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OBITUARIO

Brigitte Engerer, pianista

Combinó la fuerza y temperamento de la escuela rusa con la transparencia de la francesa

La pianista Brigitte Engerer, agradeciendo un premio que se le entregó en Nantes en 2011.
La pianista Brigitte Engerer, agradeciendo un premio que se le entregó en Nantes en 2011. DAMIEN MEYER (AFP)

 “Esa noche jamás un piano cantó tanto”. Así resumió el violonchelista Henri Demarquette el último concierto que ofreció su amiga y pareja artística Brigitte Engerer. Fue el pasado 12 de junio, 11 días antes de que la pianista francesa muriera en París a los 59 años víctima de un cáncer. En aquella última velada tocó el Concierto para piano de Schumann acompañada por la Orquesta de Cámara de París en el Théâtre des Champs-Élysées, donde había debutado medio siglo antes cuando todavía era una niña.

Brigitte Engerer nació en Túnez el 27 de octubre de 1952 y desde pequeña empezó a estudiar piano. Ya a los seis años dio su primer concierto en público y tres años después debutó en el Théâtre des Champs-Élysées de París, ciudad a la que su familia se trasladó en 1963 para que ella pudiera proseguir sus estudios en el conservatorio de la capital francesa bajo la dirección de Lucette Descaves.

El 1969, tras ganar uno de los premios del Concurso de Piano Marguerite Long, aceptó la invitación del Conservatorio Chaikovski de Moscú para perfeccionar su técnica bajo la tutela de Stanislas Neuhaus. Había previsto quedarse allí un año, pero terminó permaneciendo en la capital rusa nueve años. “La vida era dura, pero cuando me instalé en Moscú ya no pude irme. Me enamoré de aquella tierra”, recordaba la pianista en una entrevista en 1992 su estancia en la ex-Unión Soviética. Su paso por el Conservatorio de Moscú no solo hizo de ella una brillante pianista desde el aspecto técnico, sino que la convirtió en una singular intérprete cuyos dedos aunaban la potencia y el temperamento de la escuela rusa y la transparencia de la tradición francesa.

En 1980 su carrera internacional recibió un impulso decisivo cuando Herbert von Karajan la escuchó y la invitó a interpretar bajo su dirección con la Filarmónica de Berlín. Tocó con algunas de las mejores orquestas europeas y de Estados Unidos y bajo la batuta de destacados directores de orquesta como Zubin Mehta, Daniel Barenboim, Riccardo Chailly, Seiji Ozawa o Jesús López Cobos, entre otros. Amante de la música de cámara, formó frecuentemente pareja artística con los también pianistas Boris Berezovski y Michel Béroff, el viola Gérard Causé o el violonchelista Henri Demarquette, entre otros. Especializada en la música rusa y los compositores franceses, en particular Chaikovski, Prokófiev, Mussorgski y Saint-Saëns, Brigitte Engerer fue también una gran intérprete de la obra de Schumann.

En España se la recuerda desde la mitad de la década de 1990 principalmente por sus colaboraciones como pianista invitada con la Orquesta Nacional de España (ONE) en Madrid, la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) en el Palau de la Música Catalana o la Orquesta de Valencia.

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