La muerte de cuatro bebés por virus respiratorios desata una pugna política en Chile

La ministra de Salud chilena, Ximena Aguilera, ha informado este jueves que cuatro menores de edad han muerto por enfermedades respiratorias en el país sudamericano. La noticia llega tras conocerse que dos bebés afectados por el virus respiratorio sincitial (VRS) han muerto la última semana esperando una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica, lo que ha conmocionado a la sociedad chilena y ha desatado un alud de críticas por parte de la oposición a las autoridades sanitarias del Gobierno de Gabriel Boric.

El fin de la fase aguda de la pandemia provocó un adelanto de la temporada invernal de enfermedades, especialmente del VRS y la influenza, que impactan con fuerza a los niños. “A pesar de que era esperado, estamos frente a uno de los mayores brotes de virus sincicial que hayamos visto respecto a los años precedentes”, sostuvo la ministra Aguilera, aclarando que es un virus para el cual no hay vacuna por lo que los esfuerzos se concentran en fortalecer la red de salud pública. Además, Chile está con Alerta Sanitaria, incluyendo los virus respiratorios invernales, desde marzo de este año, cuando se adecúo el calendario escolar a las características de la enfermedad.

En un sistema sanitario con serios problemas de infraestructura y enormes brechas de acceso -económicas y demográficas-, el panorama hospitalario es complejo. En 11 de los 29 servicios de salud estatales distribuidos por el país, el 100% de las camas UCI están ocupadas. El Sistema Nacional de Servicios de Salud (SNSS) está formado por establecimientos que pueden depender directamente del Servicio de Salud estatal, de las municipalidades, o establecimientos públicos o privados que se suscriben a un convenio para prestar servicios.

A nivel nacional, el 94% de las camas UCI pediátricas del sistema público y privado están siendo utilizadas. Para hacer frente a esta problemática, el Ministerio de Salud (Minsal) destinó en mayo recursos extraordinarios para ampliar las camas destinadas a menores en situación crítica y reconvertir las de adultos a infantiles. La jefa de la División de Gestión de la Red Asistencial, la doctora Fabiola Jaramillo, informó este jueves que en el sector público se han reconvertido 110 camas (un alza del 59,1%), mientras que en el privado solo 13 (un alza del 10,6%). En total, existen 431 camas UCI pediátricas habilitadas en Chile.

“Hay aproximadamente 1.200 niños hospitalizados o con requerimiento de hospitalización. De estos, diariamente se mueven aproximadamente entre 120 y 200 niños en las distintas urgencias y en los distintos niveles de complejidad”, explicó Jaramillo. El pasado mayo, 105 menores de edad fueron trasladados a diferentes centros de salud para ser atendidos.

Este martes, una bebé de dos meses llamada Mía, afectada por una pulmonía, murió en un colapsado Hospital de San Antonio, en la Región de Valparaíso. Debido a que no había camas pediátricas, la pequeña tenía que ser trasladada a otro servicio de salud y la única opción era un hospital en Arica, a más de 2.000 kilómetros. “El cuadro era muy grave y aunque hubiese habido una posibilidad de traslado, era difícil que hubiera sobrevivido”, sostuvo la ministra Aguilera, provocando críticas transversales. El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ofició al Minsal para conocer las medidas adoptadas por el centro de salud antes y después del fallecimiento de la bebé, la tasa de mortalidad por el virus sincicial en los últimos 5 años, entre otros detalles.

A raíz del caso en San Antonio, unos padres dieron a conocer que el pasado 2 de junio su bebé de dos meses murió con la misma enfermedad que Mía en el Hospital de Quilpué, en la misma región de Valparaíso. En este caso se gestionó una cama UCI en San Felipe 12 horas después de ser hospitalizada. La bebé sufrió dos paros cardíacos mientras esperaba la ambulancia y falleció. Las tragedias han provocado duras críticas hacia la gestión del Minsal y desde la derecha, la diputada por Valparaíso, Camila Flores, está trabajando en la creación de una comisión investigadora para que los responsables administrativos den cuenta en el Congreso de lo sucedido.

El exministro de Salud Jaime Mañalich, quien lideró la cartera al comienzo de la pandemia en la Administración de Sebastián Piñera, ha dicho que el país enfrenta “el brote más violento, epidémico, de virus respiratorio sincicial de que se tenga noticia en la historia sanitaria” y ha proyectado alarmantes cifras de muertes en los próximos seis meses. Los datos que maneja el doctor Mañalich, sin embargo, han sido desestimados por el actual Gobierno.

El propio Piñera se ha pronunciado sobre el complejo panorama sanitario. “Dada la gravedad de la crisis provocada por virus respiratorios y la muy lamentable muerte de dos infantes que no pudieron recibir el tratamiento necesario, el equipo médico que enfrentó la pandemia del coronavirus durante nuestro Gobierno está totalmente disponible a colaborar”, escribió en Twitter. La ministra Aguilera ha respondido esta mañana que están abiertos a recibir a los expertos en la materia para trabajar en conjunto en un plan de acción.

Sobre las posibles peticiones de responsabilidades contra las autoridades sanitarias del Gobierno de Boric, el exministro Mañalich puso paños fríos: “Lo menos que se necesita ahora es peticiones de renuncia o acusaciones constitucionales contra autoridades de salud. ¡¡¡¡Hay que trabajar rápido!!!”, dijo en referencia a los procesos de destitución.

Para evitar que el virus se siga expandiendo, las autoridades han solicitado que los padres no lleven a los menores, especialmente los bebés, a recintos aglomerados y que usen mascarillas. “El ideal en estos periodos es que se mantengan en un relativo aislamiento y, sobre todo, de todas las personas que tengan síntomas de enfermedades respiratorias”, advirtió la ministra Aguilera.