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ERC cuestiona el reparto entre 21 empresas de las motos compartidas en Barcelona

Los republicanos consideran que la fragmentación puede revertir en un peor servicio

Ernest Maragall, en una comparecencia pública.
Ernest Maragall, en una comparecencia pública.

El grupo de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona puso ayer en duda la decisión del Consistorio de dividir entre 21 empresas las 6.958 licencias para prestar el servicio de motos compartidas en la ciudad y lamentó de que ello “acabe perjudicando” al usuario. A las licencias para motocicletas y ciclomotores se añaden las 3.975 licencias para bicicletas de uso compartido, que se repartirán entre diez sociedades.

El grupo republicano, encabezado por Ernest Maragall, considera que la decisión del gobierno genera una “excesiva fragmentación” que puede tener claras consecuencias sobre el servicio que reciben los usuarios. Con el criterio de licitación que ha empleado ahora el ayuntamiento, ERC considera que se da “una circunstancia que puede afectar a la calidad del servicio, la disponibilidad de los vehículos y la comodidad de los usuarios”. 

El concejal republicano Max Zañartu indica también que la concesión a varias empresas puede derivar en que los usuarios tengan que utilizar un gran número de aplicaciones diferentes para acceder a una moto, por lo que propone que una sola plataforma permita la contratación del servicio.

En un principio, según las condiciones impuestas por el Gobierno municipal, las concesionarias contarán con las licencias asignadas ahora por un periodo de tres años, ampliable A un ejercicio más en función de lo que decida el propio Ayuntamiento. Las compañías pagarán 71,51 euros al año por cada una de las licencias que explote, lo que generará unos ingresos a las arcas municipales de cerca de medio millón de euros. Todas las motocicletas tendrán que estar geolocalizadas, de modo que si una de ellas está mal aparcada, la compañía propietaria tendrá que reubicarla en un margen de 24 horas. Asimismo, los operadores no podrán concentrar más del 50% de sus motos en el centro de Barcelona durante un periodo que rebase las dos horas.

Resuelto el concurso de las motos y bicicletas compartidas, el Ayuntamiento tendrá que asumir ahora la preparación del concurso de los coches compartidos, en el que los operadores están muy interesados por la buena acogida que ese servicio está teniendo en las grandes ciudades, como Madrid.

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