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El Roma, un equipo en obras

Luis Enrique desembarca en un equipo en reestructuración, ilusionado con la llegada del empresario DiBenedetto y liderado por los romanos Totti y De Rossi

Luis Enrique ha elegido Italia y el Roma para su futuro lejos de Barcelona. "Existe un acuerdo total con la sociedad giallorossa y solo falta la firma", ha revelado esta mañana a la cadena Sky Sport. Al igual que Guardiola, del que tomó el relevo hace tres años, pasa del filial azulgrana a un equipo de primer nivel, recientemente adquirido por el grupo empresarial de Thomas DiBenedetto, magnate estadounidense de ascendencia italiana, y liderado en el vestuario por dos figuras fuertes e íntimamente romanas como Francesco Totti y Daniele de Rossi.

El club giallorosso fue el único capaz de contrarrestar en Italia, hasta el curso anterior, el dominio del Inter, ganador en el país transalpino de cincos Ligas seguidas hasta que este año el Milan le cortó la racha. El Roma llegó cuatro veces segundo detrás de los neroazzurri y les arrebató dos Copas de Italia y una Supercopa. En el conjunto capitalino, Luis Enrique podrá desarrollar el juego que es la marca de la casa del Barcelona. "Jugaremos un fútbol ofensivo, espectacular, con la intención de que venga mucha gente al campo a divertirse. En Italia aún no me conocen, pero despejaré todas las dudas y, dentro de un año, los hechos hablarán por sí solos", ha explicado, atrevido, el asturiano. Un estilo de juego, en cualquier caso, similar al que practicó en el Olímpico Luciano Spalletti (2005-2009), quizá lo más parecido del calcio al fútbol de toque y posesión, sin referencias fijas en la delantera, universalizado por el Barça.

En la temporada 2009-2010, sin embargo, un pésimo arranque de temporada llevó a la destitución del actual entrenador del Zenit de San Petersburgo, sustituido por Claudio Ranieri, técnico con una filosofía de juego en las antípodas, mucho más influenciada por la tradición italiana. Con el exentrenador del Valencia y Chelsea, el Roma rozó el título de Liga, perdido a dos jornadas del final, pero sufrió una involución en el juego.

Esta última temporada se ha caracterizado por problemas en el vestuario y por la incertidumbre societaria. En julio de 2010, el Roma pasó de las manos de la familia Sensi, que ya no podía soportar las deudas del club, a las de un banco, la Unicredit. Rossella Sensi, hija de Franco, bajo cuya dirección llegó la última Liga en 2001, seguía siendo presidente, aunque sin poderes efectivos, una situación estrambótica resuelta hace tres meses con la llegada de DiBenedetto, inmediatamente rebautizado por el pueblo romano como el Tío Tom. Ranieri había dimitido poco antes -en febrero, tras cuatro derrotas seguidas- y después del breve periodo de Vincenzo Montella (cuatro meses), que dejó al Roma sexto en la Liga y clasificado para la Liga Europa, la nueva directiva ha optado por Luis Enrique.

El asturiano tendrá que convivir y entrenar a Francesco Totti, líder del vestuario romanista y mayor goleador en activo de la Serie A, con 207 dianas, todas realizadas con la zamarra del Roma, su único equipo desde la infancia. Con 34 años y un contrato hasta 2014, será aún la figura alrededor de la que se edificará el nuevo proyecto, estadounidense en los despachos, español en el banquillo -se presupone que De la Peña actuará de segundo-y en el campo. "Intentaré trabajar con los mejores jugadores, con los que encuentre en Roma y con los que consiga traerme de Barcelona", ha convenido Luis Enrique.

Además de Totti, la otra figura del equipo es el también capitalino Daniele de Rossi, metrónomo del medio campo romanista. Todo lo demás, está en obras.

El jugador del AS Roma, Francesco Totti.
El jugador del AS Roma, Francesco Totti.EFE

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