Fallece Manuel Ríos Ruiz, poeta y ensayista flamenco
Era uno de los últimos representantes de una reducida generación de intelectuales que contribuyó de manera fundamental a la revitalización y dignificación de este arte
Tras una prolongada enfermedad, ha fallecido en Madrid Manuel Ríos Ruiz (Jerez de la Frontera, 1935), ensayista y escritor, autor una extensa y muy premiada obra poética, y figura relevante del periodismo y de la investigación del flamenco. Con él se va uno de los últimos representantes de una reducida pero selecta generación de intelectuales que contribuyó de manera fundamental a la revitalización de este arte y, sobre todo, a su dignificación como hecho cultural identitario. En esa línea, Ríos Ruiz fue fundador, junto con otros compañeros, de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos Andaluces de Jerez, una institución a la que se sumarían escritores como José Manuel Caballero Bonald o Fernando Quiñones, entre otros. Precisamente, el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, sito en esta misma ciudad, tenía prevista para mañana la inauguración de una exposición sobre el 60º aniversario del la creación de la Cátedra, actividad que ha sido suspendida en señal de duelo.
La obra flamenca de Ríos Ruiz abarca más de media docena de títulos, entre los que destaca el monumental Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco (Cinterco), escrito junto a José Blas Vega y publicado en 1988. Ni qué decir tiene que, en esos años y durante muchos después, fue obra de referencia imprescindible, e incluso hoy día, con toda la información a golpe de clic, su consulta sigue siendo tan obligada como interesante. La antología crítica que contiene, una exhaustiva recopilación de citas de autores históricos sobre infinidad de artistas del cante, del baile y del toque, es algo que no se puede encontrar en la red.
Entre las aportaciones que contiene destaca su estudio de la corriente antiflamenquista, tan arraigada en la sociedad y la intelectualidad de este país
En el resto de sus libros, el autor muestra una mirada tanto al pasado como hacia el presente y también al futuro del flamenco, que lejos de ser objeto de preocupación, él vivió siempre con un llamativo optimismo, resultado de su carácter positivo e integrador. Nunca vio mal que otras músicas y disciplinas se acercaran al flamenco. Pensaba que lo hacían debido a su gran fuerza, y entendía que de esos encuentros nuestro arte salía fortalecido, sin perder su identidad original.
En 2002 publicó El gran libro del flamenco (Cinterco), una obra de balance y madurez. Entre las aportaciones que contiene destaca su estudio de la corriente antiflamenquista, tan arraigada en la sociedad y la intelectualidad de este país, o el de la denominada etapa de revalorización de este arte, que él vivió en primera fila, no solo como el gran aficionado que fue, sino también por su dedicación al periodismo flamenco, del que se puede considerar un pionero. Fue crítico del diario ABC y, durante quince años, mantuvo en Radio Nacional su programa El cuarto de los cabales.
La obra poética de Ríos Ruiz abarca casi docena y media de títulos, desde que publicara su primer poemario en 1963. Seis años después recibiría el Accesit del Premio Adonais y, desde entonces, todos sus libros fueron merecedores de las más diversas distinciones. De manera especial lo fue su obra El Oboe, Premio Boscán 1970 y Nacional de Literatura en 1972. También, en 1977, fue galardonado con el nacional de poesía flamenca por Razón, vigilia y alegría de Manuel Torre. También recibió el Premio Hispania de las Letras (1991) y el de periodismo El Convento (1999). Su lírica, en palabras del también poeta y periodista flamenco José María Velázquez-Gaztelu, destaca "por un lenguaje propio y original que lo hace perfectamente identificable".
Manuel Ríos Ruiz esta siendo velado en el Tanatorio de la M-30 de Madrid y sus restos serán trasladados mañana a su ciudad natal, donde será enterrado.
