Gatlin devuelve el orgullo al atletismo estadounidense con su victoria en 100 metros

Justin Gatlin ha añadido en el viejo estadio de Helsinki el título mundial a su corona olímpica de 100 metros y, con su mejor marca del año (9.88), ha devuelto el orgullo al atletismo de Estados Unidos, que en los Mundiales precedentes había sufrido la humillación de quedarse sin medallas en su prueba predilecta.

Michael Frater, subcampeón jamaicano de 22 años sólo inferior en su país al plusmarquista mundial, Asafa Powell, se alzó con la medalla de plata con la misma marca de 10.05 que el anterior campeón del mundo, el cristobalense Kim Collins, mientras el portugués Francis Obikwelu, subcampeón olímpico, se quedó a dos centésimas del podio con 10.07. EE UU necesitaba imperiosamente una victoria en los 100 metros para relegar al olvido los recientes escándalos de dopaje que, por el rango de algunos de los implicados, como Tim Montgomery y Marion Jones, amenazaba con arruinar su prestigio como primera potencia mundial del atletismo.

Gatlin conquistó el título olímpico en Atenas sin haber ganado una sola carrera a lo largo de la temporada. Un año después se había convertido en el punto de referencia para todos, ya que en Helsinki no estaba Powell, lesionado. Las semifinales habían arruinado la posibilidad de un podio exclusivo estadounidense. Shawn Crawford, el guepardo, campeón olímpico de 200 y compañero de entrenamientos de Gatlin a las órdenes de Trevor Graham, llegó el último en la primera carrera, que estuvo a punto también de cerrar las puertas de la final al subcampeón olímpico, el portugués Francis Obikwelu (cuarto con 10.13), y al campeón mundial, Kim Collins (cuarto con 10.07).

Pero Gatlin, el único de los 16 semifinalistas que bajó de diez segundos (9.99), y el ex jugador de fútbol americano Leonard Scott (10.08) auguraban un doblete estadounidense que al final tampoco se produjo. Frater, de familia de velocistas (su hermano mayor, Lindel, también lo fue), progresó hasta llegar segundo, y Collins demostró que su victoria de París no fue flor de un día. Por su parte, la rusa Olimpiada Ivanova adornó su medalla de oro en 20 kilómetros marcha con un cheque de 100.000 dólares al batir el primer récord mundial de los campeonatos del mundo con 1h25:41. Campeona mundial en Edmonton 2001 y desposeída por dopaje de su medalla de plata en los 10 kilómetros marcha de los Mundiales de Atenas'97, Ivanova consiguió hoy, con 35 años, el mayor logro de su carrera.

Ivanova batió con un registro de 1h25:41 el récord mundial que comparten la china Yan Wang y la rusa Yelena Nikolayeva con 1h26:22. Minuto y medio después cruzó la meta la bielorrusa Ryta Turava y por detrás la portuguesa Susana Feitor, por siete segundos, arrebató el bronce a la española María Vasco en los últimos metros. Media hora de esfuerzo le costó a Ivanova quedarse sola al frente de la prueba. Pasó los 10 kilómetros en 42:54 y fue aumentando su ventaja sobre la bielorrusa Ryta Turava hasta el final. La griega Athanasia Tsoumeleka, campeona olímpica en Atenas, engrosó la lista de descalificadas.

Carolina Kluft, figura emblemática del atletismo sueco a sus 22 años, campeona mundial y olímpica de heptatlón e invicta durante cuatro años, revalidó su título con 6.887 puntos, mejor marca mundial del año, que le dio una ventaja de 63 sobre la francesa Eunice Barber (6.824), líder de la prueba, el sábado, por dos puntos. La reina escandinava levantó varias veces al público de sus asientos, reaccionó en una situación comprometida y alcanzó el liderazgo, el segundo día, tras batir con un salto de 6,87 metros a Eunice Barber precisamente en longitud, una prueba en la que la francesa es todavía campeona mundial. Al término de las cuatro pruebas de la primera jornada, Kluft iba dos puntos por detrás de Barber, actual campeona mundial de longitud medalla de oro en el heptatlón de Sevilla'99. Su salto le puso 38 puntos por delante.

Barber recuperó 20 puntos en jabalina pero a falta de la última disciplina, los 800 metros, sus posibilidades de victorias se habían reducido a un accidente de Kluft, que disponía de 18 puntos de margen. Cuando adelantó a la francesa en la recta final, el estadio de Helsinki se vino abajo. El lituano Virgilijus Alekna, dos veces campeón olímpico, alargó su supremacía mundial en lanzamiento de disco al batir el récord de los campeonatos con un tiro de 70,17 metros en la última ronda que le permitió revalidar su victoria de París 2003. Gerd Canter, aclamado en Helsinki por la cercanía de su país, Estonia (80 kms.), se llevó la plata con 68,57 y el alemán Michael Mollenbeck el bronce con 65,95.

La final femenina de triple empezó sin la defensora del título, la rusa Tatyana Lebedeva, campeona olímpica de longitud en Atenas, que ya en la víspera se resintió de una lesión en el tendón de aquiles y hoy no compareció a la prueba decisiva. Con 15,11 metros en su quinto intento -mejor marca mundial del año-, la jamaicana Trecia Smith, cuarta en los Juegos de Atenas, se llevó el concurso de triple. Ninguna más superó la barrera de los quince metros. La cubana Yargelis Savigne, de sólo 20 años, se colgó la plata con la mejor marca de su vida (14,82) y la rusa Anna Pyatykh el bronce con 14,78.

En la primera ronda de 400 metros, la estadounidense Sanya Richards, la bahamesa Tonique Williams (campeona olímpica) y la mexicana Ana Guevara (campeona mundial) encontraron una nueva candidata al podio en la rusa Svetlana Pospelova, que con un tiempo de 50.80 encabezó el sumario. Guevara, cuya preparación camina con más retraso que otros años debido al parón invernal que tuvo por lesión, dejó una impresión favorable al ganar la primera serie, por la calle ocho, sin aparente esfuerzo y con una marca de 51.14.