_
_
_
_
_
ATLETISMO | DOPAJE

El TAS deja sin Londres a Paquillo

El marchador deberá cumplir hasta diciembre el año de sanción por dopaje que le falta

Paquillo, durante el Mundial de 2009.
Paquillo, durante el Mundial de 2009.EMILIO NARANJO (EFE)

Presionada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), que quería dar contenido carnal a la figura legal del arrepentido, la Federación Española de Atletismo redujo a finales de 2010 de dos años a uno la sanción por dopaje que había impuesto a Paquillo Fernández el 11 de febrero. Como prueba de su colaboración con la policía en la lucha contra el dopaje, el marchador granadino de Guadix presentó un certificado de la Guardia Civil que atestiguaba que había pasado por el cuartelillo para confesar aquello que los agentes ya sabían, pues por eso le habían detenido días antes en la Operación Grial: que tenía en su nevera productos dopantes.

También hizo público Paquillo, uno de los atletas más laureados de España (tres subcampeonatos mundiales y uno olímpico), un comunicado de arrepentimiento en el que negaba haber consumido sustancias prohibidas. Sin embargo, el juez, en el mismo auto en el que levantaba su imputación por un delito de dopaje (distribución y venta), recordaba que era un consumidor de la cadena organizada en Valencia por el médico Walter Virú.

En el año de sanción restado por la federación, Paquillo ganó el Campeonato de España de 20 kilómetros el día de su 34º cumpleaños y se retiró lesionado en el Mundial de Daegu. Con problemas lumbares, apenas se ha entrenado desde entonces. Tampoco lo habría necesitado.

La federación internacional (IAAF), especialmente escrupulosa al calibrar el alcance de las colaboraciones de los atletas que buscan reducir sus sanciones, no consideró sustancioso un mero papel de la Guardia Civil y recurrió al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) en diciembre pasado, cuando el marchador llevaba nueve meses indultado. Con ese recurso logró de entrada la suspensión cautelar de la reducción, un anticipo de la decisión del árbitro único del TAS, que ayer se conoció y que es que no hay razones que justifiquen la reducción y que Paquillo deberá cumplir, hasta el 19 de diciembre, la sanción que tiene pendiente.

La primera consecuencia de la decisión, cuyo laudo aún no ha sido redactado, es que no podrá competir en los Juegos Olímpicos de Londres. La segunda es una bofetada a la manera española de entender el arrepentimiento y la colaboración.

El TAS está aún estudiando el caso similar de Yesenia Centeno, aunque ella, al contrario que Paquillo, que se negó, sí acudió a Montecarlo, a la sede de la IAAF, a precisar una colaboración que dio lugar a la indagación, archivada por la juez, de un investigador valenciano. Y la IAAF está a la espera de que el CSD decida si indulta a otro atleta, José Luis Blanco, antes de recurrir también al TAS.

El atletismo no es el único deporte en el que se ha aplicado el atenuante en España. En el ciclismo, después del caso pionero de Moisés Dueñas, el corredor de Béjar a quien la reducción no le trajo beneficio, pues ningún equipo quiso contratarle tras su chivatazo, el propio TAS aseguró a David García Dapenauna reducción a 18 meses de una sanción de 24 tras una colaboración que condujo un año después a la desarticulación de una trama internacional.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) no está, sin embargo, plenamente de acuerdo. Según un portavoz, su departamento jurídico está estudiando el laudo arbitral. “La decisión es final, no cabe recurso”, dice la UCI, “pero, en cuanto a sus consecuencias, estamos estudiando en detalle la decisión, pues no nos parece muy conforme ni con el reglamento de la UCI ni con el Código Mundial Antidopaje”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_