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Adif prevé afectaciones “tremendas” en verano por el Corredor Mediterráneo

Su presidenta avisa que las obras traerán momentos “muy negativos”

Marc Rovira
Euromed de la línea Barcelona-Valencia.
Euromed de la línea Barcelona-Valencia.Josep Lluis Sellart

Las largamente esperadas obras del Corredor Mediterráneo van a provocar penalidades a los usuarios del servicio de Rodalies. Adif tiene previsto cortar este verano la línea R4 entre Castellbisbal y Martorell y los contratiempos se pueden trasladar, también, a la línea R8. La afectación será total en los accesos a Barcelona por el Alt Penedès y el Baix Llobregat y la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, anticipa consecuencias “tremendas” para el tráfico ferroviario.

La instalación de once kilómetros de tercer carril ferroviario en Castellbisbal para coser un tramo del Corredor del Mediterráneo entre Barcelona y Valencia va a suponer un caro peaje para el tráfico de Rodalies. Las obras, que tienen una duración programada de 18 meses y un presupuesto de 64 millones de euros, están previstas para este verano y van a obligar a limitar la circulación de los trenes de mercancías y de pasajeros por uno de los principales ramales de acceso a Barcelona.

Según Renfe, el tráfico que pasa por esa zona es de unos 1.500 trenes a la semana, de los que más de 1.100 son del servicio de Rodalies. En concreto, la principal afectación la va a sufrir la maltrecha R4, la línea donde dos personas murieron en un plazo de tres meses víctimas de accidentes ferroviarios. Adif tiene previsto cortar la circulación en esta línea y es previsible que las afectaciones también salpiquen a la R8. Adif alega que va a tratar de concentrar las incidencias durante el verano, aprovechando el descenso de usuarios.

Según informó este martes en un acto organizado en Barcelona por Expansión la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, la intención es generar los “mínimos impactos negativos”, pero admite que se darán afectaciones “tremendas” durante varias semanas. Los trabajos comportarán tener que condicionar un túnel que lleva años en desuso, por donde circularán los trenes mientras en los tramos habituales se lleven a cabo las obras. Al adjudicar la obra, Adif ya informó que los trabajos presentan “una elevada complejidad técnica”.

El tercer carril entre Castellbisbal y Martorell es una de las obras pendientes del Corredor y de las que acumula más retraso. Según antiguas promesas de Fomento, en 2015 ya debería haber estado operativo.

Isabel Pardo de Vera insistió ayer en la idea que estas obras son una de “las más complicadas” que tiene en marcha ahora mismo Adif. En cualquier caso, garantizó que los trabajos tendrán lugar con “el acuerdo de todos” y que los cortes a la circulación serán “temporales”, puesto que si se alargaran en el tiempo perderían la cuota de tráfico ferroviario actual y sería necesario captarlo de nuevo.

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