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Muere Cecilia Heyder, la activista que buscaba legalizar la eutanasia en Chile

Ha fallecido a los 56 años tras sufrir complicaciones por un agresivo cáncer. En 2021, pidió al Congreso una “muerte digna” para los enfermos terminales

Sebastián Dote
La activista Cecilia Heyder, en una imagen de archivo.
La activista Cecilia Heyder, en una imagen de archivo.Luis Hidalgo (AP)

La muerte de una reconocida activista política y social reabrió el intenso debate por la legalización de la eutanasia en Chile. Cecilia Verónica Heyder, una mujer que sufría un agresivo cáncer, falleció a los 56 años tras pedir al Congreso avanzar en una propuesta que permita la llamada “muerte digna” para los pacientes terminales. La iniciativa está estancada en el parlamento chileno, sin mayores posibilidades de una discusión rápida.

El deceso de Heyder fue anunciado por su familia a través de redes sociales. En un tuit, su hija aseguró: “Siempre mantendremos en memoria y espíritu su ser luchador y perseverante”. La noticia fue comentada por figuras políticas y sociales, que conocieron su caso y respaldaron su pedido ante las autoridades.

La situación de las personas que padecen condiciones médicas irreversibles es un tema no resuelto. Mientras otros países de la región como Colombia abrieron de manera definitiva la posibilidad de permitir el procedimiento con ciertas condiciones, Chile sigue paralizado en una discusión que reflota periódicamente con casos como este. En 2015 la sociedad chilena se conmovió con el mensaje de Valentina Maureira, una niña de 14 años que padecía fibrosis quística, quien solicitó a la entonces presidenta Michelle Bachelet (2014-2018) autorizar la aplicación de una inyección para quedar “dormida para siempre”.

Hija de militar asesinado en la dictadura

Cecilia Heyder era hija del general del Ejército Osvaldo Federico Heyder Goycolea, un militar que en junio de 1975, durante la dictadura, fue encontrado muerto por heridas de bala en el interior de su automóvil, en la ciudad de Pencahue, en el centro sur de Chile. Las circunstancias del deceso no fueron esclarecidas, aunque la mujer creía que su padre había sido atacado por agentes del propio régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) debido a su rechazo a las condiciones en las que se encontraban los presos políticos. A partir de su historia personal se transformó en una defensora de los derechos humanos, abrazando las causas de la izquierda política.

Cecilia Heyder en su casa en Santiago (Chile).
Cecilia Heyder en su casa en Santiago (Chile).Esteban Felix (AP)

La activista padecía cáncer desde hace más de tres décadas. Su nombre se hizo conocido públicamente en 2014, cuando consiguió que se autorizara el ingreso al país de Sativex, un medicamento compuesto por marihuana que resultaba efectivo para controlar el dolor. “En 1986 tuve cáncer de útero, en 1987 de cuerdas vocales, en el 2008 lupus y en 2011 cáncer de mamas. Ya no quiero más estudios ni someterme a más tratamientos invasivos”, señaló en una entrevista al semanario The Clinic.

Su condición empeoró luego que se le detectara un trastorno a la sangre que impedía la coagulación. Debido a este problema debía evitar golpes, rasguños y heridas, ya que podrían agravar su estado. Su movilidad se redujo de manera paulatina, avanzando a un estado irreversible, según sus propias declaraciones.

La lucha judicial

Ante esta situación, y al quedar desahuciada, Heyder decidió iniciar una lucha legal para obtener cuidados paliativos y conseguir una muerte digna. En octubre de 2021, presentó una querella en contra del entonces ministro de Salud, Enrique Paris, a quien acusó de no brindarle los métodos de cuidados domiciliarios necesarios ante la negativa a la eutanasia. Un poco antes, la activista había ingresado un recurso ante la Corte de Apelaciones de Santiago, en donde se revisó su traslado a casa desde el Hospital San José, donde estaba internada.

Cecilia Heyder durante una entrevista en un parque de Santiago.
Cecilia Heyder durante una entrevista en un parque de Santiago.Esteban Felix (AP)

El pedido al Congreso chileno

La compleja situación de la mujer reinstaló el debate parlamentario sobre la eutanasia. Uno de los principales impulsores a la autorización de procedimientos de muerte digna fue el diputado liberal Vlado Mirosevic, quien en 2014 presentó un proyecto sobre este tema, que recién en 2021 logró pasar su primera etapa al ser aprobado por la Cámara Baja. Desde entonces la idea ha permanecido en el congelador en el Senado.

El fin de la vida para los enfermos terminales, bajo su expresa solicitud, ha sido un tema tabú dentro de la sociedad chilena. Sectores conservadores —algunos con representación parlamentaria— han rechazado dar pasos en este sentido. En este contexto, la activista escribió una carta directa a los senadores, a quienes llamó a dejar de lado los “prejuicios moralistas y las creencias religiosas” y que se “apiaden” de quienes necesitan acceder al buen morir.

El diputado Mirosevic recordó a Heyder y mencionó que ella empujó el avance de la moción por la muerte digna, incluso estando en su lecho de enferma. “En homenaje a ella espero que el proyecto de eutanasia se transforme en ley en 2023. Creo que los pacientes, por una cuestión humanitaria, compasiva, tienen derecho a decidir voluntariamente cuándo partir”, dijo el liberal, quien en actualidad ejerce como presidente de la Cámara Baja. Por ahora, el Senado no ha entregado señales de querer reactivar el debate, por lo que el tema seguirá pendiente en los escritorios de la sede legislativa chilena.

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Sobre la firma

Sebastián Dote
Es encargado de redes sociales y SEO de la edición chilena de EL PAÍS. Es licenciado en Comunicación Social de la Universidad Santo Tomás de Chile. Trabajó en medios regionales de 'El Mercurio' y en el diario digital 'El Dínamo'.

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