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Columna
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La catarata

Los telediarios se dividen ya en dos parte: el caso Nóos y Donald Trump, el resto no existe

Ángel S. Harguindey
Imagen de archivo de Iñaki Urdangarin.
Imagen de archivo de Iñaki Urdangarin. Ballesteros (EFE)

Ya sólo falta que algún publicitario tenga la feliz idea de realizar un anuncio en el que en una remota cabaña de pastores, un venerable anciano comente mientras prepara una sopa de hierbas "¿Pero... se ha casado la infanta Cristina?". Es lo que tiene vivir lejos del mundanal ruido, y nunca mejor dicho lo del ruido.

Los telediarios se dividen ya en dos parte: el caso Nóos y Donald Trump, el resto no existe. Y ante la catarata de informaciones, análisis, comentarios, videotecas, chistes, memes y trending topics que las televisiones y redes ofrecieron el viernes sobre la sentencia, cabía la opción de ver Malavita (Cuatro), la muy divertida película del magnífico Luc Besson con unos excelentes Michelle Pfeiffer, Robert de Niro y Tommy Lee Jones, o recuperar las tres temporadas de una de las mejores series de los últimos años, Deadwood (Movistar Series Xtra), que ofrece la cadena de pago.

Malavita es un estupendo thriller trufado de humor negro en la línea de Quemar después de leer, de los hermanos Coen o, si se prefiere una referencia más clásica, en la de El quinteto de la muerte, de Alexander Mackendrick, del más estadounidense de los realizadores y productores franceses. Deadwood, por su parte, la serie ideada, producida y escrita por David Milch, exhibida originalmente entre 2004 y 2006 y reestrenada ahora, está a la altura de Los Soprano o The Wire aunque su aceptación popular fue menor al narrar una historia coral del Oeste americano de un pueblo emergente en la década de 1870. En todo caso, largometraje y serie permitieron al espectador oxigenarse en parte del alud informativo del caso Nóos, del que, pese a ello, quedó una duda: ¿Por qué se absolvieron a la infanta y a Ana María Tejeiro, la mujer de Diego Torres, de sendos delitos fiscales y se condenó a María Amparo Fernández Blanes, exmujer de Carlos Fabra, a dos años de prisión por el mismo delito?

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