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Tiempos de reinvención

2017 ha sido paradigma singular, que ha oscilado entre la vuelta a las raíces y la reformulación contemporánea

La cantante mexicana Natalia Lafourcade.
La cantante mexicana Natalia Lafourcade.carlos rosillo

El mercado-festival marsellés Babel Med se anuncia como un evento de músicas del mundo y jazz, pero Bernard Aubert, su director, afirma que “la world music es una invención”. Comparto la premisa; mas asumida la invención convengamos en que, asentado el imaginario, corren tiempos de reinvención. Y 2017 ha sido paradigma singular: en un extremo la vuelta a las raíces, a la tradición como revulsivo de la modernidad con artistas como el ghanés King Ayisoba; en el otro, la reformulación contemporánea del ritual encarnada por el groove afrocaribeño de Ìfé. Y en medio, territorios imprecisos aunque cercanos al pop y al rock como Lamomali, el proyecto del francés M con Toumani Diabaté y un puñado de artistas de aquí y de allá; la llamada anti world music de Pierre Kwenders, congoleño afincado en Quebec; las aventuras de BCUC (Soweto) y Kokoko (Kinshasa) y la expansión psicodélica del ethio-jazz y de las vibraciones orientales y gitanas que propone Black Flowers, grupo afincado en Bélgica. Más: la revisión queer de ese folclore urbano de los Balcanes llamado sevdalinka, que borda Božo Breco. Y en el siempre vibrante universo latino destacan, reconstruyendo los cancioneros a su manera, tres mujeres: Juana Molina, Natalia Lafourcade y Mon Laferte. Y la electroverbena colombiana de Systema Solar, claro. Quede además constancia de los hermosos conciertos de Franco Battiato en España (con sus achaques y todo) y las muertes del cantor Daniel Viglietti y del productor francés Marc Antoine Moreau.

Recomendaciones

1. Ìfé.IIII+IIII (Discos Ifá). He aquí uno de los discos más notables de ese territorio sonoro que engarza tradición con modernidad. En este debut (de título impronunciable) del combo liderado por Otura Mun, músico brillante y sumo sacerdote de la religión yoruba, los elementos acústicos y electrónicos no se yuxtaponen: dialogan e intercambian códigos creando nuevos patrones que expanden el universo musical.

2. Doueh & Cheveu.Dakhla (Born Bad Records). Vigoroso encuentro entre el grupo francés de post-punk Cheveu y la formación saharaui Group Doueh. No encontrarán exotismos en este disco grabado en Dakhla, sino un revulsivo choque de sonidos; una colisión-conexión de raíces, rock, electrónica, trance y distorsión. ¿Alan Vega en el desierto? Algo así.

3. Sinkane.Life & Livin’ It (City Slang / Musis As Usual). Londinense de ascendencia libanesa, Sinkane es paradigma de mezcla y sutileza musicales. Su propuesta no se inscribe en lo canónico: reformula la negritud transculturada creando códigos personales. Aquí revisa con pulso de directo algunos de sus hallazgos. Lo hace con los músicos que le acompañan en los conciertos y miembros del grupo Antibalas.

4. Omar Souleyman.To Syria, With Love (Because / Karonte). Por su aspecto, Omar Souleyman podría ser el Grga Pitic (el pintoresco personaje de una de las películas de Emir Kusturica) de Oriente Medio. Cantante de voz áspera, bregado en no pocos festejos de boda y con varios discos en su haber, este sirio mete el folclore dabke en gozosa cintura de sintetizadores y programaciones. Canta al amor, claro, pero también al exilio: con grandes meneos circulares y una balada abrasadora.

5. Les Amazones D’Afrique.République Amazone (Real World). Les Amazones d’Afrique es una reunión de artistas de África occidental como Rokia Koné, Angélique Kidjo, Kandia Kouyaté, Mariam Doumbia y Mamani Keita. En este álbum libran batalla contra la violencia machista, las mutilaciones genitales y los matrimonios forzados. Lo han armado cantando en varias lenguas y paseando diferentes ritmos africanos por sugerentes territorios.

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