sahin, que también se sumó a la fiesta goleadora.