Llorando a 'The Good Wife'
Se ha acabado The Good Wife. Alicia Florrick se despidió en Estados Unidos este fin de semana y lo hará en Fox Life este jueves. Otra de las grandes series de esta era dorada de la televisión se ha acabado. No habrá hecho tanto ruido como otras pero somos muchos los que lloramos la marcha de una serie que se despide a tiempo, sin arrastrarse, cuando estaba planeado que ocurriera. The Good Wife dejará un hueco enorme en una ficción televisiva a la que sacó lustre y que mejoró con su atención al detalle. El adiós de la serie nos deja desconsolados por muchos motivos. Estos son solo algunos de ellos.
- Porque sus guiones
Robert y Michelle King lideraban una sala de guionistas en la que se urdía la grandeza de The Good Wife. En siete temporadas ha tenido algún bajón, por supuesto. Aquella historia con el marido de Kalinda fue insufrible. Las dos últimas temporadas también habían perdido fuelle y la serie parecía funcionar con el piloto automático puesto. Pero aun en esos momentos más bajos, seguía siendo superior a la gran mayoría de las series de la actualidad. En la quinta temporada rozó la perfección, aunque desde la segunda ya había tomado una altura de vuelo impresionante. Ha sabido combinar perfectamente las tramas capitulares con otras de largo recorrido que afectaban a la vida de los personajes, al bufete o a la carrera política de los Florrick.
- Porque sus personajes nos importaban
Da igual que fueran protagonistas, secundarios o invitados. Cada personaje de The Good Wife se cuidaba con mimo. La serie daba a los actores la oportunidad de brillar gracias a personajes que calaban en el público. Lo hacía con los que han estado desde los inicios (grandiosa Diane, Peter, Cary…) y con los que llegaron para estancias breves y se terminaron quedando por su buena acogida, como Eli Gold. Otros se incorporaron ya avanzada la serie pero se ganaron el favor del público, como Jason Crouse o Lucca Quinn. Los abogados contrarios, los jueces... Casi todos sus personajes son tan redondos que merecerían tener su propio spin off.
- Porque era actual
Hay pocas series ahora mismo que hayan estado tan pegadas a la actualidad como The Good Wife. Y pocas que hayan explicado tan bien cosas tan complejas como las escuchas de la NSA, el bitcoin o Anonymous. Algo saltaba a las noticias y en dos o tres semanas te lo podías encontrar en un capítulo de The Good Wife. Y no se cortaban a la hora de tratar temas conflictivos: el racismo, la pena de muerte, el sistema de salud en Estados Unidos… Sin compasión.
- Por su elegancia
The Good Wife es una serie elegante en varios sentidos. Elegancia a la hora de tratar los temas y los personajes. Elegancia visual en el acabado de la serie. Y elegancia en sus personajes, vestidos siempre impecablemente. No hay dinero que pague el fondo de armario de Alicia Florrick y de Diane Lockart. Tal es así que un modelo de la protagonista de la serie fue utilizado por la mismísima Michelle Obama en el discurso del Estado de la Unión de 2015.
- Porque nos rompió el corazón
Hay quienes sostienen que desde el capítulo 5x15 ya nada volvió a ser igual. Y es verdad. Ese capítulo hizo que el corazón de los seguidores de la serie se paralizara. Quedaron en shock. Incluso hubo quien dijo que se había atacado la esencia misma de la serie. Un terremoto emocional recorrió The Good Wife. Por si alguien que no ha visto ese capítulo está leyendo esto, no lo vamos a verbalizar. Pero hubo un día en que The Good Wife nos rompió el corazón. Y algunos todavía no lo hemos superado.
- Porque nos hizo llorar, pero también reír
Sobre el papel, The Good Wife es un drama. Pero en la práctica, muchos de sus capítulos eran prácticamente comedia. Alta comedia. Risas que podían aparecer en medio de las situaciones más trágicas sin avisar previamente. Juegos con las expectativas de los espectadores, guiños a lo que saben que sabemos. Como aquel encuentro en el bufete que Eli Gold describió como una “fiesta sorpresa” para Peter.
- Porque era una serie de abogados... y mucho más
Muchos espectadores no pasaron de sus primeros capítulos pensando que sería solo una serie más de abogados. Perdónalos, Señor, porque no saben lo que se pierden. Ante todo, The Good Wife es la historia de la evolución de Alicia Florrick hasta convertirse en algo que posiblemente la Alicia del principio desaprobaría. Todos hemos cambiado con ella. Hemos sentido, nos hemos emocionado, hemos sufrido, hemos reído, hemos reflexionado, hemos aplaudido, hemos bebido (vino, por supuesto). Y hemos disfrutado de una de las mejores series del panorama actual.
- Porque termina como tenía que terminar
Como ocurre con todos los finales, el de The Good Wife tiene defensores, detractores y gente a medio camino. Ningún final puede contentar a todo el mundo. Pero lo que sí ha hecho la serie es ser fiel a sus principios. Termina como tenía que terminar, porque Alicia Florrick ya no es Santa Alicia, y alguien se lo tenía que dejar claro. Se va con un capítulo final en el que hay emoción, recuerdos, dudas... Una vez más, la vida.
Gracias por el viaje, The Good Wife. Se te echará mucho de menos.
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