Los nominados a los Goya Natalia de Molina y Álvaro de Cervantes comparten impresiones antes de la gala
Los actores, candidatos por ‘Las niñas’ y ‘Adú', respectivamente, participan en un encuentro digital con los lectores de EL PAÍS
Los nominados a un premio Goya Natalia de Molina (Jaen, 30 años) y Álvaro Cervantes (Barcelona, 31 años) se reunieron digitalmente el pasado miércoles con un grupo de lectores de EL PAÍS. Los actores, que acumulan un buen puñado de películas que se estrenarán este año, compartieron sus impresiones sobre el momento más atípico y duro del cine, sus últimos trabajos y la ceremonia semipresencial que la Academia de Cine celebra el sábado.
Valientes. Así describe De Molina a quienes en este año pandémico se han atrevido a estrenar películas en salas. Candidata al Goya a Mejor actriz de reparto por su interpretación de Adela en Las Niñas, enfrenta su quinta nominación. Ya tiene dos galardones, uno por Vivir es fácil con los ojos cerrados y otro por Techo y comida. Aun así, la andaluza no pierde la emoción y recibe este reconocimiento como la confirmación de que los pasos que da están en “el camino correcto”, incluso cuando se atreve con producciones más pequeñas, como esta de Pilar Palomero, pero “de corazón grande”.
Trece años han pasado desde que Cervantes fue nominado a estos premios de la Academia. Lo consiguió con la película que le abrió las puertas de la industria: El juego del ahorcado. El actor originó la anécdota del encuentro con los lectores al conectarse desde su teléfono móvil en plena ruta por carretera, pues se encontraba rodando en Canarias y la diferencia horaria lo despistó. Prometió que este sábado no cometería el mismo error con la gala de los Goya, para la que ya estará de vuelta en la Península.
Adú, la cinta por la que está nominado a Mejor actor de reparto, acumula 13 candidaturas, el número más elevado de esta edición. Para el actor es un espaldarazo a las temáticas sociales en la gran pantalla: “Llevamos un tiempo en el cine español que parece que hay un poco de reticencias para entrar en según qué temas, porque parece que no van a tener el resultado que se espera en los cines y, en este caso, se confirma que se puede hacer cine social y que llegue”.
Ambas películas coinciden en tener a un niño como protagonista, Andrea Fandós, en Las Niñas, y Moustapha Oumarou, en Adú. Ninguno de los dos puede estar nominado al ser menores de 16 años. “Son compañeros muy generosos”, aseveró De Molina sobre ellos, añadiendo que “tienen una verdad tan absoluta que tienes que intentar estar a la altura de lo que te proponen”.
Los personajes de De Molina y Cervantes también muestran patrones similares: callados, rectos, con sentimientos de culpa y vergüenza. A De Molina no es la primera vez que la ficción la convierte en madre, pero cada vez es diferente, sostuvo. En Las Niñas, Adela se desvive por su hija y así encaró la actriz este personaje: “Las mujeres se vuelcan en sus hijos y se olvidan de lo que ellas necesitan; usé esa manera de ser para lo que tenía que hacer, me volqué en Andrea porque además era su primera experiencia en el cine”.
Mateo, el personaje que interpreta Cervantes en la cinta de Salvador Calvo, uno de los directores con los que más ha trabajado, es un guardia civil que presencia la muerte de un inmigrante que intenta saltar la valla de Melilla. El actor visitó la zona para preparar su personaje y “lo que pasó fue mágico”, relató. “Me senté en una terraza vacía en el puerto y en frente de mí se sentó el guardia civil que había entrevistado Jordi Évole”. El periodista realizó un reportaje en la ciudad fronteriza para conocer cómo vivían las fuerzas de seguridad los intentos masivos de salto a la valla. Cervantes entabló conversación con el guardia civil y eso le sirvió “para imaginar” dónde y cómo vivía su personaje.
Este sábado conocerán si sus trabajos les reportan un Goya en una gala que seguirán, como la inmensa mayoría de invitados, de manera telemática. “Una pena” que ambos comparten, pero que solventan con humor comentando los entresijos de la conexión. “De esmoquin en el sofá”, bromeó Cervantes.
El actor acaba de estrenar en Netflix Loco por ella, una comedia romántica de Dani de la Orden que coprotagoniza con Susana Abaitua. La contienda entre las salas de cine y las plataformas fue uno de los temas por los que preguntaron los suscriptores. Los dos coincidieron en defender la convivencia entre ambas fórmulas e incluso las colaboraciones entre ellas. El actor tiene pendiente también en Netflix el estreno de El tiempo que te doy, que protagoniza junto a Nadia de Santiago, que es además su autora; o las películas Malnazidos, de Javier Ruiz Caldera y Alberto Toro, y Donde caben dos, de Paco Caballero. A De Molina se la verá este año en Operación Camarón, una comedia de Carlos Therón retrasada por la pandemia y todavía sin fecha, y se reencuentra con Juan Miguel del Castillo, director de Techo y comida, en lo que promete será otro trabajo para azuzar la conciencia.
Babelia
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