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La OCU y asociaciones de otros 12 países denuncian en Bruselas a los envasadores de botellas de agua por ecopostureo

Las entidades de consumidores piden que se retiren de los envases afirmaciones exageradas como que son 100% reciclables y recicladas en una industria que produce millones de toneladas de residuos

Miguel Ángel Medina
Varias botellas de agua en un supermercado.
Varias botellas de agua en un supermercado.Kypros (Getty Images)

Beber agua embotellada contamina mucho más que si se opta por la del grifo, pues la primera genera toneladas de residuos y emisiones por el transporte. Sin embargo, la mayoría de las marcas incluye mensajes verdes como “Reconecta con lo natural” o “100% reciclable y reciclado”. La Organización Europea de Consumidores (BEUC) y asociaciones de 13 países —entre ellas, la OCU española— han investigado al sector y han presentado una denuncia ante la Comisión Europea contra las principales envasadoras por ecopostureo (o greenwashing), al considerar que esos mensajes incumplen la normativa europea. “Pedimos que se sancione a las empresas incumplidoras porque están engañando al consumidor”, dice Ileana Izverniceanu, portavoz de la OCU. La patronal europea responde que el sector “es pionero en la circularidad de los envases y concede gran importancia a una comunicación clara y transparente hacia el consumidor”.

Según los datos de estas entidades, el consumidor europeo medio bebe unos 118 litros de agua embotellada al año y el 97% de esta agua se envasa en recipientes de plástico. Estos recipientes son una de las principales fuentes de contaminación por plásticos en los mares europeos, que cada año reciben miles de toneladas de estos residuos. “La industria de las bebidas recurre a alegaciones de reciclabilidad que, según esta investigación, son demasiado vagas, inexactas o insuficientemente fundamentadas”, critican los consumidores.

BEUC denuncia los lemas comerciales “engañosos” sobre la circularidad de sus productos por parte de los principales envasadores de botellas de agua potable, como Coca-Cola, Danone y Nestlé. Así, suelen aducir que son “100% reciclables”, lo que depende de los procesos de reciclado. Según la OCU, se calcula que la tasa de reciclado de cuerpos de botellas de bebidas de plástico PET es solo del 55% en la Unión Europea, y la posibilidad de que vuelva a convertirse en botella ronda el 30%.

Otro lema problemático es el de “100% reciclado”, ya que implica que la botella está fabricada con materiales reciclados. “La legislación europea deja claro que el tapón y la etiqueta de estas botellas no pueden fabricarse con plástico reciclado, así que decir que es 100% reciclado es publicidad falsa. Pero además, muchas empresas utilizan plástico virgen en el cuerpo de la botella”, apunta Izverniceanu.

Julio Barea, responsable de residuos de Greenpeace —que no ha participado en la denuncia—, señala que el sector genera una contaminación muy importante: “Estimamos que cada día se venden unos 10 millones de botellas de agua en España, en diferentes formatos. Pero apenas el 25% de los envases de plástico que recoge Ecoembes se reciclan en otras botellas. En España la recuperación de plástico es poca y mala, lo que se recupera es de tan mala calidad que no se puede reutilizar. Incluso se tiene que importar de otros países”. Además, “el transporte genera emisiones, algo que no pasa con el agua del grifo”.

Otra de las quejas de los consumidores europeos es el uso de imágenes ecológicas en los envasados: se usan fotografías o dibujos de la naturaleza y logotipos verdes, lo que puede inducir a la idea de la neutralidad ambiental o la circularidad total del plástico, “e incluso pueden dar la impresión de que las botellas tendrían un impacto positivo en el medio ambiente”, apunta la OCU.

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Huella de carbono

El nutricionista Juan Revenga, que ha analizado el sector, señala que “el agua embotellada tiene una gran huella de carbono, porque hay que fabricar el envase, llevarlo a la embotelladora, luego al punto de distribución, después a casa, y luego, en el mejor de los casos, al punto de reciclado, y si no al vertedero. Y pensar que estés haciendo algo bueno para el medio ambiente es absurdo, por mucha etiqueta que lleve la botella”. En su opinión, “el 98,5% de los españoles tenemos disponible en el grifo agua potable, sana y sanitariamente adecuada para beber, por lo que apostar por agua embotellada en plástico es un despropósito. Y eso por no hablar del precio: la media del metro cúbico de agua del grifo en España es 1,91 euros, mientras que en el supermercado pueden ser de 500 a 1.500 euros”.

La denuncia de los consumidores, que también se ha entregado en el Ministerio de Consumo y en los organismos estatales, estima que los mensajes publicitarios no cumplen las normas de la Unión Europea sobre prácticas comerciales desleales. Por ello, piden que las autoridades frenen este tipo de mensajes. “La publicidad agresiva está haciendo que se consuma más esta agua, que no es necesaria, ni está más buena, ni es más sana. Y sobre todo usan publicidad que no es fidedigna, así que inducen a error al consumidor”, resume Izverniceanu, de OCU.

La patronal europea del sector, Natural Mineral Waters Europe (NMWE), ha emitido un comunicado para responder a las acusaciones. “El sector de las bebidas es pionero en la circularidad de los envases y concede gran importancia a una comunicación clara y transparente con el consumidor. La industria sigue normativas reconocidas para diseñar sus botellas de PET para el reciclado y la orientación sobre las declaraciones a los consumidores”, señala. “Todavía pueden hacerse más mejoras para lograr normas armonizadas en la UE a través de futuros reglamentos, como el Reglamento sobre envases y residuos de envases (PPWR) y la Directiva sobre alegaciones ecológicas, y disponer de los mejores facilitadores para cerrar el ciclo y alcanzar todo el potencial de los envases circulares”, añaden.

Mientras, Coca-Cola España explica a EL PAÍS: “Nos preocupamos por el impacto de cada bebida que vendemos y nos comprometemos a hacer crecer nuestro negocio de la forma correcta. Trabajamos para reducir la cantidad de envases de plástico que utilizamos e invertimos para recoger y reciclar el equivalente de los envases que utilizamos”. Además, “en nuestros envases solo comunicamos mensajes que puedan justificarse, y mostramos claramente las cualificaciones pertinentes para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas. Algunos de nuestros envases llevan mensajes para concienciar sobre el reciclaje, como si son reciclables y si están fabricados con contenido reciclado”.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.
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