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“Azahar, campos de olivos, el albero y los lunares de la Feria”

Emotiva despedida de Escudé del Sevilla

Rafael Pineda
Escudé, en su despedida
Escudé, en su despedida TONI RODRIGUEZ (DIARIO AS)

El Sevilla despidió a uno de los grandes de su historia más reciente. Julien Escudé, que acaba de firmar por el Besiktas, fue el protagonista de un emotivo acto en el antepalco del Ramón Sánchez Pizjuán, donde se puso fin a seis años y medio como jugador del Sevilla, en los que consiguió seis títulos y almacenó el afecto de la afición del equipo andaluz. Acompañado del presidente, José María del Nido, la despedida de Escudé no fue nada usual. El defensa francés dejó a un lado aspectos futbolísticos y estadísticas, como la excelente pareja que formó con Javi Navarro o los éxitos cosechados con el club andaluz, para, muy emocionado, hacer un repaso a su experiencia vital como sevillano.

“Mi Sevilla siempre tendrá un color especial, el rojo y blanco. He vivido una mañanita de niebla y una tarde de paseo. He olido el azahar, los campos de olivos de Andalucía, he paseado por el Arenal, Triana, la Alfalfa... He disfrutado de los toros con Talavante, Morante, Castella... El olor del gin tonic, del albero, los coches de caballo por el Paseo Colón, los lunares de la Feria, las mujeres guapas bailando...”, relató Escudé mientras las lágrimas le resbalaban por la mejilla.

Para este francés de Chartres pero de familia bearnesa (de los Pirineos Atlánticos), cuyo ídolo es Pete Sampras, al que se enfrentó en numerosas ocasiones su hermano Nicolas Escudé, ex tenista profesional, los seis años vividos en Sevilla han sido un sueño que han cambiado radicalmente su personalidad. “Me quedo también con la Semana Santa, con el Baratillo, La Lanzada, La Sed, El Silencio en la catedral (cofradías sevillanas), con las vírgenes únicas de esta ciudad, con vivir la Madrugá de esa Semana Santa. Además, he comido churros con chocolate muy buenos en el puente de Triana. Para mí Sevilla siempre será jamón, queso, gambas, Cruzcampo, bocadillo de pringá y pescaíto frito”, añadió Escudé, quien reconoció que la noche más especial de su estancia en el Sevilla fue la de la victoria en 2006 ante el Schalke en las semifinales de la Copa de la UEFA. “Esa noche el gol de Antonio Puerta nos abrió la puerta de los títulos”, recordó Escudé, quien reconoció que sus dos mejores amigos en la plantilla del Sevilla han sido Kanouté y Palop.

Enamorado de las costumbres de la capital de Andalucía, Escudé era un amante de la buena comida y del buen vino, siendo una figura muy respetada no solo por su afición, sino también por la del Betis. “Me gustaría agradecer el trato que los béticos han tenido conmigo. Aquí pueden convivir dos grandes clubes con respeto”, aclaró. Tras su adiós después de que llegara al club en enero de 2006 procedente del Ajax, tan solo el meta Palop (acaba contrato esta temporada) y Jesús Navas sobreviven del equipo que logró entre 2006 y 2010 dos Copas de la UEFA, dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y otra de España.

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