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Columna
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Comisaría

La serie ‘Criminal’ es un experimento formal realizado por cuatro equipos internacionales, Reino Unido, España, Francia y Alemania y realizado en tres escenarios interiores comunes

En la foto, el actor Eduard Fernández. En vídeo, entrevista con el director de la serie española, Mariano Barroso.
Ángel S. Harguindey

Una serie de 12 capítulos se subdivide en cuatro miniseries de tres capítulos cada una. Es el nuevo reto de Netflix: Criminal. Un experimento formal realizado por cuatro equipos internacionales, Reino Unido, con los responsables de la idea, George Kay y Jim Field Smithel, España, Francia y Alemania y realizado en tres escenarios interiores comunes para todos los episodios en la Ciudad de la Tele, en Madrid: una sala de interrogatorios, una sala anexa y el pasillo de la comisaría. La plataforma ha programado el producto como miniseries autónomas.

Los tres estupendos capítulos españoles, dirigidos por Mariano Barroso y con guiones de Alejandro Hernández y Manuel Martín Cuenca, se atienen a las directrices generales de la serie: historias policíacas en las que se desentrañarán tres casos de asesinatos en base exclusivamente a los interrogatorios con los sospechosos. No hay violencia física, ni flashbacks explicativos. Son diálogos puros y duros, lo que a su vez exige un alarde de interpretación de todos sus protagonistas, alarde que cumplen sobradamente todos ellos: los tres sospechosos, Carmen Machi, Inma Cuesta y Eduard Fernández, la inspectora-jefa, Emma Suárez y su segundo, Álvaro Cervantes.

Hay que hilar muy fino en los guiones, la realización y la interpretación para mantener el interés de unos relatos de crímenes sin cadáveres que se desarrollan en unos pocos espacios cerrados. El cine ya demostró que es posible. Basta citar 12 hombres sin piedad, de Sidney Lumet, de 1957 y con un extraordinario Henry Fonda. Y si de espacios cerrados hablamos, pocos podrán superar Enterrado, de Rodrigo Cortés. Ahora son los responsables de los capítulos españoles de Criminal quienes lo demuestran, con unos sobresalientes Emma Suárez y Eduard Fernández, en un sensacional tercer capítulo.

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