Vídeos y huellas para aclarar el misterio de la granada soviética

Fue el perro de la Unidad Canina de la Policía Nacional el que disparó las alertas. Al olfatear el pasado miércoles el extraño artefacto cilíndrico de color negro que había aparecido en el jardín del centro de menores de Hortaleza, junto a una bolsa de plástico, el animal se sentó. Esa es la señal con la que los perros adiestrados en detección de explosivos indican que en el objeto hay un rastro, por mínimo que sea, de explosivo. Poco después, los especialistas en desactivación (Tedax) de la Policía procedían a realizar una voladura controlada de lo que resultó ser una granada RG-42, un modelo de los años cuarenta de fabricación soviética que hasta hace relativamente poco han utilizado los ejércitos de algunos países del antiguo bloque del este. Los investigadores creen que la granada era, en realidad, una reproducción reciente para coleccionistas.

Los restos del artefacto recogidos por los expertos policiales tras la detonación han sido analizados a fondo para recopilar indicios que permitan identificar a la persona que lanzó la granada al centro de menores. Los primeros estudios revelan que la misma nunca pudo haber estallado porque le faltaba un elemento clave, la espoleta; además de contener una cantidad mínima de explosivo, casi testimonial, que fue lo que provocó la reacción del perro policial. Por todo ello, fuentes cercanas a la investigación insistían ayer en interpretar la aparición del artefacto más como "una advertencia" hacia los menores y trabajadores del centro que como un ataque que buscase provocar daños.

La policía también analiza al detalle la bolsa de plástico que apareció junto a la granada y que contenía clavos y tornillos. En ella, los agentes buscan algún tipo de huellas, ya sean dactilares o restos biológicos, de la persona que lo manipuló para facilitar su identificación. Lo mismo se está haciendo con las grabaciones de las cámaras de videovigilancia tanto del centro de menores como de otros establecimientos cercanos.

Fuentes cercanas a la investigación señalan que a la hora a la en que supuestamente se produjo el lanzamiento de la granada, antes de que amaneciera, dificulta la obtención de imágenes nítidas del autor. La policía también ha revisado el registro de entradas al centro por si el artefacto hubiera sido depositado en el centro desde dentro.