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Michelle Dockery, el primer icono de Canneseries

La actriz de 'Downton Abbey' recoge el premio Variety Icon Award en el nuevo festival de televisión de la ciudad francesa y hace un repaso a su carrera

Michelle Dockery agradece su premio Variety Icon Award.
Michelle Dockery agradece su premio Variety Icon Award.Dominique Charriau (WireImage)
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Michelle Dockery se sonroja al oír la palabra icono. La actriz británica famosa por su papel en Downton Abbey recogió el sábado por la noche el premio Variety Icon Award entregado por primera vez en la inauguración del también nuevo festival Canneseries. "Icono es una palabra graciosa", dice riéndose. A sus 36 años y con una carrera que se ha expandido en la última década entre el teatro, la televisión y el cine, no parece del todo cómoda con la palabra, y cree estar muy lejos de las personas que para ella sí son iconos. "Sobre todo actrices: Eddie Falco, Helen Mirren, Lesley Manville...".

Anticipo de inauguración

Alfombra rosa extendida, flashes disparándose... Canneseries se inauguró oficialmente el sábado por la noche (después de una primera gala para el público francés) y el plato gordo de su primera noche era la cacareada adaptación de Jean-Jacques Annaud del bestseller La verdad sobre el caso Harry Quebert.

Patrick Dempsey, su protagonista, era también la cara más conocida del arranque del festival. Pero, tras una dinámica presentación del jurado, el director francés salió al escenario para confirmar que solo podía enseñar un "anticipo" de la serie. "Un anticipo exclusivo que solo veréis vosotros y que destruiremos después de esta noche", dijo para consolar a la audiencia de la gran sala Lumière. Fueron 35 minutos "de algunas de las escenas que más le gustan" de una serie en la que lleva trabajando dos años y que, por más que lo intentó, no ha podido acabar para llegar a Cannes. Los 35 minutos eran una selección de escenas que mostraban a un Dempsey joven y envejecido. Un tráiler largo que arrancó aplausos, pero dejó la inauguración colgando de un gran cliffhanger.

"Es un gran honor, claro", dice sentada en una terraza de la playa de Cannes. "Desde que me lo dijeron hace dos semanas me tenido la oportunidad de reflexionar sobre mi carrera, que es algo que no solemos hacer, porque siempre tiendes más a mirar hacia delante. Pero es bueno recordar tu viaje, dónde empezaste".

Precisamente, una de las cosas que ha venido a hacer a Cannes, en su primera visita a una ciudad que respira historia del cine y la televisión, ha sido recordar cómo ha llegado hasta aquí, hasta este reconocimiento, y hacer balance de su carrera que empezó en el teatro.

"Mis primeros cuatro años como actriz fueron sobre el escenario, allí me sentía en casa", cuenta. Las tablas fueron su forma de enamorarse de la profesión en la adolescencia. Sobre ellas, primero bailaba y cantaba, además de actuar. "Pero fue una profesora la que me animó a ir a clases de teatro dramático y así acabé siendo actriz, en lugar de bailarina o cantante, aunque estoy segura de que habría acabado en algo artístico si esto no hubiera salido bien", señala.

Pero obviamente, le ha salido muy bien. Dice que Lesley Manville, una de esas mujeres icono, fue su mentora y la que le dio los primeros consejos tan prácticos como recomendarle un agente. Así arrancó en televisión y después de papeles y series pequeñas se presentó al casting de Downton Abbey, "convencida de que no lo conseguiría" porque se iba a enfrentar a grandes nombres. Pero lo logró y fue Lady Mary Crawley durante seis temporadas de éxito mundial que le abrieron las puertas de Hollywood.

De hecho, al acabar la serie pensó que tardaría en reengancharse, que la encasillarían. Ocurrió justo lo contrario. Cumplió "otro sueño": trabajar en la televisión americana. Primero en Buen comportamiento, junto a Juan Diego Botto; y después, en Godless. Dos series de las que se siente especialmente orgullosa. "Me siento muy afortunada de ser parte de estos grandes papeles que se están escribiendo para mujeres", dijo. "Sobre todo, en televisión ves cada vez hay menos estereotipos y más y más mujeres reales".

De Letty, su personaje en Buen comportamiento, una ladrona y alcohólica, está aún enamorada. Sin atreverse a decir si habrá tercera temporada ("Es demasiado pronto"), cuenta que sigue en contacto con Botto y que ha sido uno de los personajes que "más energía" le ha exigido. "No solo por su personalidad, sino también porque es la primera vez que llevaba tanto peso, que estaba casi en cada escena", explica.

De Godless se queda con el sentimiento de "comunidad" que crearon entre las actrices y como eso resonó con el momento en el que se estrenó la serie, rodeado del movimiento #MeToo. "Creo que las mujeres se sintieron empoderadas por el show; es la respuesta que he tenido. Es algo que nadie había visto antes: un western liderado por mujeres", dice.

Tras la muerte de su prometido en 2015, al tiempo que acababa Downton Abbey, Michelle Dockery decidió volcarse en el trabajo, agarrar todas estas oportunidades que le salían. "Actuando es donde me siento más relajada", reconocía en Cannes. Tras las dos series, decidió volver al teatro con la obra Network, junto a Bryan Cranston. Pero ahora que ha acabado, después de años "sin parar", ha decidido tomarse las vacaciones y el descanso que necesitaba. "No tengo ni idea de que haré ahora, y eso me fascina".

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