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Hernán Sandoval: “Las isapres no son necesarias y hay que dar pasos tendientes a terminar con ellas”

Ante la crisis del sistema privado, el padre de la reforma de salud que creó el Plan Auge en 2005 asegura, sin embargo, que no se puede de golpe llevar al 18% de la población a Fonasa

Hernán Sandoval
Hernán Sandoval, médico y consejero de la OMS, en su casa en Santiago (Chile).Sofía Yanjarí
Antonieta de la Fuente

El médico Hernán Sandoval (83 años, Santiago) es el padre de la reforma a la salud en Chile que en 2005 creó el Plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas, conocido como Auge. Es un sistema que cada tres años incorpora nuevas patologías que, por ley, deben ser cubiertas de manera oportuna y otorgando protección financiera a los pacientes. En estos casi 20 años, ya son 87 los problemas de salud que se han incorporado a la canasta, la que se ofrece tanto por el sistema público (Fonasa) como por el privado (gestionado por las isapres, las empresas creadas durante la dictadura y que operan como aseguradoras de salud).

Son justamente estas últimas las que hoy atraviesan un complejo panorama. Dos fallos de la Corte Suprema las obligan a ajustar sus cobros a los criterios establecidos por la Superintendencia de Salud y a rebajar el valor que recaudan por la prima GES, donde se incluyen las 87 enfermedades del Auge. Cumplir las sentencias, aseguran las isapres, las llevará inevitablemente a la quiebra.

En su departamento –un iluminado piso en la comuna de Providencia decorado con cuadros de Premios Nacionales y esculturas de África, continente donde el médico vivió el exilio en dictadura–, el especialista en medicina del trabajo y toxicología clínica de la Universidad La Sorbonne, exembajador chileno en Francia y militante PPD, conversa con EL PAÍS sobre la crisis de la salud privada en Chile. Un problema que el Gobierno de izquierdas de Gabriel Boric intenta resolver a través de una Ley Corta. El médico es partidario de aprovechar la oportunidad para hacer cirugía mayor al sistema.

Pregunta. ¿Cuál es su diagnóstico del problema que enfrenta actualmente al sistema de salud privado en Chile?

Respuesta. Esto es el resultado de una larga historia donde no ha habido un concepto claro de qué son las isapres. Son empresas que nacieron protegidas: se autodeclaran seguros de salud privado, pero no lo son. Son instituciones que nacieron como gestores privados de un seguro social obligatorio. Y no son parte de un sistema de libre competencia, porque están autorizadas para capturar el 7% de las cotizaciones obligatorias de los que reciben un salario o que tienen un ingreso. Y esa captura representa aproximadamente el 70% del ingreso de las isapres. Es una actividad económica protegida que obtiene ganancias solamente del manejo financiero de las cotizaciones para comprar prestaciones.

P. Chile viene hablando de una reforma a las isapres desde hace más de 10 años. Usted lideró una gran reforma a la salud en 2005. ¿Por qué no se incluyó una reforma a este sistema en ese entonces?

R. Junto con la ley del Auge, propusimos que se creara un fondo común entre Fonasa y las isapres para compensar el mayor gasto que tenía Fonasa, porque afiliaba a la población de mayor edad. Y eso fue rechazado por el Senado, fundamentalmente porque significaba poner en común parte de los fondos de la Seguridad Social. En ese tiempo, en el Senado había una mayoría de derechas y los senadores designados que todavía inclinaban la balanza.

P. ¿Cómo evalúa que ha actuado el Gobierno para hacer frente a la actual crisis?

R. El Gobierno creo que está muy limitado en su posibilidad de actuar en este problema. Evidentemente, aquí hay defensa de intereses corporativos, ideológicos y políticos que hacen que la mayor parte o toda la derecha esté muy alineada con los intereses de las isapres, y que difícilmente va a consentir que se haga alguna transformación mayor, sino solamente aquellas que les permitan enfrentar la emergencia y a allegar fondos para que no quiebren.

P. ¿Hacia dónde cree usted que debería apuntar el Gobierno para buscar una solución?

P. Si no hemos hecho una transición ordenada y gradual, es muy difícil tener una respuesta capaz de satisfacer todas las necesidades en una emergencia. Es evidente que hay que buscar alguna salida gradual, sin perjuicio de tratar de implementar medidas que vayan en la dirección, que a mi juicio es necesaria: generar un fondo común solidario con las cotizaciones y que se generen seguros complementarios. Pero competitivos, que no sean las isapres las únicas que hagan esa labor. Que sean los seguros generales, los bancos, las instituciones prestadoras, las grandes clínicas. Y esos seguros complementarios tendrían que estar enmarcados en un plan universal de salud.

P. Las isapres dicen que la sentencia que las obliga a rebajar el valor de la prima GES las llevará a la quiebra en enero. ¿Son sostenibles las isapres como negocios?

R. La prima auge (GES) forma parte del financiamiento regular que ya tienen, en circunstancias que debería ser un financiamiento extraordinario. Cobran una cifra bastante alta, y sin embargo, la utilización por parte de los afiliados a las isapres del Auge es muy baja. Por ese concepto, ellos tienen un excedente que es totalmente arbitrario e injusto.

P. ¿Deberían desaparecer la isapres, a su juicio?

R. A mi juicio, las isapres no son necesarias y hay que dar pasos tendientes a terminar con ellas. No se puede hacer de un día para otro. No se puede llevar al 18% de la población, que son más o menos 3 millones y medio de personas, de un golpe a Fonasa. Es irreal plantearlo así, pero podrían darse pasos en ese sentido.

Hernán Sandoval, durante una entrevista para EL PAÍS, el 3 de enero de 2024.
Hernán Sandoval, durante una entrevista para EL PAÍS, el 3 de enero de 2024.Sofía Yanjarí

“No volvería a votar por Michelle Bachelet”

P. ¿Cómo lo ha hecho la ministra Ximena Aguilera? Algunos hablan de que ha sido muy tibia, otros dicen que está muy sola.

R. La ministra Aguilera ha tenido que enfrentar un problema extraordinariamente complejo y difícil. Cualquier ministro habría tenido dificultades para tomar decisiones, sobre todo porque implican grandes recursos del Estado. Y cualquiera que sea la dirección que tome, afecta a intereses que son muy poderosos. No pienso que haya sido más o menos tibia o más o menos enérgica, creo que ha hecho lo que está en la medida de su posibilidad. Y esto es una decisión colectiva de Gobierno, no del Ministerio de Salud por todas las implicaciones que tiene.

P. ¿Se ha juntado usted con ella?

R. No, no he conversado. Sí me he juntado con ella en algunos eventos, la he visto. Nos conocemos hace mucho tiempo y hemos hecho algunos trabajos juntos [la ministra trabajó en la formulación de los objetivos nacionales de salud en la discusión del Auge], pero durante su periodo como ministra yo no he sido ni consejero, ni nada de eso.

P. ¿Y cuál es su opinión del presidente Boric?

R. Un oso panda, simpático (se ríe). Creo que ha tenido que darse muchas vueltas. Y le ha costado. Pero, evidentemente, es un hombre de gran cultura, sensibilidad y que se da cuenta que tiene que cambiar alguno de sus planteamientos y opiniones, porque el ejercicio del poder no es tan fácil como ellos creían que era.

P. Volvamos a la época en que usted era secretario ejecutivo de la Comisión para la Reforma a la Salud. Michelle Bachelet era ministra de Salud y ustedes no tenían una relación fluida.

R. Yo era una persona que estaba allí con una relación directa con el presidente de la República [es íntimo amigo del expresidente Ricardo Lagos, que gobernó entre 2000-2006]. A todos los ministros, en el fondo, por muy gentiles que fueran, les incomodaba, porque se suponía que lo único que yo quería era ser ministro.

P. Le pregunto por ella porque ronda mucho últimamente la posibilidad de que vuelva a ser candidata a la Presidencia.

R. Yo voté dos veces por ella, pero no sé si votaría una tercera vez. Michelle ha sido la primera ministra de Salud mujer, la primera ministra mujer de Defensa y la primera mujer presidenta, dos veces. Pero también es la primera que le entregó dos veces el Gobierno a la derecha. Y considero que sus mandatos fueron políticamente deficientes. Ojalá surjan otros u otras líderes que sean capaces de enfrentar a la derecha, que representa un peligro cierto, sobre todo, con el fenómeno Milei y el apetito que se le ha despertado a la extrema derecha que va a tratar de repetir el fenómeno argentino.

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Antonieta de la Fuente
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en negocios y economía. Ha trabajado en los principales medios escritos del país, como 'Qué Pasa', 'La Tercera', 'Diario Financiero', 'La Segunda' y 'Revista Capital' de la que fue editora general entre 2013 y 2019.
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