Novedades de la nueva ordenanza que cambiará la forma de moverse en Madrid
El Ayuntamiento de la capital reduce la velocidad a 30 kilómetros por hora en el 80% de sus calles
Este viernes se aprueba la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, una norma que, cuando entre en vigor (tras su publicación en el BOCM, que suele tardar entre 5 y 15 días) va a cambiar la forma en que los ciudadanos se relacionan con el espacio público de Madrid. Entre otras novedades, todas las calles de un carril o de un carril por sentido quedarán limitadas a 30 kilómetros por hora, las motos no podrán aparcar en aceras de menos de tres metros de ancho ni cerca de los pasos de peatones —para favorecer a los caminantes—, mientras que las bicis podrán girar a la derecha con el semáforo en rojo siempre que esté expresamente indicado. Además, la norma —que todavía podría sufrir alguna modificación este viernes— incluye que, a partir del próximo 23 de noviembre, se ponga en marcha Madrid Central, el área de tráfico restringido que ocupa la mayor parte del distrito de Centro y que solo permitirá acceder a la zona a residentes y transporte público, además de algunas excepciones. Estas son las novedades de la normativa.
Nuevos límites de velocidad
El Ayuntamiento de la capital reducirá la velocidad a 30 kilómetros por hora en todas las calles de un único carril y de un carril por sentido, y a 20 por hora en los barrios con plataforma única (con aceras al mismo nivel que la calzada), como los céntricos Lavapiés o Chueca. La limitación a 30 por hora en estas vías afectará al 80% de las calles de la ciudad —no solo del centro— y al 85% de la longitud de todas las calles. Solo quedan excluidas la M-30, la M-40 y las vías de alta capacidad de acceso a la capital. Esta medida, recomendada por la DGT, busca reducir los atropellos mortales y aumentar la seguridad vial.
Fuente: Ayuntamiento de Madrid. EL PAÍS
Más posibilidades para peatones
El espíritu de la norma busca facilitar la movilidad sostenible, es decir, a pie y en bicicleta. Por eso, en las calles 20, delimitadas con una señal residencial, los vehículos deberán ir a 20 por hora y los peatones tienen prioridad sobre los vehículos. Es el caso del barrio de la Guindalera. Según el Consistorio, esta regulación ya está recogida en el catálogo de señales de Fomento y en el Reglamento General de Circulación. Además, la norma abre la puerta a aumentar el número de puntos de control denominados foto-rojos, es decir, semáforos con cámaras. Y se podrán declarar, con carácter temporal o permanente, determinadas aceras, calles y espacios públicos como “espacios de especial protección para el peatón”, donde no podrán aparcar bicis ni motos. Por último, como caso excepcional, en las zonas 30 señalizadas como tales los viandantes podrán atravesar la calzada por cualquier parte, aunque deberán cerciorarse previamente de que pueden hacerlo sin riesgo ni entorpeciendo la circulación. No hay que confundir estas zonas 30, muy específicas y circunscritas a ciertas zonas del centro, con las calles limitadas a 30 por hora, que son muchas más.
Bicicletas
Quienes se mueven en bici, la otra pata de la movilidad sostenible, podrán girar a la derecha con el semáforo en rojo, siempre que esta maniobra esté señalizada. Además, se permitirá la circulación en sentido contrario en calles residenciales, es decir, aquellas con velocidad de 20 kilómetros por hora o inferior, así como en las ciclocalles. Esto será así de forma general, salvo cuando exista señalización que lo prohíba. Además, la reducción general a 30 por hora en las calles de un carril (que se convierten en ciclocarriles) también pretende favorecer la coexistencia entre las bicis y los vehículos a motor. Por último, los ciclistas podrán atar su bicicleta a elementos de mobiliario urbano, lo que actualmente estaba prohibido, siempre que no entorpezcan a los peatones.
Motocicletas y ciclomotores
Hasta ahora, las motos aparcaban en las aceras sin cortapisas. La nueva ordenanza pretende cambiar esta costumbre: ya no podrán hacerlo en aceras de menos de tres metros de ancho, y tampoco a menos de cinco metros de un paso de peatones. Además, los motoristas deberán respetar una distancia mínima de dos metros a los pavimentos tacto-visuales colocados en vados peatonales y paradas de transporte público. Por otro lado, el Ayuntamiento ha duplicado el espacio dedicado en superficie al aparcamiento de motocicletas en el distrito de Centro, que ha pasado de los 1.276 metros lineales en calzada a 2.693.
Patines y patinetes sin motor
Los patines y patinetes sin motor, monopatines o aparatos similares sin propulsión motorizada podrán transitar por las aceras y demás zonas peatonales a una velocidad adaptada al paso de persona, evitando en todo momento causar molestias o crear peligro y nunca tendrán prioridad respecto de los peatones. También podrán moverse por carriles bici protegidos o no, aceras-bici, sendas ciclables, pistas-bici y ciclocalles exclusivas para la circulación de bicicletas, además de por aquellos itinerarios en los que esté permitida la circulación de bicicletas en los parques públicos (nunca por zonas ajardinadas). Cuando se trate de sendas compartidas por el peatón, la velocidad máxima de circulación será de cinco kilómetros por hora.
Patinetes a motor
Los patinetes a motor y demás vehículos de movilidad personal (VMU) ya no podrán ir por las aceras ni espacios peatonales. Sí podrán circular, en cambio, por ciclocalles, carriles bici protegidos y pistas bici, además de por las calzadas de calles residenciales limitadas a 20 km/h. Los grupos municipales de PSOE y Ahora Madrid han acordado este viernes una modificación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible que equipara los patinetes eléctricos a las bicicletas y les permitirá circular por todas las calles limitadas a 30 kilómetros por hora, es decir, el 80% de las calles de la capital cuando entre en vigor la norma. La decisión, aprobada en el pleno del Ayuntamiento de Madrid de este viernes, supone cambiar la norma propuesta —que hasta entonces limitaba el uso de estos vehículos a parques y carriles bici— por una legislación más favorable a los usuarios de estos vehículos de movilidad personal (VMU).
Tráfico restringido en Madrid Central
Sin lugar a dudas, lo más novedoso de la ordenanza es Madrid Central, el área de tráfico restringido que se aplicará en la mayor parte del distrito de Centro a partir del 23 de noviembre.
Fuente: Ayuntamiento de Madrid. EL PAÍS
Los vehículos de los residentes podrán entrar a toda el área, pero solo podrán aparcar en la calle en su barrio, ya que todas las plazas en la zona son verdes. Los vecinos, además, podrán invitar a vehículos de no residentes a visitarlos ocasionalmente. Además, podrán acceder a la zona coches de no residentes con etiqueta ambiental CERO y ECO; los que tengan etiquetas B o C solo podrán entrar para aparcar en un garaje privado o aparcamiento público. No podrán entrar los que no tengan etiqueta ambiental (los más antiguos). También podrán acceder los vehículos de personas con movilidad reducida, ambulancias y servicios públicos, taxis y VTC, además de profesionales que trabajen en el centro (el horario de carga y descarga es de 8.00 a 13.00). Todas las motos con etiqueta ambiental podrán acceder, mientras que las de etiqueta B y C, con horario restringido: solo de 7.00 a 22.00 (salvo que vayan a un parking). Además, los vehículos eléctricos, tanto particulares como de alquiler (Car2go, Emov, Ecooltra, etcétera) tienen permitido el acceso y el aparcamiento. Los propietarios o arrendatarios de plaza de garaje también podrán entrar aunque su coche sea viejo.
Hoy estoy muy feliz como madrileña por la aprobación de la nueva ordenanza de movilidad. Feliz por una apuesta valiente conscientes de que teníamos que elegir y lo hemos hecho bien. Hemos elegido salud frente a contaminación. Hemos elegido, en definitiva, un Madrid mejor.
— Manuela Carmena (@ManuelaCarmena) October 5, 2018
Transporte público
Como alternativa a los coches en el centro, el Ayuntamiento recomienda acceder al centro en transporte público, para lo que recuerda que hay 60 líneas de autobuses de la EMT que pasan por el centro, seis líneas de metro y ocho de cercanías (con paradas en Sol, Atocha, Embajadores y Recoletos). Además, pueden se puede llegar en taxi, VTC (como Uber y Cabify) y en bicicleta y en las bicis públicas de Bicimad (hay 57 estaciones).
Etiquetas ambientales
Sin etiqueta: coches de gasolina matriculados antes de 2000 y diésel anteriores a 2006. Etiqueta B: coches de gasolina de entre 2000 y 2006 y diésel de 2006 a 2013. Etiqueta C: de gasolina posteriores a 2006 y de gasóleo posteriores a 2014. Eco: los híbridos en general. Cero: los eléctricos o los híbridos con una autonomía de más de 40 kilómetros. La etiqueta ambiental se puede obtener simplemente yendo a una oficina de correos, dando la matrícula del vehículo y pagando cinco euros a cambio de la pegatina que indica la eficiencia energética del vehículo.
Fuente: DGT y RACE. EL PAÍS
Multas y control de accesos en el centro
El 23 de noviembre, Madrid Central empezará con un control manual e informativo de accesos. En una segunda fase, comenzará a controlarse por cámaras (que ya se están colocando) con un periodo mínimo de dos meses en los que se enviarán cartas informativas con la infracción cometida para avisar a aquellos que estén accediendo a sin permiso. Las multas por entrar sin permiso a esta área, que incluye la Gran Vía, serán de 90 euros.
Perímetro restringido
El perímetro de Madrid Central lo marcan las calles de Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta y Génova, plaza de Colón, paseos de Recoletos y del Prado, plaza del Emperador Carlos V, rondas de Atocha, Valencia, Toledo y Segovia, cuesta de la Vega, calles Mayor y Bailén, plaza de España, y calles Princesa y Serrano Jover. Por estas calles podrán circular todos los vehículos, mientras que el área interior (de 472 hectáreas) quedará restringido. El Ayuntamiento estima que así se evitarán un 40% de las emisiones de dióxido de nitrógeno.
Vehículos contaminantes
Según la DGT, a fecha del 1 de diciembre de 2017 (fecha del último anuario) había 4.746.526 vehículos registrados en la Comunidad de Madrid, de los cuales en torno a 1,8 millones no tienen distintivo ambiental por sus altas emisiones. Esto supone alrededor del 38% total del parque móvil de la región, si bien el Ayuntamiento reduce el parque circulante afectado al 17%, que son los que realmente suelen circular por esta área. Son estos los vehículos que no podrán acceder al centro salvo que vayan a un aparcamiento público, y en ningún caso a partir de 2020. Tampoco podrán acceder a una plaza de garaje a partir de esta fecha. Los residentes podrán seguir aparcando sus coches más antiguos hasta 2025.
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