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“La ropa usada es para gente con gusto”

Toni Martín regenta una tienda de ropa de segunda mano, aunque algún día le gustaría hacer sus propios diseños

Toni M. Alonso, creador de Johnny and Velvet, una tienda de ropa de segunda mano.
Toni M. Alonso, creador de Johnny and Velvet, una tienda de ropa de segunda mano. JENIFER SANTARÉN

El estado de ánimo de Toni Martín (Bogotá, 35 años) se mide en los estampados de su camisa, su prenda fetiche. Toda la ropa que lleva es reciclada y proviene de los enormes percheros que sobresalen de las paredes de Johnny and Velvet, la tienda de segunda mano que abrió en 2017 en la calle de Embajadores, 42. El nombre es un homenaje a sus dos galgos. Llegó al mundillo por pasión. De pequeño, en Algeciras, vivía rodeado de objetos de época y eso le llamaba la atención. Aún recuerda el vestido que llevaba su madre mientras le observaba haciendo la cama y cómo le cantaba Ay, corazón, de José Luis Perales. Toni es todo nostalgia.

¿Qué diferencia hay entre segunda mano y vintage?

La ropa de segunda mano puede ser cualquiera que haya tenido uso. La vintage debe tener una antigüedad de 15 años y menos de un siglo, pero puede que ni siquiera haya tenido uso. Parece mentira, pero los años noventa ya son vintage.

¿Cuándo llega a Madrid?

La primera tienda aparece en los noventa en Lavapiés: Pepita Is Dead. Fue la que nos abrió la puerta a los demás, aunque mi primer local lo tuve en Barcelona.

¿Dónde consigues la ropa?

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En Holanda y Alemania fundamentalmente. También hay cosas en España. Aquí hemos tenido muy buenos fabricantes como Pepe Pardo. Hago selección de lo que quiero tener en la tienda.

¿Qué ventajas tiene comprar estas prendas?

Es economía circular. Utilizar ropa de segunda mano es una opción, así que aún no disminuye la producción nueva, pero ayuda a colaborar con el reciclaje y la sostenibilidad del planeta.

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En contra de lo que se piensa, son tejidos buenos y hay un gran equilibrio entre calidad y precio. Otra ventaja es que son prendas únicas. No hay repeticiones, lo que te convierte en exclusivo.

¿Y qué inconvenientes?

Es una ropa que tiene su tiempo y, por tanto, un desgaste. Además, no todo el mundo se siente identificado con ella.

Hay mucho reticente…

Hay gente muy alejada de lo que significa realmente el término segunda mano. Muchos piensan que no merecen vestirse con una prenda que ya se ha puesto otra persona.

¿Falta educación?

Lo que falta es información. Mucha gente piensa que si una prenda es de segunda mano no tiene valor. También hay quien arregla su ropa cuando antes la desechaba.

¿A qué se debe?

La crisis nos concienció. Fue como golpearse contra el suelo: hace daño, pero aprendes.

¿La ropa usada es para pobres?

La ropa usada es para gente con gusto. Es un mito que la compre personas con menos recursos. Tengo clientes de todo tipo y edades, la mayoría mujeres.

¿Cuánto cuesta?

Los precios varían. Dentro del sector hay comercios con precios elevados y otros más asequibles. Yo trato de mantener un equilibrio para que esté al alcance de cualquier bolsillo.

¿Le compran muchos famosos?

Sí, fundamentalmente actores. Es gente con mucha cultura porque están continuamente trabajando con personas diferentes, de otros lugares.

¿Qué papel tienen las redes sociales?

Es una publicidad muy importante. No se les puede obviar. Hay que hacer uso de ellas. El otro día una cantante subió una foto con uno de mis vestidos y me comenzaron a seguir cientos de personas.

¿Se vive un boom en el sector?

Es un mercado que cada día tiene más implantación. Antes, los productos vintage estaban recluidos en guetos, pero ahora crecemos a otros barrios. Esto es posible porque cada vez hay más gente que investiga sobre este estilo.

¿Qué es el estilo?

Lo que nos define.

¿Y cuál es el estilo de Madrid?

Madrid no conserva nada de su pasado, pero tampoco está pendiente del futuro. Vive el presente. Hay barrios que sí cuentan con un estilo, como Lavapiés, que es vanguardista, cosmopolita y moderno. Otros lugares lo tuvieron, como Malasaña. Siento que el vintage empieza a impregnar la ciudad.

¿Teme que sea una moda pasajera?

El vintage ha llegado para quedarse. Las nuevas generaciones son un punto importante de consumo. Hay muchos jóvenes a los que les gusta y eso garantiza que siga.

¿Qué le gustaría ser de mayor?

Me gustaría diseñar mi propia ropa.

¿Qué momento vive la moda española?

Uno de los mejores. Están apareciendo diseñadores muy buenos y cada vez tienen más voz. Por suerte están introduciendo el vintage. Muchas de sus inspiraciones vienen de diseñadores de los años cincuenta y sesenta. La década de los ochenta también tiene un peso muy importante.

La vida del emprendedor

En los últimos cuatro años, el número de autónomos en la Comunidad de Madrid ha aumentado un 8,4% y alcanza ya los 403.000 afiliados. Toni Martín es uno de ellos. Abre su tienda de martes a domingo y aprovecha el lunes, su día de descanso, para organizar el local y realizar pedidos. En su opinión los emprendedores están "muy desamparados", por lo que pide un empujón. "Detrás de nuestros locales hay mucho cariño y cerrar es muy doloroso".

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