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La derecha conservadora chilena busca poner restricciones al aborto en la nueva propuesta de Constitución

El Partido Republicano de José Antonio Kast, que tiene 22 de los 50 escaños en el Consejo Constitucional, había manifestado que buscaba una carta magna de mayorías

Republicanos en el Consejo Constitucional
La bancada del Partido Republicano durante la ceremonia de Instalación del Consejo Constitucional en la sede del Congreso de Santiago, el 7 de junio.Sofía Yanjarí
Ana María Sanhueza

El Partido Republicano, de la derecha conservadora, que controla el Consejo Constitucional que redactará la propuesta de carta fundamental de Chile, ha revelado las primeras propuestas que la instalará en el nuevo texto: entre ellas, poner restricciones a la interrupción del embarazo. En un país donde el aborto solo se permite en tres supuestos desde 2017 —tras estar penalizado totalmente desde finales de la dictadura―, la fuerza de extrema derecha lo adelantó a través de uno de sus principales líderes, el consejero Luis Silva. “Sí, ese es uno de los silencios constitucionales”, dijo al ser consultado por el diario El Mercurio en una entrevista publicada el fin de semana. “Hay un espacio para robustecer la protección del que está por nacer. Hay muchas maneras para hacerlo, por ejemplo, declarando, como hace la Convención Americana de los Derechos Humanos, que todo ser humano es persona. Ese es un tratado vigente en Chile, no es ninguna innovación en ese sentido”, agregó Silva, experto constitucionalista.

Lo mismo ha dicho la presidenta del órgano constituyente, Beatriz Hevia, que, en el diario La Tercera, aseguró: “Vamos a plantear una robusta protección a la vida del que está por nacer. Ese es un tema relevante para nosotros”, dijo la abogada republicana.

El 7 de mayo, tras su triunfo en las urnas, en la elección del Consejo Constitucional, José Antonio Kast, líder de esta fuerza política y dos veces candidato a La Moneda, aseguró que los republicanos trabajarían por una propuesta de carta magna que no sería partisana. “Esperamos que la nueva propuesta deje conforme a la mayoría de los chilenos, no a la mayoría del Partido Republicano”, aseguró Kast hace dos meses.

Los planteamientos de Silva y Hevia han abierto un debate en Chile. La presidenta del PPD, partido moderado que forma parte del oficialismo, Natalia Piergentili, aseguró: “Quiero decir como mujer que durante toda su campaña [el consejero Silva] señaló que la despenalización del aborto en tres causales no iba a ser un tema en el que se iban a inmiscuir. Y resulta que ahora sí lo están haciendo. Le quiero decir: cumpla su palabra, porque si no yo puedo decir con todas sus letras que mintió en su campaña”.

Este martes 18, los consejeros republicanos se refirieron nuevamente a las enmiendas que presentaron, las que deben ser votadas dentro del Consejo Constitucional, donde tienen mayoría. Uno de ellos, María de los Ángeles López, dijo a radio Bio Bío que “los republicamos defendemos la vida del que está por nacer” y agregó que presentaron “una propuesta robusta” pues “queremos que se defienda y se respete que todo ser humano es persona”.

La Constitución actual chilena dice que “la ley protege la vida del que está por nacer”, mientras que el anteproyecto propuesto por la Comisión Experta es mucho más general, pues deja abierta la discusión sobre el aborto al debate legislativo y solo señala en su artículo 16 lo siguiente: “El derecho a la vida. Se prohíbe la pena de muerte”.

En el caso de Republicanos, al mencionar que todo ser es humano es persona, como dijo la consejera López, podría tener implicancias en una posible restricción al derecho aborto, pues abre el debate en torno desde qué momento se es persona. Una discusión que Chile tuvo en 2017, el año es que se aprobó la ley que estableció tres causales para la interrupción del embarazo: peligro de vida de la madre, malformación fetal y violación.

Luis Silva fue consultado hoy acerca de si la indicación de su partido podría tener efecto en la ley de aborto tres causales. Insistió en que el afán de republicanos está en “la protección de la vida del que está por nacer”. “Sin embargo, el efecto que eso puede tener respecto de leyes vigentes, es un asunto que no depende del proceso constitucional y, por el contrario, está entregado a los tribunales de justicia”.

Las enmiendas de republicanos han tenido diversas reacciones en Chile. Verónica Undurraga, de centro la izquierda moderada, y quien fue presidenta de la Comisión Experta, dijo en una entrevista a radio Cooperativa que, cuando trabajaron la propuesta de texto “hicimos un esfuerzo muy grande desde los comisionados republicanos hasta los comisionados comunistas para que solo quedaran en el anteproyecto normas que permitieran de alguna manera establecer las reglas para tomar decisiones en el futuro en aquellos temas que nos dividen”. Y recordó que, entre los temas que entonces los dividían, estaba la protección de la vida del que está por nacer. “Hay quienes creen que hay que proteger la vida del que está por nacer con una ley de prohibición del aborto, hay quienes creemos que se protege la vida del que está por nacer con las mujeres y no amenazándolas con una penalización de la interrupción voluntaria del embarazo, y que no podemos retroceder en eso porque ya avanzamos”, señaló.

El Partido Republicano, además, ha propuesto varias normas que son distintas a las que contiene el borrador actual, que es de carácter moderado, y que fue elaborado entre marzo y junio por una Comisión Experta. Incluso, varias tienen un carácter más conservador que la Constitución vigente, que nació en 1980 en la dictadura de Augusto Pinochet, reformada fuertemente en democracia. Por ejemplo, restituir el quórum de 2/3 para reformar la carta magna (que hace cuesta arriba hacerle modificaciones); que la Constitución predomine por sobre los tratados internacionales, y bajar el número de diputados de 155 a 132 (en Chile se había hecho una reforma anterior para incrementar de 120 a 155 los parlamentarios). También, eliminar la norma sobre la paridad transitoria, que se haría efectiva solo en las dos próximas elecciones de haber una nueva ley de leyes, y restituir el control preventivo de las leyes del Tribunal Constitucional (eso implica que una minoría puede recurrir durante la tramitación de una ley).

Después de asumir el 7 de mayo pasado, recién ahora los convencionales han podido presentar enmiendas al borrador de la comisión experta, que no es un texto vinculante, pero sí una base de trabajo. Es precisamente la etapa en la que los republicanos, la derecha tradicional y los partidos del oficialismo, han revelado sus primeras cartas.

El Partido Republicano, que tiene 22 de los 50 escaños en el Consejo transparentó, además, que busca garantizar la propiedad y heredabilidad de los ahorros de las pensiones, la libertad en la elección en salud entre sistema privado y público, derecho preferente de los padres para elegir la educación de sus hijos y agregar un capítulo para las Fuerzas Armadas al texto. Una postura a la que también su sumó la derecha tradicional chilena, que tiene once escaños en el órgano.

El plazo para que todas las fuerzas políticas con representación en el órgano constituyente presentaran sus enmiendas al texto que propuso la Comisión Experta venció ayer la medianoche de Chile (seis de la mañana en España peninsular). Por ello, el debate se abrió de forma oficial este martes 18.

En cualquier caso, la jugada del Partido Republicano apuntaría a elevar sus exigencias en estas horas de definiciones, para luego poder tener mayor espacio de negociación. Es una estrategia que busca hacer gestos a su electorado fiel con posiciones abiertamente conservadoras, como su oposición al matrimonio de personas del mismo sexo y la adopción homoparental. La consejera Hevia ha señalado en las últimas horas: “Yo quiero dejar tranquilo al Consejo y a la sociedad. No hay una puerta cerrada a discutir estos temas. Es una propuesta”, aseguró la abogada, junto con hacer un llamamiento a desdramatizar las enmiendas.

Chile vive su segundo proceso constitucional después del fracaso de la Convención Constitucional en el plebiscito de septiembre de 2022, cuando un 62% de la ciudadanía rechazó una propuesta que elaboró una mayoría independiente de colectivos de izquierda y que cambiaba profundamente la institucionalidad del país. Tras ese fiasco comenzó esta segunda etapa que finalizará con un nuevo texto que será plebiscitado en diciembre.

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Sobre la firma

Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.

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