Los zapatos de la novia cobran relevancia desde un punto de vista menos clásico y más artístico.ANDRÉS PARROCaptar el momento, el detalle, la anécdota, es uno de los retos de la nueva tendencia de fotografía nupcial a medio camino entre el arte y el recuerdo.FRAN RUSSOUna novia atraviesa un túnel. El juego de luz y sombras revela una imagen alejada de cualquier tópico y graba un instante irrepetible e imperceptible para el público.ANDRÉS PARRO"Deja que el gesto fluya", es una de las frases que Fran Russo repite en sus talleres. Expresiones espontáneas y naturales que la cámara capta pero que no se preparan.FRAN RUSSORestar rigidez pasa por inmortalizar la imagen divertida y desenfadada aunque los retratados no pongan la pose perfecta. No todos los recuerdos pueden ser impecables.ANDRÉS PARROEl amor sí puede ser blanco y negro en las fotografías de Roberto Valenzuela. Un vestido de novia, una sombra y una copa desdibujada sirven para reflejar los nervios, la alegría, la voluntad de que "todo sea perfecto".ROBERTO VALENZUELAFotomontaje con una modelo que posa para Kake Regueira y profesionales que ensayan con sus cámaras.GORKA LEJARCEGIEl fotógrafo profesional Fran Russo, sobre el césped con camiseta marrón, junto a sus alumnos en el taller que impartió en el Congreso de Fotógrafos de Bodas que se celebra en Madrid.GORKA LEJARCEGIEl trabajo de estos fotógrafos está cada vez más demandado y los novios pagan unos 2.000 euros de media -500 euros más que por un trabajo tradicional-, aunque el precio puede alcanzar los 4.000 euros.GORKA LEJARCEGI
