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Pepa Bueno: “Con transparencia editorial y financiera podemos conservar la confianza de los ciudadanos que nos leen”

La directora de EL PAÍS advierte durante la ceremonia de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo contra los que pretenden desprestigiar el periodismo: “El odio es un negocio. Y están ganando mucho dinero con el odio”

La directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, con el periodista de Televisión Española y conductor de la ceremonia de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo, Carlos del Amor, este martes en Barcelona. Foto: MASSIMILIANO MINOCRI | Vídeo: EPV
El País

La directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, ha defendido los valores del periodismo en la ceremonia de los Premios Ortega y Gasset celebrada en la tarde de este martes en Barcelona. Durante un diálogo con el presentador de la gala, el periodista de TVE Carlos del Amor, Bueno ha afirmado que “con transparencia editorial y financiera podemos conservar la confianza de los ciudadanos que nos leen”. Y también ha advertido contra los que desde distintos intereses intentan desprestigiar la labor periodística. “Saben que no nos intimidan. Que vamos a seguir haciendo nuestro trabajo. El objetivo último es generar desconfianza de los ciudadanos en el periodismo. Desprestigiarnos. Si desprestigias el periodismo estás neutralizando toda la información que podamos contar, la que les es molesta y la que no. Ese es el objetivo político. Y también hay razones económicas. Hay muchos autodenominados medios de comunicación, libelos en realidad, que ganan mucho dinero. Porque el odio es un negocio. Y están ganando mucho dinero con el odio. Por tanto, en esta época hay dos artículos de lujo a mi juicio: uno es el tiempo y otro es la información. Afecta a todos los seres humanos en el planeta. A los que tienen que luchar por las cosas más básicas, porque tienen que emplear todo el tiempo que tienen en la vida en huir del hambre y la guerra. Y para los que tenemos el privilegio de habitar esta parte privilegiada del planeta, porque vivimos de manera acelerada. Disponer del tiempo no siempre depende de nosotros. Pero la información es un lujo mucho más accesible. Está al alcance. Solo hay que buscarla”.

—Entonces, ¿habrá salida? —ha preguntado Del Amor.

—Claro que hay salida. ¿Cómo salimos de esa desconfianza que tantos poderes políticos y económicos quieren sembrar en el periodismo? Haciendo bien nuestro trabajo, en primer lugar. Estar muy abiertos, ser muy sensibles a los intereses de la ciudadanía y a cómo quiere ser informada. Y a mi juicio, también con transparencia. Tenemos que enseñar a los ciudadanos cómo hacemos nuestro trabajo, cuál es el protocolo que nos lleva a publicar una noticia. Además, tener transparencia editorial sobre cuáles son los valores que defiende un medio. Y en tercer lugar: transparencia financiera. Quién es nuestro dueño y cómo nos financiamos. Con esos elementos podemos conservar la confianza de los ciudadanos que nos leen, que son muchos, afortunadamente; y también, recuperar la de aquellos en los que ha sido eficaz esa estrategia de desprestigiar al periodismo.

Carlos del Amor ha comenzado su encuentro con Pepa Bueno en los primeros compases de la ceremonia de los Premios Ortega y Gasset recordando que ambos fueron compañeros en Televisión Española. “Y cómplices en muchas cosas”, ha dicho Del Amor. “Este señor venía con una idea peregrina”, ha evocado Bueno. “O era yo la que iba a su mesa con una idea peregrina. Y así nació un género. Como cuando contaste cómo suenan los besos en un aeropuerto el día de Navidad”.

Tras el recuerdo de aquellos años en la televisión pública, la directora de EL PAÍS ha reflexionado sobre el estado de la libertad de prensa ante las distintas amenazas que supone la desinformación. “La materia prima de nuestro trabajo es la realidad. Y la realidad emite señales inquietantes sobre la libertad de prensa. Voy a citar cuatro recientes. Uno fundamental: Gaza. La prensa internacional no está en Gaza. No estamos contando desde dentro lo que pasa. Cuando ocurrió el ataque salvaje de Hamás a Israel estuvimos en los escenarios de la masacre que acabó con la vida de 1.200 personas y pudimos contarlo. Ahora han muerto 34.000 palestinos y muchos otros miles sobreviven a la destrucción, el hambre y las enfermedades, y no podemos ir allí a contarlo. Entre esos muertos están entre 100 y 130 periodistas palestinos que han sido nuestros ojos dentro de la Franja. Otro episodio de esta misma semana: La televisión pública italiana, la RAI, ha censurado al escritor Antonio Scurati, autor de una gran obra y de una biografía monumental sobre Mussolini. Tenía que intervenir en el aniversario de la liberación de Italia del fascismo en 1945. Y no solo lo han censurado. La primera ministra lo ha señalado públicamente. Aquí, en España: un cargo público, jefe de gabinete de la presidencia de la Comunidad de Madrid, ha difundido la fotografía y la identidad de dos periodistas de EL PAÍS que estaban haciendo su trabajo en la calle. Y ha señalado en las redes sociales con acusaciones falsas a periodistas de EL PAÍS y elDiario.es. Y otro episodio: Bukele gana las elecciones en febrero en El Salvador y en su discurso de esa noche señala y critica a dos periódicos: a The New York Times y al diario EL PAÍS”.

Del Amor ha interpelado también a la directora de EL PAÍS sobre cómo va a convivir la inteligencia artificial con el periodismo. “Yo parto de una base”, ha dicho el presentador. “El apellido: Artificial”. Bueno ha respondido: “Con expectación, en primer lugar. ¿Qué puede ofrecernos esta nueva tecnología para hacer mejor nuestro trabajo y ofrecerlo de manera más efectiva a nuestros lectores, espectadores y oyentes? Y teniendo muy claro que siempre habrá un ser humano, un periodista, en ese proceso”. Del Amor, periodista cultural en Televisión Española, ha afirmado que la inteligencia artificial lo va a tener más difícil en el terreno de la cultura, sobre el que también ha departido con Pepa Bueno. “En EL PAÍS vemos la cultura como refugio y como palanca de las sociedades desarrolladas”, ha dicho Bueno. “La era digital nos ha traído una democratización de la cultura. Todo a la vez en todas partes. Y en un periódico es importante fomentar la cultura de la tolerancia”.

El encuentro entre ambos periodistas ha terminado con una evocación de la interacción con los lectores de EL PAÍS, que tienen uno de los espacios destacados del periódico en las cartas que llegan a la directora del periódico. “Críticas que nos ayudan a mejorar, aplausos que nos dan mucha alegría y cartas a la directora donde los lectores comparten su intimidad, sus penas y alegrías”. Del Amor ha dado paso a continuación a una lectura interpretada de algunas de esas cartas que llegan cada día a la directora de EL PAÍS. Pero ha sido interrumpido por Pepa Bueno para demostrar cómo suena el beso de dos amigos. “Este último ha sonado bien”, ha concluido Del Amor.

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