Un borrón ante el colista

La Real resbaló con un inesperado tropiezo ante el colista Castellón. El conjunto donostiarra firmó un hueco empate, sin goles, en un partido trampa. El equipo de Martin Lasarte fue incapaz de superar la defensa numantina del conjunto castellonense. A la Real le faltó definición y claridad de ideas, sin poder superar su ineficacia ofensiva ante un colista que opuso gran resistencia. Un inesperado marcador que deja una gran decepción en la afición donostiarra y que prolonga la consecución del anhelado ascenso.

El partido comenzó con el dominio en el juego y en la posesión del balón por parte de la Real, ante un conjunto castellonense replegado en su parcela defensiva para intentar el efecto sorpresa al contraataque. Asier Garitano se vio obligado a mover muy pronto el banquillo con el cambio del canterano Mareña en sustitución del lesionado Miguel Palanca. A la Real se le vio acelerada, precipitada en sus acciones, sin poder crear peligro. El destello fugaz lo puso el delantero Agirretxe con un fenomenal remate de cabeza tras un centro por la banda izquierda de De la Bella. El portero Lledó respondió con un gran despeje que no pudo materializar en el rechace el propio ariete.

El Castellón replicó con una buena ocasión, un remate de cabeza desviado de Diego Reyes tras un centro del lateral derecho Pedro. Sobre el terreno de juego dos estilos de juego opuestos. Del abrumador dominio sin acierto blanquiazul, al orden defensivo y ritmo lento del conjunto rival.

Un primer periodo que fue anodino e insulso para los aficionados y una segunda que fue un continuo asedio realista sobre la portería rival para recuperar la efectividad ofensiva, su asignatura pendiente en los últimos partidos. Lasarte movió ficha, buscó más dinamita, con la entrada de Nsue por Griezmann. No cambiaba el guión. Mucha llegada y falta de definición en las ocasiones creadas.