Mario Vargas Llosa: "Pancho era un editor tenaz"

"Pancho era", dijo esta noche desde Nueva York Mario Vargas Llosa, "un editor tenaz de autores latinoamericanos, una curiosidad incansable por todo, y un buen amigo". El último premio Nobel de Literatura hablaba cuando acababa de abrirse al público en la sede madrileña de la Fundación Santillana la capilla ardiente en la que se velan los restos de Francisco Pérez González, cofundador (con Jesús de Polanco) de la editorial Santillana, cuyo nombre evoca el origen cántabro de ambos socios. Los Reyes y los Príncipes de Asturias enviaron esta tarde sus condolencias a la familia de Francisco Pérez Gónzalez.

La capilla está en el mismo lugar en que, en años sucesivos, 2007 y 2008, reposaron los restos de Polanco y los de su hija Isabel, que fue consejera delegada del Grupo Santillana.

Con la familia de Pancho Pérez González, su pareja, Rosa Bernal, sus hijos, sus numerosísimos amigos; estaban también los hijos de Polanco, cuyo hijo mayor, Ignacio, es presidente del Grupo Prisa, del que Francisco Pérez González fue consejero y luego consejero de honor. Acudieron a la capilla ardiente el consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, y numerosos directivos del grupo.

A lo largo de la tarde pasaron por la capilla ardiente numerosas personalidades del mundo político, cultural y empresarial de España. Avisado de la gravedad del estado de salud de su amigo, hizo viaje desde Colombia el ex presidente de la República, Belisario Betancur, presidente ahora de la Fundación Santillana para Iberoamérica. Coetáneo de Pancho, compartió con este la vocación latinoamericana que late en la aventura que Polanco y Pérez González iniciaron hace 50 años.

Ana Pastor, miembro de la ejecutiva del Partido Popular y amiga personal de Pérez González, definió la ausencia de este con la emoción que refleja una relación larga: "Era un amigo, era sutil, tenía la gracia de un hombre inteligente. Es un hueco que no se puede reemplazar".

"Era un referente" para editores, pero también para políticos. Así lo veía Milagros del Corral, ex funcionaria de la Unesco y ex directora general de la Biblioteca Nacional, emocionada también "ante este hueco que se abre a nuestros pies". "Era como un padre segundo; me inspiró, me ayudó; se me mueve la tierra bajo mis pies. Era una referencia, y en este sentido me ha parecido que estamos ante un fin de época. ¿Quiénes son hoy las personas que nos dan esta seguridad con su aviso, con su consejo?"

Un gentío de editores, de personalidades; muy temprano llegaron Esperanza Aguirre, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, Miguel Ángel Cortés, Gabriel Elorriaga, Guillermo de la Dehesa, el presidente de Santillana, Emiliano Martínez... El tenor de las reflexiones sobre Pancho coincide con las que el premio Nobel Vargas Llosa nos dijo desde Nueva York. Un editor tenaz, un amigo. Y, además, como señalaba Patricia Llosa, la esposa de Mario, "alguien que estaba en todas partes, en las conferencias, en las presentaciones. ¡En dónde no nos habremos encontrado! A veces he pensado que era como Dios, ¡en todas partes!"

La capilla ardiente se abrirá de nuevo en la sede de Santillana a las doce del mediodía del domingo. El sepelio tendrá efecto en la intimidad.