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El apoderado Toño Matilla se defiende del supuesto boicot a Talavante

"El torero exigió cobrar más que el que más, argumentando que era el mejor, el número uno"

Alejandro Talavante, el pasado 25 de mayo, en la plaza de Las Ventas.
Alejandro Talavante, el pasado 25 de mayo, en la plaza de Las Ventas.Plaza1

“Decido concluir la relación profesional con Alejandro Talavante -al que considero un grandioso torero- en Granada el día 1 de junio después de que me exigiera, no ya un aumento de 15.000 euros en sus honorarios por cada actuación, como se ha publicado en los últimos días, sino que sus emolumentos se vieran incrementados hasta facturar “más que el que más”, argumentando que él era “el mejor, el número uno”.

Así comienza un extenso comunicado firmado por el apoderado, empresario y ganadero Toño Matilla, en el que defiende su labor como gestor de la carrera del torero extremeño y rechaza las acusaciones de un supuesto boicot hacia este a raíz de su ruptura.

“Tras intentarlo de forma fallida en alguna ocasión”, continúa, “consideré que yo no podía conseguir lo que él exigía y di por terminada la relación profesional que nos unía. No podía defraudarle ni a él ni a mí mismo. Modestamente, pienso que ‘el número uno’ ha de reflejarse en taquilla, y él no lo era”.

A juicio de Matilla, “se han publicado falsedades e informaciones no contrastadas que intentan dañar la honestidad y profesionalidad con la que he intentado trabajar durante toda mi trayectoria profesional”. Afirma, asimismo, que no tiene “poder, capacidad ni deseo alguno de boicotear la carrera profesional de Alejandro Talavante ni de ningún otro torero; solo y exclusivamente me dedico a trabajar cada día para defender los intereses de aquellos diestros que confían en mí para estar a su lado”.

A continuación, cuenta pormenorizadamente las circunstancias que desembocaron en la quiebra de la relación profesional.

Afirma Matilla que el torero le pidió el 28 de mayo que deshiciera todos los contratos ya firmados y que renegociara sus honorarios de acuerdo con las nuevas pretensiones. El primer intento lo hizo con la empresa de Pamplona “y fue completamente frustrado”, según sus palabras.

“Alejandro Talavante era perfecto conocedor de que en el momento de nuestra ruptura profesional, tras su triunfo en Las Ventas, teníamos contratadas corridas de toros con fecha, ganadería, carteles y honorarios. El 8 de mayo le transmití de forma verbal ante testigos presenciales, y por escrito, esta información que él mismo aprobó”, continúa el comunicado.

Concreta Matilla, además, que Talavante se quedó fuera de la feria de Valladolid “porque el propio torero imponía torear una corrida de toros que había comprado él mismo -algo completamente inusual- de la ganadería de Núñez del Cuvillo. La empresa de la plaza de toros de Valladolid, de la cual formo parte, le respondió que ya había ganado adquirido para tal fin y no podía aceptar su propuesta”.

El apoderado considera que es “una absoluta difamación” que hubiera solicitado a la empresa de la plaza de Madrid que no contratara al torero para la Feria de Otoño, y que no hubo boicot alguno cuando Alejandro Talavante actuó en la plaza de toros de Zaragoza, en la despedida de Juan José Padilla, el pasado 14 de octubre. “Aun así”, prosigue, “no esperó a anunciar su retirada ni siquiera un día, por respeto a un hombre, a un torero, (Juan José Padilla), a un compañero que lo merecía y se lo había ganado en el ruedo a lo largo de su carrera”.

Matilla cita a continuación las ferias en las que, según sus palabras, había contratado a Talavante y que quedaron en el aire a raíz de las nuevas exigencias del torero: Madrid, Bilbao, Pamplona, San Sebastián, Almería, Salamanca, Logroño, Valladolid, Palencia, Huesca, El Puerto de Santamaría y Colmenar Viejo; “y estas otras”, añade, “a las que ya habíamos remitido los contratos para firma también antes del fin de nuestra relación de apoderamiento: Granada, Santander, Gijón, Zamora, Dax, Mont de Marsan, León, Segovia o Alicante, entre otras”.

Reta al torero a que manifieste públicamente “si la información que estoy exponiendo no es cierta”, y afirma que está “enormemente satisfecho y orgulloso de haber ayudado a Alejandro Talavante en una etapa concreta de su carrera, y de que la facturación del torero aumentara un 44% de 2015 a 2017, última temporada completa en la que trabajamos juntos”.

“Amo y respeto la Tauromaquia”, termina. “He dedicado mi vida y sacrificado mucho tiempo junto a mi familia por este trabajo que tanto me apasiona y en el que tanto tiempo invierto”.

Y pide, finalmente, indulgencia porque “como todo ser humano habré cometido errores y aciertos a lo largo de mi vida profesional. Siempre he aceptado y acepto con buen talante y espíritu de aprendizaje todas las críticas. Por ello, si alguna vez en el cotidiano ejercicio de mis funciones alguien se sintió ofendido pido disculpas públicamente”.

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