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El asesino del Pozo se entregará cuando vuelva la calma al barrio, asegura el patriarca

Una decena de puestos del mercadillo de Entrevías se quedan vacíos para evitar conflictos y mantener la calma

F. Javier Barroso
Dos policías municipales delante de un puesto vacío en el mercadillo de Entrevías, este domingo.
Dos policías municipales delante de un puesto vacío en el mercadillo de Entrevías, este domingo.F. J. B.

El asesino de Francisco Doctor Cortés, de 63 años, muerto el domingo 17 de marzo tras recibir una cuchillada en el cuello en el Pozo del Tío Raimundo, se entregará a la policía cuando regrese la paz al barrio y se acaben todos los ataques que está sufriendo la familia, conocidos como Los Visita. Así lo afirmó este domingo el patriarca del clan gitano, Rafael Lozano, de 80 años, que ordenó a los allegados del autor que no montaran los puestos en el mercadillo de Entrevías para evitar enfrentamientos y no perjudicar al resto de comerciantes.

Rafael Lozano viste de traje oscuro con chaleco. Lleva un sombrero gris y un bastón en el que se apoya al caminar. También representa la autoridad. Habla despacio, con una voz bastante ronca. No quiere salir en los medios de comunicación, pero afirma que en la última semana se han vertido muchas mentiras contra los integrantes de su etnia que viven en el Pozo del Tío Raimundo (Puente de Vallecas). “Los Visita son gente buena, que se dedica toda la vida a la venta de fruta y verdura en mercadillos. Son trabajadores y no se han metido en líos”, asegura con un tono tranquilo.

Lozano da una versión muy distinta de la del resto del barrio y mantiene que Los Visita no han causado mayores problemas que el resto de personas que viven en el Pozo. “Son gente de ley, que no han cometido nunca ningún delito. Algunos incluso son ya pastores de la Iglesia Evangélica. Recibieron de su madre, Visitación, una educación muy estricta. Les levantaba a primera hora y les enseñó el oficio”, mantiene el patriarca.

El máximo responsable de los gitanos en Vallecas asegura que desconoce el paradero del supuesto autor de la cuchillada que mató a Francisco Doctor. Todo el barrio apunta a que se trata de un hombre apodado Yaki. “Y aunque lo supiera, tampoco se lo diría. Mucha gente de su familia tampoco lo sabe. Ahora bien, cuando todo esto se calme y cuando las cosas vuelvan a estar como antes, se entregará a la policía. Eso lo puedo asegurar yo ahora”, afirma Lozano. Sin embargo, no quiere dar ni una fecha ni el lugar en el que lo hará. La Policía Nacional dijo el pasado miércoles que la detención iba a ser “inminente”.

Lozano tampoco sabe qué familiares de Los Visita se marcharán del Pozo, como ha pedido Francisco, el hijo pequeño del asesinado. “Algunos se tendrán que ir, pero no todos. No es lógico que se marche toda la familia porque no todos están implicados”, añade. Los Visita son 11 hermanos (nueve hombres y dos mujeres). Lo que sí apunta el patriarca es que, de las dos viviendas que tienen justo enfrente y al lado de la casa de la víctima —en la calle de Esteban Carros—, alguna seguirá siendo utilizada por familiares de Los Visita. Una de las viviendas amaneció este domingo con nuevas pintadas en las que se leía “cobardes” y “miseria”.

Uno de los lugares en los que se temía un posible enfrentamiento entre el colectivo vecinal y Los Visita es el mercadillo de venta ambulante de Entrevías, que se celebró ayer y en el que la familia tiene tres puestos. El patriarca se puso en contacto con otros integrantes del colectivo gitano y les dijo que no acudieran este domingo. Por ese motivo, cerca de una de una decena de puestos se quedaron vacantes. Algunos eran más significativos porque eran dobles. “Les he llamado y les he dicho que no vengan, que pierdan este día, pero que tienen suficientes medios como para soportarlo y que esto es lo que toca hoy [por este domingo]”, añade Lozano.

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Mercadillo tranquilo

El mercadillo de Entrevías se desarrolló con tranquilidad. Los vendedores comenzaron a montar sus puestos a las siete de la mañana y desde esa hora ya se notaban las ausencias. Hubo un fuerte dispositivo de la Policía Municipal, con agentes de uniforme y de paisano, pero no fue necesaria su intervención en ningún momento. De hecho, había hasta refuerzos de la Unidad de Apoyo a la Seguridad (UAS), una especie de antidisturbios del cuerpo.

El patriarca también ha hecho un llamamiento a la calma: “Esta familia es gente normal. Han podido causar algún problema por ruidos o por hacer alguna barbacoa en la calle, pero nada más. Cuando ha pasado algo, yo mismo he bajado y le he puesto solución”. Lozano tiene previsto mantener una reunión mañana martes en la Asamblea de Madrid para tratar el problema del Pozo. Ha pedido que vaya el comisario de la Policía Nacional para que explique que Los Visita no son delincuentes, “como se ha dicho por ahí”, según afirma.

"Jamás han traficado con droga"

El patriarca del colectivo gitano, Rafael Lozano, se muestra enfadado por el tratamiento que ha recibido la familia de Los Visita en la última semana. “Jamás han traficado con droga, como se ha dicho muchas veces. Esta gente se levanta a las cuatro de la mañana para comprar la fruta y montar sus puestos”, afirma molesto Lozano. “¿Qué me digan a mí cuantas entradas y registros ha hecho la policía en sus casas? Ninguno. El resto es mentira”, concluye.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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