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La nueva Guardia Urbana mantiene a los antidisturbios pese a las promesas de Colau

El nuevo modelo policial pretende aumentar la presencia de mujeres en el cuerpo aunque no hay ninguna con el rango de intendente mayor

Alfonso L. Congostrina
Presentación de la nueva estructura de mando de la Guardia Urbana.
Presentación de la nueva estructura de mando de la Guardia Urbana.Joan Sánchez

Ada Colau llegó a la alcaldía de Barcelona en 2015 con la promesa de disolver a los antidisturbios de la Guardia Urbana. La consigna era que los agentes ni realizan funciones de orden público ni actúan como antidisturbios. Ayer, el nuevo jefe del cuerpo, el intendente mayor Pedro Velázquez, presentó el renovado modelo del cuerpo y repitió las mismas ideas. Pese a todo, la unidad antidisturbios sigue existiendo (con otro nombre) y en noviembre desalojó la acampada independentista en plaza Universitat.

La coalición de gobierno, formada tras las elecciones del pasado mayo entre BComú y el PSC, decidió poner en manos de los socialistas —y en concreto del teniente de alcalde, Albert Batlle— la dirección del cuerpo. Nada más tomar posesión, Batlle (elegido en las listas del PSC, pero que milita en Units per Avançar) se enfrentó a una crisis de seguridad en verano seguida de las protestas por la sentencia del procés. El 20 de noviembre, la Unidad de Refuerzo de Emergencia y Proximidad (UREP) del cuerpo —equipada con instrumentos propios de los antidisturbios— desalojó la acampada de plaza Universitat. El operativo fue dirigido por Batlle y el entonces intendente mayor Evelio Vázquez.

Vilaró, el exjefe del cuerpo, vuelve con el PSC

La nueva estructura coloca como número dos a un viejo conocido: el intendente mayor Xavier Vilaró. Fue jefe del cuerpo de 2004 a 2011 (con los alcaldes Joan Clos y Jordi Hereu); destituido cuando Xavier Trias llegó al poder y trasladado al Museo Picasso como jefe de seguridad. En junio de 2008, Vilaró denunció haber sido herido (le extirparon el bazo) por el impacto de una pelota de goma disparada por los Mossos en los actos de celebración de la Eurocopa. Regresó al cuerpo en enero de 2019. Con las políticas de seguridad en manos del PSC, tendrá el cargo de adjunto a la prefactura con funciones de representación.

Los antidisturbios que iba a eliminar BComú, el partido de Colau, no realizaban un operativo similar desde el desalojo en 2011 del campamento del 15-M de plaza de Catalunya. A mediados de diciembre, Colau relevó a Vázquez por el intendente mayor Pedro Velázquez, que fue ayer el encargado junto con Batlle y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, de presentar el nuevo modelo del cuerpo.

Pese a que las directrices indican que la Urbana no tiene funciones de orden público ni antidisturbios, la UREP continúa trabajando equipada con ropa e instrumentos similares a las unidades de Brimo y Arro, los antidisturbios de los Mossos. El nuevo modelo mantiene, además, la unidad montada (a caballo) que Colau también quiso eliminar.

El nuevo modelo prioriza el patrullaje. A partir de marzo, todos los agentes serán liberados de los trabajos administrativos. “La policía tiene que hacer de policía”, dijo Batlle. La iniciativa permitirá que un centenar de agentes regresen a la calle; el personal administrativo y técnico (no uniformado) reemplazará a los policías en las labores burocráticas.

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Collboni anunció la puesta en marcha de la campaña Somos mujeres, somos urbanas con la que el Ayuntamiento pretende promover la incorporación de más mujeres al cuerpo; ahora son solo el 13% de los agentes. “El objetivo ideal sería conseguir la paridad, que el 50% de agentes fueran mujeres, aunque lo razonable es marcarse que en un futuro cercano sean al menos el 30%”, destacó.

La gerente del Área de Seguridad, Maite Casado, destacó que además de buscar la paridad también se trabaja en la formación en igualdad y perspectiva de género. Este discurso se hizo ante los principales mandos de la Guardia Urbana, todos ellos hombres y la mayoría de más de 50 años. En la actual estructura de mandos no hay ninguna intendenta mayor y solo figuran dos intendentas. Una de ellas será la encargada de la asesoría de perspectiva de género y la otra es la responsable de la unidad territorial de Sarrià-Sant Gervasi.

Los candidatos a policía podrán llevar tatuajes y sumará saber inglés

El Ayuntamiento de Barcelona ya ha presentado la convocatoria de las 282 nuevas plazas de agente de la Guardia Urbana que se cubrirán este año. Unas oposiciones abiertas a todas las personas que tengan nacionalidad española y edad comprendida entre los 18 años y la “edad de jubilación forzosa”. La convocatoria presenta novedades en cuando a la flexibilización de los requisitos. De hecho, el anuncio sobre el nuevo examen llega semanas después de que se hiciera público que el 88% de los candidatos que se presentaron a la última convocatoria no superaron la prueba de cultura general. De 3.903 candidatos, 3.426 naufragaron.

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, destacó ayer que hasta ahora las pruebas culturales consistían en un cuestionario de preguntas tipo test de cultura general y actualidad política, económica, social y cultural. El mismo examen que derivó en una plaga de suspensos en la anterior edición. La nueva oposición será similar, aunque las preguntas serán sobre “noticias publicadas en medios de comunicación con una antigüedad de menos de seis meses”.

Además, habrá un examen voluntario de lengua inglesa, de nivel B2, que permitirá mejorar hasta en cinco puntos la nota final de la oposición. “Con el examen de inglés abrimos el camino a futuras incorporaciones de otros idiomas que se utilizan en Barcelona, como el árabe o el urdu”, resaltó Collboni.

En la nueva convocatoria se elimina la altura como requisito de acceso al cuerpo de la Guardia Urbana. Además, se flexibilizará el criterio sobre los tatuajes y los nuevos policías podrán llevarlos siempre y cuando las creaciones sobre la piel de los agentes no lleven dibujos o inscripciones que sean “contrarios a los principios, valores y competencias establecidos en el código de ética de la Policía de Cataluña”.

Collboni aseguró que la voluntad del Ayuntamiento es hacer que la Guardia Urbana sea un cuerpo de proximidad en una ciudad global. “Vamos por buen camino, hemos cogido el toro por los cuernos”, destacó el primer teniente de alcalde.

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