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‘Billions’: Tiburones con piel de cordero en Wall Street

La tercera temporada de la serie ahonda en la avaricia y corrupción de sus protagonistas

Damian Lewis, en la tercera temporada de 'Billions'.

Mientras el presidente de Estados Unidos aplaude el éxito de Roseanne, otra serie muy diferente, Billions, es la que se llama “trumpista”. Lo dicen sus protagonistas y no porque estén de acuerdo con el mandatario estadounidense, sino por lo que refleja la serie: avaricia corporativa con piel de cordero y corrupción rampante entre los políticos.

“En Estados Unidos me saludan entre vítores por hacer de Bobby Axelrod mientras que en Inglaterra me llaman canalla por el mismo personaje. Supongo que depende del cristal con que lo miran”, comenta a EL PAÍS el intérprete británico Damian Lewis, el multimillonario al frente de esta serie cuya tercera temporada emite Movistar Series en las madrugadas del domingo al lunes (04.30), de forma simultánea a Estados Unidos, con un nuevo pase los lunes a las 22.30, ambos en dual. “Siempre tuvimos un tufillo trumpy. Desde el comienzo. Pero esta temporada está más claro, con nuevos personajes dentro del Gobierno que reflejan aún más la realidad que vivimos”, añade Paul Giamatti, su antagonista, que interpreta al fiscal federal de delitos financieros. “Cualquiera en la serie podría ser un nuevo miembro del gabinete Trump”, agrega Lewis con humor.

A los integrantes de este drama no deja de sorprenderles el apoyo popular que tiene el multimillonario frente a aquellos que representan la ley. Giamatti compara Billions con una historia de “policías y ladrones” donde se lleva ponerse de parte del malo. “Aunque me parece que van a cambiar las tornas”, anuncia el actor sin adelantar lo que trae la temporada. Lewis, que sigue analizando la anatomía de un billonario, piensa que la clave está en el carisma que les une. “No hablo de Gordon Gekko [protagonista de la película Wall Street] o de El lobo de Wall Street. Ahora son analíticos, saben escuchar y superan muchas trabas con su sonrisa”, les describe.

Ni Lewis ni Giamatti vaticinan un final feliz. Dure lo que dure —“cinco, seis temporadas”, aventura Lewis—, es imposible que haya ganadores. Para Giamatti, la serie refleja el continuo debate entre los dos poderes, económico y político. “En la realidad sabemos que la mitad de los que forman el mundo de Axelrod dirigen hoy el gobierno federal”, agrega fundiendo la realidad de Trump con la ficción creada por Brian Koppelman, David Levien, y Andrew Ross Sorkin.

Asia Kate Dillon, en 'Billions'.
Asia Kate Dillon, en 'Billions'.

En esta tercera temporada Asia Kate Dillon, que se incorporó al reparto en la segunda entrega, adquiere tanta importancia como Lewis y Giamatti en su papel de Taylor, analista de género no binario que acaba al frente de la compañía de gestión de fondos de Axelrod. “Es lo que más me gusta de esta serie, que no tiene miedo a ser real y aprender de lo que nos rodea”, afirma orgullosa de ser el primer actor (término que prefiere como inclusivo de masculino y femenino, según se utilizaba en los tiempos de Shakespeare) de género no binario que interpreta en televisión un papel fuera de la cisnormatividad.

“La serie nos está ofreciendo una gran plataforma”, agrega contenta de su presencia pero también orgullosa de que su género o el de su personaje no marque quién es Taylor en la trama. “Ni los guionistas ni los showrunners me preguntaron mi género. Además sería ilegal. Me escogieron por ser lo mejor para el papel”, subraya. Dillon está de acuerdo con sus compañeros de cartel en el peso que la era Trump tiene sobre esta serie. “Es un espejo cultural de nuestra competitiva sociedad que muestra la corrupción del poder”, resume antes de darle a Lewis la última palabra: “No hay nadie más competitivo que el presidente de los Estados Unidos y ya vemos dónde nos ha llevado”.

Fuera de género

Asia Kate Dillon quizá es el primer actor de género no binario interpretando su propio género pero no el único. Liv Hewson, la hija en Santa Clarita Diet, también se declara "ello", pronombre que prefiere para referirse a su persona, aunque no lo sea su personaje. Rose McGowan (Embrujadas) se declaró este año de género no binario, y la escritora, productora y directora de Transparent Jill Soloway es una de las primeras abiertamente inconformistas de género en televisión. "Al nacer dados mis atributos me asignaron mujer como género, pero yo me siento no binaria", explica Dillon, que se dio a conocer en Orange Is the New Black. "Los únicos papeles que no interpretaría son los de alguien con atributos masculinos. O los de un transexual, porque no es mi experiencia", argumenta. Eligió la categoría de actor al presentar su trabajo en Billions a los premios de la crítica y salió nominado.

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