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Paris Photo se agranda y mira al continente africano

La feria especializada, que se celebra en el Grand Palais, complementa su carácter comercial con un programa que se asemeja a la programación de un festival

La ciudad de París ha logrado esta semana que prensa, comisarios, coleccionistas y aficionados dejen de mirar al sur de Francia cuando se habla de fotografía y vuelvan su mirada a la capital, que ha abierto las puertas del Grand Palais para albergar la feria de arte especializada Paris Photo.

Si el sur del país acoge cada año los veteranos festivales Les Rencontres d'Arles y Visa pour l'Image, París acoge esta semana el mercado fotográfico más relevante de Europa, que estrena, además de una sede a la altura de su ambición, director (Julien Frydman) y una celebrada ambigüedad: la de complementar su carácter comercial con un programa que se asemeja a la programación de un festival.

"La feria no va sólo de comprar y vender imágenes. Se trata de aprovechar la energía mágica para estimular el intercambio de ideas", dice Julien Frydman

No sólo la parte expositiva tiene un lugar muy destacado en este mercado de imágenes, como demuestra la relevancia que se da a la exposición de los Encuentros de Bamako, el festival de fotografía más conocido del continente africano. Sus promotores han querido que la 15ª edición de Paris Photo, más allá de su carácter comercial, tenga una fuerte vertiente intelectual.

Por ello, la feria, que rinde homenaje a la fotografía del África subsahariana (De Bamako a Ciudad del Cabo), ha organizado un extenso foro de debate y se presenta al público como una iniciativa valedora de la edición (con la institución, por primera vez, de un premio al mejor libro fotográfico) y un escaparate de las adquisiciones recientes de tres museos: el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York, la Tate de Londres y el Museo del Elíseo de Lausana.

Así lo expresó Frydman al presentar a los periodistas la programación: "La feria no va sólo de comprar y vender imágenes. Se trata también de aprovechar la ocasión, la energía mágica que propicia este foro, para estimular el intercambio de ideas".

Sobre la elección del África subsahariana como invitado especial, Frydman mencionó la "digestión postcolonial" de la producción fotográfica desde los años del apartheid en Sudáfrica, como muestra de una evolución que recoge "el legado de David Goldblatt y Mikhael Subotzky".

Esa evolución, a su vez, permitió el surgimiento de "una nueva generación que podía, de repente, abordar asuntos como la transgresión sexual, la identidad y el territorio", yendo más allá de los estereotipos de índole política, según el director de la feria.

Interrogado por El País sobre la presencia de África en Paris Photo, el comisario y editor gráfico Marc Prüst señaló que "hay que tener en cuenta que la selección de imágenes provenientes de los Encuentros de Bamako se enmarca en el contexto de una feria comercial. Es un punto de partida".

Prüst entiende que el marco ideal para apreciar la fotografía africana lo ofrecen "los encuentros que se vienen celebrando en Mali, Nigeria o recientemente en Etiopía" y, si bien elogia la labor de los comisarios, cree que esa ventana resulta insuficiente para dar a conocer "lo que está pasando en África, el trabajo de las jóvenes generaciones y su enorme potencial".

Junto a ese acento geográfico, el otro motivo elegido para dotar de personalidad a esta edición es el concepto de Mutaciones. Este es también el título de un libro-manifiesto editado por la comisaria Chantal Pontbriand y publicado por Steidl que recoge diferentes ensayos sobre la fotografía a cargo de expertos, comisarios, editores y coleccionistas.

Desde un punto de vista anecdótico, y pese al aire de grandeur que transmite la Nave del Grand Palais, a Paris Photo se le puede acusar de cualquier cosa menos de chovinismo: el 65% de los 135 participantes, entre galeristas y editores, son internacionales; el autor más reclamado en la inauguración era el norteamericano William Eggleston, y la exposición que más curiosidad atrajo el primer día fue un mural coordinado por el editor alemán Markus Schaden que disecciona la intrahistoria del libro de culto Love on the Left Bank (Amor en la Rive Gauche), del fotógrafo holandés Ed van der Elsken.

Una pseudofotonovela fuera de horma que ha sido editada en varios idiomas... pero nunca en francés.

Dakar, Senegal, de la serie 'Open see' (2008).
Dakar, Senegal, de la serie 'Open see' (2008).JIM GOLDBERG (MAGNUM PHOTOS)

Hay vida más allá de Paris Photo

Si no se dispone de presupuesto para comprar fotografías en el Grand Palais, o si la idea de enfrentarse a una cola imposible para comprar libros firmados por William Eggleston, Malick Sidibé o Wiliam Klein no resulta atrayente, París alberga también estos días una miriada de eventos relacionados con la fotografía que aprovechan el tirón de la feria para ofrecer un menú alternativo: desde la muy admirada Offprint, escaparate de editores alternativos y no tanto, hasta las ferias Fotofever, nofound, Photo Off...

O se puede acudir al centro especializado en fotografía documental Le Bal, con una de las mejores librerías del sector, para hojear el volumen El fotolibro latinoamericano de Horacio Fernández, que será objeto de una exposición en esta misma sede a partir de enero.

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