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Carmen Machi y Quim Gutiérrez presentan la comedia ‘Amor de madre’

Los actores conversan con un grupo de suscriptores del diario un día antes del estreno de la película en Netflix

Carmen Machi y Quim Gutiérrez participan en un encuentro con suscriptores de EL PAÍS.
Andrea Nogueira Calvar

Un hombre plantado en el altar, una luna de miel que se va a echar a perder y una madre dispuesta a levantar el ánimo de su hijo. Estas son las premisas de Amor de madre, la última película de Carmen Machi y Quim Gutiérrez. El pasado jueves, un día antes de su estreno en Netflix, un grupo de suscriptores de EL PAÍS pudo conversar con los dos actores sobre los entresijos de esta comedia en un encuentro virtual enmarcado en el programa de actividades exclusivas de EL PAÍS +.

La pareja protagonista de la cinta, Mari Carmen y José Luis, madre e hijo, se van hasta Islas Mauricio para intentar aprovechar un viaje de novios y allí se trasladó el equipo de Amor de madre en 2020 para grabar esta historia. La pandemia complicó todo el plan de trabajo: tuvieron que interrumpir el rodaje y regresar a España. Lo volvieron a intentar tiempo después, pero varios miembros del equipo sufrieron la covid-19 y lo cancelaron por segunda vez. No obstante habían grabado buena parte de la película y decidieron terminar las últimas escenas en Tenerife. Pero los coletazos del fenómeno atmosférico Filomena dejaron lluvias en las Islas Canarias que no les pusieron las cosas fáciles. Para rematar, Machi sufrió una lesión de espalda a causa de una escena en la que monta en quad. “Me quedé un poco tonta de tanto analgésico, me cambió un poco la personalidad, pero luego la recuperé, creo”, bromeó la actriz.

Gutiérrez aplaudió el empeño del director, Paco Caballero, y del resto del equipo en llevar a término este proyecto. El actor destacó, por encima de todos los contratiempos, el viaje personal inesperado, compartido especialmente con Machi: “Nos resulta imposible pensar que todo lo que vivimos, que realmente fue una experiencia enriquecedora, no emana de los actores a los personajes, que la historia no esté impregnada de optimismo”.

Esta comedia romántica se sale de lo común al optar por una pareja protagonista que no está compuesta por amantes románticos, sino por madre e hijo, aunque en ciertos momentos se hagan pasar por matrimonio. Los actores detallaron cómo a través de Mari Carmen y José Luis se homenajea a las madres y, a la vez, se invita a las familias a repensar sus dinámicas, siempre desde el humor.

El dúo logra una gran química en los diferentes niveles de relación que se plantean en Amor de madre. Según aseveraron no fue puramente ficcional. “Es una suerte inexplicable que a toro pasado resulta sencillo”, consideró Gutiérrez sobre esta conexión. “Es más, hay gente con la que llevas muy bien y sin embargo no funciona”, añadió. Machi coincidió en que hay algo de “magia” en compartir con la pareja artística la visión de los ritmos de la comedia, los tiempos de silencio... Aclaró más tarde que no siempre es necesaria esta química, pues con un buen proyecto entre las manos y respeto por el trabajo se solventan las carencias.

Los dos actores, duchos en la comedia, conversaron también sobre los miedos. Gutiérrez compartió la inseguridad que siente con cada trabajo de no arrancar la risa del espectador, lo que, por otro lado, lo espolea a buscar nuevas fórmulas. Machi reconoció el temor, pero advirtió: “Es un miedo sano que no debería desaparecer nunca, si se tiene tanta seguridad, probablemente la cagues”.

También confesaron algunas manías. Si Machi se persigna antes de empezar a grabar -sin ser ella religiosa, tal y como matizó-, su compañero realiza una especie de funeral a sus personajes: “A veces es llorar, a veces solo tomar conciencia, pero te despides de esa parte de ti que es el personaje; se genera cierta nostalgia, pero a mí me sirve”.

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Sobre la firma

Andrea Nogueira Calvar
Redactora en EL PAÍS desde 2015. Escribe sobre temas de corporativo, cultura y sociedad. Ha trabajado para Faro de Vigo y la editorial Lonely Planet, entre otros. Es licenciada en Filología Hispánica y máster en Periodismo por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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