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La patronal catalana a Torra: “No condenar la barbarie y no evitarla es una grave irresponsabilidad”

El presidente de la Generalitat da plantón a los empresarios y al Gobierno por una cuestión protocolaria

Dani Cordero
Sanchez-Llibre y representantes del Gobierno central miran a Aragonès y Calvet en el acto de Foment.
Sanchez-Llibre y representantes del Gobierno central miran a Aragonès y Calvet en el acto de Foment.MASSIMILIANO MINOCRI

El presidente de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, elevó ayer el tono de su discurso y criticó duramente al Ejecutivo de Quim Torra por la posición que ha mantenido ante los altercados vividos en Cataluña en las últimas semanas, una vez conocida la sentencia del procés. “No condenar la barbarie y no evitarla es una grave irresponsabilidad del Govern”, le acusó el ahora empresario, durante años diputado por Unió, que afirmó que el derecho de reunión y manifestación “no ampara provocar la barbarie”.

Sus palabras no fueron escuchadas en directo por Torra. Pese a que inicialmente tenía intención de acudir al acto convocado por la patronal catalana para entregar los premios Carles Ferrer Salat, el president evitó al final acudir y excusó su ausencia aludiendo a una supuesta cuestión de protocolo. Culpó al Gobierno de Pedro Sánchez de obligar a Foment a que la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, pasara por delante suyo, al concederle el turno final de los discursos políticos, según explicaron fuentes de su gabinete.

En lugar de Torra acudió su vicepresidente económico, Pere Aragonès. También asistieron otros tres consejeros de la Generalitat —Àngels Chacón, Chakir El-Homrani y Damià Calvet—, quienes sí tuvieron que escuchar de viva voz el tirón de orejas del presidente de Foment por la posición mantenida por su Ejecutivo las últimas semanas. Aragonès tomó distancia de Torra y negó la posibilidad de evitar un acto como el que ayer brindaba la patronal. Desde allí llamó de nuevo a recuperar la denominada declaración de Pedralbes tejida hace un año entre el Gobierno central y la Generalitat, aunque poco después abandonada. “Podemos recuperar aquel camino”, dijo Aragonès, quien asumió que hacerlo requerirá de “la generosidad de todos”.

Aunque el vicepresidente de la Generalitat dijo que la actual situación es todavía más compleja que la de hace un año, no mencionó las protestas de las últimas semanas, uno de los ejes del discurso del presidente de Fomento. Sánchez Llibre llegó incluso a preguntarse de forma retórica por la “responsabilidad” que todo el mundo está teniendo en unas protestas que, denunció, están afectando a la economía catalana y al prestigio de la ciudad de Barcelona y de Cataluña. “Querer perjudicar la economía, como afirman los protagonistas de esta barbarie, necesita de una respuesta rápida y eficiente de las autoridades”, lanzó, ante lo que denominó “actos violentos y coacciones”.

La cúpula de Fomento del Trabajo sigue sosteniendo que hay tiempo para resolver el conflicto político existente en Cataluña, cuya resolución Sánchez Llibre fía a “la negociación, la transacción y el acuerdo”.

Además de cargar contra el Govern por su actuación durante los disturbios posteriores a la sentencia del procés, el líder de la patronal también reprochó la incapacidad del Ejecutivo central —y del catalán— de llegar a acuerdos. “Ha pasado un año y no hemos avanzado nada. La política continúa estancada en ella misma sin poner luces largas y atender al interés general”, reprochó.

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Sí tuvo buenas aunque matizadas palabras para el anuncio de PSOE y Unidas Podemos de crear un Gobierno de coalición tras las elecciones del pasado 10 de noviembre, del que dijo que es una buena noticia “desde la perspectiva de la responsabilidad”.

A continuación, reclamó estabilidad, moderación y rigor a sus responsables y, sobre todo, el cierre de un programa de Gobierno en el que se plasmen sus intenciones. Y avisó de los efectos negativos de una posible subida de impuestos para aumentar la recaudación de la Administración: “Más presión fiscal sería un error y un freno al progreso”, advirtió, a la vez que demandaba no poner freno a las reformas iniciadas, como podría ser la laboral. La ministra Calviño destacó que ese acuerdo para un Gobierno de coalición muestra el compromiso de dotar a España de “estabilidad política y serenidad social” con “posturas constructivas”.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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