Cuarentena con Lee Konitz, por Fernando Trueba
El director de cine y productor musical rinde homenaje al saxofonista de Chicago, fallecido el miércoles
El maldito coronavirus se lleva músicos también cada día. El miércoles le tocó a Lee Konitz, quien, a sus 92 años, seguía siendo un gigante del saxo alto.
Difícil encontrar alguien que haya explorado más caminos diferentes en la música, que se haya interesado por músicas de más países, que haya trabajado con colegas de todos los continentes y de cualquier generación. Se pueden hacer 100 listas de él, y todas serían buenas.
He hecho una selección muy particular, un solo que se convierte en dúo con la aparición de su amigo Phil Woods, una pieza de su clásico con Warne Marsh, y otra del disco que ambos grabaron con Bill Evans, duos con Michel Petrucciani, con el guitarrista brasileño Romero Lubambo un magistral Manha de carnaval, una pieza de Scriabin, su propio Dúo para saxo y guitarra con Billy Bauer, y hasta un homenaje al cine: Parlame di amore, Mariù, la bella canción italiana que canta (y baila) un joven Vittorio De Sica en el clásico de Camerini Gli uomini, che mascalzoni... (una película que se adelanta 30 años a la nouvelle vague) y que usará dos años después Jean Vigo en L’Atalante).
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