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Columna
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‘911’: el lado rocambolescamente ‘mainstream’ de Ryan Murphy

El éxito de la serie más convencional del creador de 'American Horror Story', cuya segunda temporada acaba de estrenarse, demuestra que todo es posible (para el espectador) en una situación límite

Laura Fernández

Ryan Murphy, el chico de oro de las series ligeramente retorcidas y antológicas (American Horror Story, American Crime Story), el más prolífico showrunner del momento (y, con toda probabilidad, de la historia), tiene también un lado rocambolescamente mainstream, el que representa 911,su mejor y más claro intento de darle al gran público lo que este espera (en este caso, adrenalina y drama; después de todo estamos hablando de una serie protagonizada por teleoperadoras del servicio de emergencias y por los bomberos, paramédicos y policías encargados de resolver esas emergencias) sin renunciar a lo que hace único todo lo que toca: el absurdo.

Se diría que Murphy tiene un don para crear mundos en los que todo es posible, y que ese don tiene mucho que ver con el absurdo. Piensen en las casas encantadas con fantasmas que van al psiquiatra de American Horror Story y en los aparentemente mil asesinos en serie universitarios de la fabulosa Scream Queens —su primer intento de conquistar al gran público, fallido por excesivo delirio—, y se darán cuenta de que 911 es puro Murphy: hay bebés atrapados en tuberías, vagonetas de montañas rusas detenidas casi en el espacio exterior y casos de asfixia en la primera cita con una teleoperadora del 911.

Pero esta vez la cosa funciona. El descomunal éxito de la primera temporada —es la serie más vista de Fox, con cerca de 15 millones de espectadores— ha dado pie a una segunda temporada ya en marcha —esta noche, Fox España emite el cuarto capítulo— y se habla de posibles spin offs. Murphy ha dado con la clave, el equilibrio por fin entre, por un lado, su obsesión por la destrucción de arquetipos —es la serie más valorada por la comunidad afroamericana, con Angela Bassett a la cabeza, y a los mandos, como productora ejecutiva— y, por otro, su gusto por lo delirantemente macabro, algo que solo podría suceder en una serie de situaciones límite.

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Sobre la firma

Laura Fernández
Laura Fernández es escritora. Su última novela, 'La señora Potter no es exactamente Santa Claus' (Random House), mereció, entre otros, el Ojo Crítico de Narrativa y el Premio Finestres 2021. Es también periodista y crítica literaria y musical, y una apasionada entrevistadora de escritores y analista de series de televisión.

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