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Buena impresión de Pablo Aguado en Las Ventas ante un encierro inválido

Un toro de Victorino cornea gravemente en el muslo izquierdo a Antonio Puerta en Cieza

El novillero Pablo Aguado dejó muy buena impresión en la tarde de su debut en Las Ventas, en la que dio una vuelta al ruedo después de imponerse a un encierro inválido e infumable de Hermanos Sánchez Herrero, con el que se estrellaron de bruces tanto Miguel Ángel León como José Ruiz Muñoz.

Con un quinto de entrada, en tarde gris y fría, se lidiaron novillos de Hermanos Sánchez Herrero, de grandonas y destartaladas hechuras, y muy deslucidos por su manifiesta invalidez. Primero y cuarto desarrollaron muchas complicaciones.

Miguel Ángel León: estocada tendida y catorce descabellos (silencio tras aviso); y estocada caída (silencio).

José Ruiz Muñoz (nuevo en esta plaza): casi entera tendida (silencio); y estocada atravesada (silencio).

Pablo Aguado (nuevo en esta plaza): estocada trasera y descabello (vuelta al ruedo tras petición de oreja, con dos avisos); y pinchazo y estocada (ovación tras aviso).

El manto grisáceo del cielo de Madrid fue un presagio de lo que dio de sí la primera novillada del año en Las Ventas. Un espectáculo de lo más decepcionante por el deslucido comportamiento del sexteto de utreros de Sánchez Herrero, inválidos totales.

¿Para qué están los veterinarios? y, aún más, ¿para qué el presidente, que los mantiene después en el ruedo? Una tarde para olvidar por el fiasco ganadero, a pesar de la buena imagen que dejó el debutante Pablo Aguado.

Y eso que no tuvo tela que cortar en su primero, novillo sin fuerza alguna, con el que, no obstante, Aguado dejó detalles que hacen atisbar en él un sello que aúna personalidad, gusto y torería.

No fue faena compacta por lo poco que se prestó el inválido, sin embargo, tuvo interés a pesar del largo tiempo que estuvo delante, llegando a sonar dos avisos, el primero antes de montar la espada. Trajo gente Aguado, lo que explica la petición de oreja que hubo, mas todo quedó en una vuelta al ruedo con división de opiniones.

A la puerta de chiqueros se fue Aguado a recibir al que cerró la tarde, al que lanceó después con soltura y arrebato a la verónica. En la muleta volvió a calar el sevillano y toreó de maravilla por naturales de frente y a pies juntos. Detalles aromáticos, pocos pero muy buenos ante otro claudicante antagonista.

León jugó los brazos con destreza en las verónicas de recibo al que abrió plaza, un novillo de exageradas hechuras por altón y montado, y que se movió descompuesto. El joven sevillano porfió en las dos primeras tandas a derechas, pero a partir de ahí el animal empezó a acortar aún más el viaje, y se puso complicado, tanto que, después de un desarme, llegó a pegarle un topetazo en el pecho cuando ensayaba el toreo al natural. Ahí se acabó todo. El petardo con el descabello, también fenomenal.

El cuarto fue un novillo pegajoso, a pesar de aparentar un buen pitón izquierdo. Pero no. El de Sánchez Herrero se revolvía como una lagartija en la muleta de un Miguel Ángel León que demostró oficio, aunque no estructuró faena, y que volvió a pasar algún que otro momento de apuro.

Ruiz Muñoz tuvo la peor suerte con el novillo de su debut en Madrid, inválido total, y que el presidente decidió mantener en el ruedo a pesar de sus continuas claudicaciones, derrumbándose incluso en banderillas.

Volvió a desplomarse en las probaturas de muleta, donde estuvo más tiempo en el suelo que de pie. El enfado de la gente fue acorde con la desolación del sobrino nieto de Curro Romero.

Con el cuarto, y después de pasar alguna fatiga con el percal, Ruiz Muñoz optó por desentenderse de la lidia, encomendándole a su subalterno Alcalareño que lo pusiera en el caballo. Y, como no podía ser de otra manera, se afligió pronto el hombre en la muleta ante un novillo muy deslucido por blando y descastado.

Grave cogida de Antonio Puerta

Los diestros Rafael Rubio Rafaelillo, Paco Ureña y Antonio Puerta han cortado un total de seis orejas a los toros de Victorino Martín lidiados en la corrida celebrada en Cieza (Murcia), en la que el último espada resultó cogido durante la faena de muleta al que cerraba plaza.

El encierro ha estado bien presentado y manejable, a excepción del primero, peligroso, y el quinto fue premiado con la vuelta al ruedo, protestada por el público.

Rafael Rubio Rafaelillo: ovación con saludos y dos orejas.

Paco Ureña: oreja y dos orejas.

Antonio Puerta: oreja en el único toro que lidió, por su cogida en su segundo, estoqueado por Rafaelillo, al pasar el de Cehegín a la enfermería.

La plaza registró tres cuartos de entrada, y entre los banderilleros sobresalió Antonio Cama, de la cuadrilla de Puerta, que se desmonteró tras colocar dos buenos pares.

Tras el paseíllo, el club taurino de Cartagena entregó a los tres espadas los premios como triunfadores de la temporada 2015.

El parte médico emitido por el cirujano de la plaza, Ricardo Robles, señala que Puerta sufre una cornada de 25 centímetros en la cara externa de la pierna izquierda de pronóstico grave. Tras una primera intervención en la enfermería de la plaza, ha sido trasladado al hospital Virgen de la Arrixaca, de la pedanía murciana de El Palmar.

En esa misma pierna sufrió otra cogida en abril de 2015 en la plaza madrileña de Las Ventas. Pese a la gravedad de la cornada, Robles se ha mostrado esperanzado en que, si no hay complicaciones, el torero pueda regresar al ruedo el 17 de abril en el festival contra el cáncer de Murcia.

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