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La Real sale de la ley concursal y se pone como objetivo la estabilidad económica

El presidente Jokin Aperribay afirma que el ascenso facilitaría la gestión de la sociedad

La Real recobra su autonomía en la gestión del club donostiarra. La sentencia dictada por el juez Pedro José Malagón Ruiz aprobó judicialmente el convenio de acreedores con el respaldo del 81, 58 % de los acreedores de la sociedad. Desde el pasado 14 de enero y transcurridos los cinco días hábiles para interponer recurso, el club realista ya no está sometido a ninguna tutela y vuelve a ser dueño de su propio destino. En poco más de un año, el tiempo que lleva el actual Consejo de Administración al frente de la entidad, el paisaje económico ha cambiado de una forma radical. Del tenebrismo que anunciaba la liquidación del club se ha pasado a un horizonte más esperanzador, el camino hacia la estabilidadica.

La entidad deberá informar al juez sobre sus actividades cada seis meses
La deuda asciende a 41 millones, 21 de ellos de los acreedores principales

"Con la salida del concurso, hemos superado un momento crítico en el club, del cual nos sentimos muy orgullosos", afirmó ayer el presidente Jokin Aperribay. "La Real ha dado un paso al frente, al haber conseguido garantizar su continuidad como club. Es un momento para estar muy satisfechos. El reto es buscar la estabilidad económica. Tanto el convenio de acreedores presentado como los presupuestos futuros nos van a obligar a buscar un equilibrio presupuestario".

La Real queda libre de la vigilancia de los administradores concursales, cesa la intervención judicial y serán los gestores realistas, elegidos por sus accionistas, los que vuelvan asumir la responsabilidad en la gestión de la entidad. Desde ahora, se forma una comisión de vigilancia que velará por el cumplimiento del convenio y con la obligación de informar al juez, cada seis meses, del estado de las cuentas. Cualquier incumplimiento conllevaría la liquidación del club.

La deuda concursal asciende a 41 millones de euros. Sobre ese importe, 21 millones corresponden a los acreedores privilegiados, entre los que se encuentran la Kutxa y la Diputación foral de Guipúzcoa. 14, 4 millones corresponden a los ordinarios y otros 5, 6 millones a los acreedores subordinados.

La mayor parte de los acreedores han aceptado una quita del 50% y un periodo de carencia de dos años antes de empezar a cobrar. Según el convenio aprobado, de esa deuda de 41 millones, el club ha establecido dos planes de pagos, en fijos y variables mediante la fórmula de préstamos participativos en la que el club devuelve la deuda en función de unas condiciones especiales mediante ingresos procedentes de venta de jugadores y contratos de publicidad en un periodo de 20 ó 30 años.

La Real deberá afrontar de sus presupuestos ordinarios el pago de 5.406.057 euros en su plan de pagos fijos. En caso de ascenso a Primera División, se pagaría desde enero de 2011 unos 1, 4 millones durante los tres primeros años. En caso de seguir en Segunda División, ese pago se realizaría desde enero de 2013.

En el plan de pagos variables la cantidad asciende a 27 millones de euros. El club blanquiazul aportaría a la amortización del préstamo participativo el 20% ?ó 15 % en función de si estuviera en Primera o Segunda, de la venta de jugadores.

El presidente ha compartido y ha agradecido esta buena noticia "con los auténticos protagonistas, los acreedores, las instituciones, los empleados, jugadores y técnicos de la Real, sin los cuales no hubiera sido posible", señaló Aperribay.

La Real inicia una nueva etapa con el gran reto de lograr la estabilidad económica. "El verdadero reto para el club pasa por acomodarnos a los ingresos que vamos a tener como entidad y gestionar bien los recursos económicos. Creo que es más fácil gestionar en Primera División un presupuesto de 30 ó 35 millones que otro de 18 ó 17 en Segunda. Si no tenemos estabilidad económica no tendremos futuro y vendrán las discusiones", matizó el presidente realista, aliviado tras meses y medio de estancia en la Ley Concursal.

Jokin Aperribay (derecha) junto al asesor jurídico de la Real, José Luis Martínez.
Jokin Aperribay (derecha) junto al asesor jurídico de la Real, José Luis Martínez.JESÚS URIARTE

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