Un proyecto deIberia

“He defendido mis raíces vascas, mi identidad. Es una cultura muy pequeña dentro de este mar globalizado”

Itziar Ituño Actriz

La serie ‘La casa de papel’ transformó la vida de Itziar Ituño cuando su carrera ya estaba asentada en el País Vasco. A punto de presentar la precuela de ese éxito, ‘Berlín’, la actriz rememora a la adolescente de Basauri que un día se atrevió a tomar el camino menos indicado para una tímida patológica

Un rostro mundial que mira para casa

La serie ‘La casa de papel’ transformó la vida de Itziar Ituño cuando su carrera ya estaba asentada en el País Vasco. A punto de presentar la precuela de ese éxito, ‘Berlín’, la actriz rememora a la adolescente de Basauri que un día se atrevió a tomar el camino menos indicado para una tímida patológica

Itziar Ituño (Basauri, Bizkaia, 49 años) es una tremenda tímida a la que solo un inmenso deseo de actuar “ha empujado” a ponerse bajo los focos. Utiliza esa expresión a conciencia, porque ha sentido una irrefrenable atracción por los escenarios desde la adolescencia, pese al terror que le inspiraban. “El teatro ha sido una terapia de choque para la vida real”, admite la actriz. Lo que inicialmente era un propósito de superación de sus miedos ahora es la profesión que la ha expuesto a la fama mundial. Durante cinco temporadas fue uno de los principales personajes de La casa de papel (2017-2021), que comenzó en Antena 3 y pasó a Netflix, donde ha llegado a más de 190 países y sido la segunda serie más vista de la plataforma. El próximo 29 de diciembre se estrena la precuela de este proyecto, Berlín, donde la actriz vuelve a su papel más popular.

A Ituño la empezaron a reconocer en las calles, los aeropuertos, incluso dentro de los aviones; como aparece en el vídeo de seguridad a bordo que proyecta Iberia, la han tenido que cambiar a clase business para que no la importunaran. Su popularidad ha llegado hasta rincones recónditos, como la selva amazónica. “Es una sensación rarísima porque yo he sido una viajera anónima y aventurera. De pronto esa parte la tienes que abandonar. Haces un gran sacrificio”, cuenta. Sentada en el jardín del Santo Mauro, uno de los hoteles más exclusivos de Madrid, la artista aún se sorprende cuando la alojan en espacios tan elegantes. “La vida te pone en lugares preciosos como este, pero también tienes que saber disfrutar de lo sencillo”, comenta.

Pregunta: ¿En qué momento vital se encontraba cuando La casa de papel se volvió un éxito?

Respuesta. He estado en el oficio muchos años y todo esto me agarró con más de 40. Ya estaba asentada, tenía mi zona de confort, que era el País Vasco, donde no me faltaba trabajo en teatro, series y películas. De pronto, vengo a Madrid porque me ofrecen participar en La casa de papel. Después vino el bum mundial, se hizo un remake de la serie en Corea, pasó la pandemia...

P. ¿Cómo le afectó ese huracán?

R. Cuando empieza a sucederte parece que le está pasando a otra persona. Es alucinante, yo me siento lo más normal del mundo. Que te miren como mirarías tú a Meryl Streep es muy raro, pero ha sucedido. Requiere de un aprendizaje muy grande sobre lo que es el éxito, la vida y de cómo colocarlo todo.

P. ¿Haber estudiado la carrera de Sociología le ha ayudado a ponerlo en perspectiva?

R. Creo que me ha ayudado más con la interpretación, porque he aprendido a colocar los papeles en un contexto. No da igual de qué barrio vengas, en qué escuela hayas estudiado, en qué clase de familia te hayas criado y cuáles hayan sido tus amigos. Las personas desempeñamos roles sociales continuamente. Yo me sigo colocando en el mismo lugar, es raro cuando la mirada del resto cambia hacia ti y la tuya no.

Itziar Ituño posa en el hotel Santo Mauro, en Madrid. Fotos: JAIME VILLANUEVA

Su papel en La casa de papel es el de la inspectora Raquel Murillo, también conocida como Lisboa.

La actriz empezó a hacer teatro a los 14 años, en una escuela de interpretación de Basauri (Bizkaia).

Estudió la carrera de Sociología, y la compaginó durante muchos años con su formación actoral.

P. Algunos de sus personajes son mujeres con roles de poder, como en Intimidad (2022), donde hace de una política que tiene que enfrentarse a la filtración de un vídeo sexual.

R. Me encantó la trama, el guion y todo el trabajo que hicimos. Es una de las series de las que más orgullosa estoy. Venía de hacer el personaje de Raquel Murillo en La casa de papel, con todo el cansancio que supuso, pero merecía mucho la pena contar esta historia. A mí me gusta no dar puntada sin hilo y quería hablar de este tema. La sociedad es especialmente cruel con las mujeres, hay un ataque a su intimidad, a su sexualidad y a su libertad.

P. ¿Y la culpa?

R. Sí, nos hacen sentirnos culpables, cosa que a los hombres no les ha sucedido tan a menudo. Está cambiando el mundo, pero no tenemos que bajar la guardia porque la vida siempre nos ha resultado muchísimo más difícil a las mujeres. Hemos tenido una lupa apuntándonos. Hay que conseguir una sociedad más igualitaria a todos los niveles, pero en eso estamos.

MI DEFINICIÓN

“El talento es algo innato que si no desarrollas se queda como una papita arrugada; lo tienes que cultivar y regar. Hay gente que le pone poca agua y enseguida le florece y hay otros que necesitamos un poco más”

Antes de convertirse en un fenómeno global, Itziar Ituño hizo carrera en su tierra. Participó en Loreak (2014), una historia sobre mujeres nominada en los Premios Goya de 2015 a mejor película. Después, ha seguido con esa apuesta por actuar en euskera y en proyectos que hablen de su tierra, como Irati (2022), donde interpreta a una diosa de la mitología vasca. Ha abanderado su lengua materna incluso en su faceta artística menos conocida, la de cantante en varias bandas de rock. “He defendido mis raíces, mi identidad, mi cultura, mi música. Es una cultura muy pequeña dentro de este mar globalizado”, asegura. Y ha sentido que los fans entendían ese arraigo. “Que en Brasil alguien me haya saludado con un kaixo [hola en euskera] porque lo ha buscado en internet me parece precioso”, relata.

P. ¿Su interés por la cultura viene de herencia familiar?

R. Yo soy de un barrio obrero de Basauri, donde la mayoría de la gente trabajaba en las fábricas, incluidos mi padre y mi madre, que también ha sido limpiadora. Mi infancia la pasé jugando en la calle con los vecinos. Sobre mi faceta artística, yo no creo que las cosas surjan por generación espontánea. Mi aitite, mi abuelo por parte de madre, era músico y tocaba el trombón en la orquesta. Y mi madre, a pesar de ser muy tímida, siempre ha sido una gran cuentacuentos, con historias que se inventaba. Mi padre ha ido más por lo deportivo, pero le ha salido una hija artista, así que ha tenido que entrar en ese mundo de lleno.

P. ¿Cuáles fueron sus primeros recuerdos artísticos?

R. He ido mucho al cine y al teatro. Para mí era todo un acontecimiento cuando un viernes o un sábado mis padres decían: “Hoy vamos a Bilbao”. Cogíamos el autobús y nos íbamos a ver aquella pantalla gigantesca. Respecto al teatro, yo soy del 74, una época en la que hubo una ebullición de grupos que actuaban para los colegios. Eso se te queda muy adentro.

P. Y decidió apuntarse a los 14 años a teatro, ¿de dónde sacó la fuerza para enfrentarse a su timidez?

R. En quinto de EGB [a los 10, 11 años] cuando la gente me preguntaba qué quería hacer de mayor, yo decía que sería actriz y toda mi clase se reía. Tenía claro el sueño, yo lo soltaba. Y cuando con 14 años vi un cartel que ponía que se abría la matriculación para la escuela de teatro de Basauri, agarré a unas cuantas amigas y ahí nos fuimos todas. Las otras eran mucho más dicharacheras que yo, pero fui la única que se quedó. Muchas veces salía de casa a la clase de teatro y me daba la vuelta a mitad de camino, del miedo que me daba. Pero bueno, seguí.

P. ¿Y cómo pasó a vivir de ello?

R. ¡Guau! Esa es la gran pregunta. En mi caso estudié una carrera que era mi plan A, Sociología, y me paseaba por Bellas Artes, donde conseguí hacer un par de cortos. Hay algo ahí que te empuja, no sé muy bien de dónde viene. Y algo que te viene a buscar, porque yo hice los estudios de teatro, pero luego los aparqué. Con 19 años me repescó casualmente un profesor de mi escuela de teatro, Iñaki García. Creo que hay personas guía que te vuelven a llevar a tu camino. Me iba por las mañanas a la universidad y por las tardes a la escuela de teatro, y ahí es cuando viene Antena 3 porque buscaba una actriz para reconstruir una historia de una mujer sardinera en la guerra civil. Y me eligieron a mí.

P. Y retomó completamente la interpretación, pasó a trabajar 16 años en la serie vasca Goenkale.

R. Antes de eso estuve echando currículos, haciendo teatro para niños, trabajé en un comedor de una escuela y después en la fábrica donde toda la vida ha estado mi padre. De pronto me llaman para un casting, para la ETB [la televisión pública vasca] en la serie diaria Goenkale, que estuvo 22 años en antena. La primera vez no me cogieron, pero más adelante me ofrecieron otro papel. Yo dejé la fábrica y me fui a la tele.

P. ¿Qué aprendió?

R. Agilidad. Era una serie que se hacía una velocidad pasmosa, un capítulo diario. No te podías equivocar; si te trababas, retrasabas al resto. Después de Goenkale he tenido otros retos, pero este, junto a La casa de papel, ha sido el más difícil. Es muy diferente a actuar en teatro, donde haces un pulso con el público en directo. Y contigo misma, porque no hay trampa ni cartón. No puedes repetir, no puedes hacer otra toma, tienes que darlo todo a una.

Itziar Ituño participa como cantante en los grupos Ingot y EZ3 (1), sigue haciendo teatro como a sus inicios (2) y ha actuado en numerosas creaciones ambientadas en su tierra, como la película (3) Campanas a muerto (2020), un thriller que surge en un caserío. Fotos: Cedidas por ITZIAR ITUÑO

P. Este año presentó la obra alemana-vasca Bidaia/Die Reise, ¿cómo surgió ese proyecto teatral?

R. Fue otro regalo de La casa de papel. Markus Engler es un alemán que me conocía de la serie, se enteró de que tenía un grupo de rock y contactó conmigo para cantar con él en su idioma. Me animé y tirando del hilo surgió un espectáculo con canciones en alemán, castellano y euskera. También entró la danza, es una creación multidisciplinaria. A mí me encanta bailar. De hecho, se me daban mejor esas asignaturas. Al ser tímida estaba mucho más cómoda hablando con el cuerpo que con palabras.

P. ¿Cómo surgió esa faceta de cantante?

R. Empecé haciendo versiones de los 80 o los 90. Tocábamos en bares a cambio de unas cervezas y unas pizzas, pero decidimos empezar a crear nosotros. Formamos el grupo de rock Ingot, que quiere decir en euskera Lo haré. Las letras las escribo yo, y la mayoría son en vizcaíno [un dialecto del euskera].

P. Una de sus canciones habla de los pueblos indígenas. ¿Cómo elige los temas que quiere tratar?

R. Pues escogí ese porque conozco un poco su realidad. Aprovecho esta oportunidad para hablar de algo que no sea de amor, como hace todo el mundo. Estoy con cuatro tiarrones en el grupo que hacen música y yo canto lo que me da la gana, esa era la condición. No sé si hago buenas letras, pero me lo paso pipa.

P. ¿Dan conciertos?

R. A raíz de la pandemia estamos superparados, pero hemos pasado por varios pueblos. También estuvimos en Brasil, nos llevó una productora que era superfan de La casa de papel. Fuimos a cambio del viaje y la estancia, y mis colegas del grupo estaban alucinados. Algunos no tenían ni pasaporte.

“Al principio de las grabaciones de ‘La casa de papel’ estaba muy nerviosa. No dormía, y cuando lo conseguía, soñaba con los textos. Fue un cambio de vida inmenso”

‘La casa de papel’ (2017-2021) Fotos: Cedidas por Itziar Ituño

"En 'Intimidad’ interpretaba a una alcaldesa y el Ayuntamiento de Bilbao se convirtió en mi segunda casa. Me paseaba por ahí en zapatillas, porque me quitaba los tacones en los ensayos”

‘Intimidad’ (2022)

“'Alardea’ es una serie sobre unas mujeres que no podían desfilar junto a los hombres por tradición y se rebelaron, salieron a las calles y las insultaron. Ellas lograron que a día de hoy haya una compañía mixta y otra tradicional”

‘Alardea’ (2023)

P. Menciona mucho las puertas que le ha abierto La casa de papel, ¿qué consejo le diría a un joven talento que quiere seguir sus pasos?

R. Le diría que este oficio es una carrera de fondo que a veces resulta y a veces no. Hay que tener otros planes, por si acaso. También le diría que blinde su tiempo de ocio, porque esto no deja de ser un trabajo. Sentarte a leer un libro, dar un paseo o hacer algo que te venga en gana sin que sea una obligación es necesario para ser feliz.

El talento de la actriz...

para Itziar Ituño es trabajar en equipo: “Es saber escuchar y fluir, como en la vida”. “A veces tienes tanto texto y tanta responsabilidad que te bloqueas; ni ves ni oyes lo que te dicen. Pero hay profesionales que son capaces de romper tu burbuja”, prosigue.

…el talento de la cantante

se ve “cuando vas con tu verdad y la cuentas, lo imprimes en tu arte. Da igual en qué rinconcito del mundo estés, puedes ser capaz de poner a cualquiera los pelos de punta”. Algo que Ituño puede ver en Silvio Rodríguez, en Janis Joplin o en La Polla Records.

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