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Columna
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Distopía

‘Years and Years’ utiliza a una familia para vaticinar la deriva política, social y tecnológica del Reino Unido, en particular, y mundial, en general

Ángel S. Harguindey

La abuela Muriel comenta ante sus descendientes, la familia Lyon: “No vi a todos los payasos y a los monstruos que se avecinaban”. Lo hace en su memorable discurso del último de los seis capítulos de la excelente Years and Years (HBO), una serie británica que describe los próximos 15 años con inteligencia, sensibilidad y, lo que es más preocupante, verosimilitud.

Creada y escrita por Russell T. Davies, un talento de la televisión que tiene en su haber, entre otras, la serie A very English scandal, utiliza a una familia para vaticinar la deriva política, social y tecnológica del Reino Unido, en particular, y mundial, en general, que dimana de esos payasos y monstruos que no vio la abuela Muriel, unos líderes políticos próximos a los Trump y Bolsonaro, incapaces de resolver los problemas cotidianos y muy capaces de fomentar la desigualdad, representados en la serie por una populista y demagoga Emma Thompson, dama que desde la simpleza de sus análisis, la subyacente xenofobia y la falta de escrúpulos alcanza el 10 de Downing Street.

Las quiebras bancarias, las guerras, el incremento de los refugiados, las pateras, los desastres del cambio climático y la homofobia se entremezclan con un hiperdesarrollo tecnológico en una distopía próxima que fomenta los nuevos campos de concentración para los inmigrantes irregulares y refugiados políticos, que aplica sin pudor una derivada de la “solución final” del Tercer Reich y que oculta con habilidad las corruptelas y los desproporcionados privilegios económicos de los poderosos ante la pasividad de una dócil ciudadanía.

15 años a través de una familia compleja y creíble que sobrevive inmersa en un futuro aterrador ante el que la lucidez de una venerable anciana sugiere la única respuesta posible: la rebelión.

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