El escultor Eduardo Chillida supera la neumonía y se encuentra fuera de peligro
Es muy posible que el artista reciba el alta médica este mismo fin de semana
El escultor vasco Eduardo Chillida, que ingresó el pasado día 13 en una clínica de San Sebastián en estado crítico, ha superado la grave neumonía que sufría y es posible que sea dado de alta a finales de esta semana, según ha informado uno de sus hijos. La Policlínica de Guipúzcoa ha confirmado que la evolución del artista en los últimos días ha sido "satisfactoria" y que ya se encuentra recuperado del proceso bronco-neumónico, aunque no ha adelantado la fecha de su alta médica.
Luis Chillida, uno de los ocho hijos del prestigioso artista donostiarra y director del museo de Hernani (Guipúzcoa) que acoge buena parte de su obra, ha señalado que los médicos comunicaron ayer a la familia de que, salvo complicaciones, el escultor podrá regresar a su hogar para el fin de semana.
"La evolución está siendo estupenda y estamos todos muy satisfechos", ha indicado Luis Chillida, quien ha precisado que su padre "ha superado totalmente" la crisis bronconeumónica y las insuficiencias respiratorias y cardíacas que padecía.
La familia celebra la mejoría
El hijo del escultor ha añadido que su padre "tiene ya los pulmones limpios", "respira de forma natural" y le han ido reduciendo la medicación por vía intravenosa, aunque "todavía le mantienen la alimentación por sonda enteral, con la que tendrá que seguir bastante tiempo".
Luis Chillida ha destacado que su madre, Pilar Belzunce, y sus hermanos, así como el resto de allegados, están "muy contentos de cómo ha aguantado esta crisis tan fuerte", aunque todos son conscientes de que cuando regrese a casa deberán seguir afrontando el curso de la enfermedad cerebral degenerativa irreversible que ya padecía desde hace algunos años y que se encuentra actualmente en fase muy avanzada.
Entre las "novedades" de los últimos días, el hijo del escultor anunció que la familia acaba de recibir la comunicación de que al artista le han concedido recientemente un nuevo premio, la Gran Cruz que otorga anualmente el Instituto del Mérito Humanitario de Barcelona, en reconocimiento a su "dilatada y extraordinaria dedicación al arte".
