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Los Juegos Mediterráneos de Tarragona solo vendieron un 15% de las entradas

El comité organizador admite el pinchazo pero presume de "números verdes"

Marc Rovira
Las gradas vacías en una competición de voley playa en los Juegos Mediterráneos.
Las gradas vacías en una competición de voley playa en los Juegos Mediterráneos.JESÚS DIGES (EFE)

La venta de entradas para los Juegos Mediterráneos naufragó: apenas se despacharon 28.490, un 15% de las casi 200.000 previstas. Se cerraron menos patrocinios de los esperados y las audiencias televisivas sucumbieron al poderoso Mundial de fútbol. Sin embargo, el evento va a dejar dinero en Tarragona. Así lo asegura el comité organizador de una competición que estuvo plagada de incidencias, empezando por la necesidad de posponerla un año, y que no logró desprenderse la etiqueta del infortunio. El saldo final arroja un superávit de 152.659 euros, logrados, dicen los organizadores, gracias a la "austeridad" aplicada a la cita.

Javier Villamayor, concejal comisionado de los Juegos, y Víctor Sánchez, su director ejecutivo, fueron, este miércoles, los encargados de presentar el balance económico de un acontecimiento que, pese a lograr la mayor participación de la historia, ha estado abonado al descrédito y siempre rodeado de controversia. A la presentación de las cifras también fue convocado Pau Pérez, responsable del área de Economía en el Ayuntamiento de Tarragona, pero no estaba Josep Fèlix Ballesteros. El alcalde ostenta la presidencia del Comité Organizador de los Juegos."Los números son excelentes", presumió Javier Villamayor, pese a reconocer que la venta de entradas quedó muy por debajo de las 200.000 previstas inicialmente.

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La organización ha tardado tres meses en facilitar los datos de entradas, para terminar admitiendo que no se superaron los 29.000 tiques. En concreto, se despacharon 28.490 billetes, lo que generó una recaudación de casi 520.000 euros. La realidad choca con las previsiones ya que se esperaba que el interés del público por ver en directo las distintas pruebas ayudara a recaudar más de un millón y medio de euros. Aparte de las ceremonias de inauguración y clausura, que acumulan la mayoría de abonos vendidos, el sensible interés por las competiciones se centró en el atletismo, 2.900 entradas, en la gimnasia artística, en el fútbol y en la natación, donde competía el estandarte de los Juegos: Mireia Belmonte. Según las cuentas, "hechas con mucho rigor", aseguran los organizadores, la partida de ingresos suma 27,2 millones de euros. La mitad del dinero proviene de empresas que, en forma de patrocinio o de donación, ambas formas generaban beneficios fiscales, contribuyeron a llenar la caja de los Juegos Mediterráneos.

Las subvenciones aportaron otra buena cantidad de dinero, 12,4 millones de euros, siendo la Administración Central del Estado la que aportó más fondos: 7,5 millones, muy por encima de los 2 millones de la UE, de los 1,4 millones de la Generalitat y del medio millón que abona el Ayuntamiento. "Son números en verde", enfatizó Villamayor, quien insistió en que la "máxima austeridad" y una "política conservadora de gasto" han sido las líneas maestras de la cita, ambas claves para hacer cuadrar las cuentas. "Partíamos con la mitad de presupuesto que otras ediciones", detalla el comité organizador.

Además de los 27 millones del presupuesto operativo, los Juegos de Tarragona han dejado una inversión de 67 millones de euros en equipamientos deportivos, donde destacan el palacio de deportes, con capacidad para 5.0000 personas, y la piscina olímpica. "Ha costado sangre, sudor y lágrimas", enfatizó Víctor Sánchez, quien apuntó que el agitado clima político que se respira en Cataluña pudo provocar que el foco de atención se desviara del terreno de juego hacia la tribuna. Fue el caso de la ceremonia inaugural, donde el president Quim Torra coincidió por primera vez en público con el Rey y con Pedro Sánchez. Posteriormente, ya con la competición arrancada, fueron otros sucesos los que despertaron la curiosidad del público, como cuando deportistas franceses entonaron "la marsellesa" en el pódium porque no funcionaba la megafonía o cuando Mireia Belmonte tuvo que hacer entrega de las medallas a sus rivales por un fallo de protocolo.

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En Almería 2005, cuatro veces más de público

El comité organizador de los Juegos de Tarragona gusta de compararse con Almería, que organizó los mismos Juegos en el 2005 y que gozó de una partida de gastos tres veces superior a la de Tarragona. Javier Villamayor apuntó que, frente a los 520.000 euros embolsados en entradas en Tarragona, "Almería logró recaudar un millón de euros". Villamayor no hizo referencia al precio al que se vendieron las entradas en la cita andaluza hace 13 años, ni al aforo total que logró aquella competición. En el libro "Incidencia social de los Juegos Mediterráneos", editado por la Universidad de Almería, se revela que la cifra total de asistencia alcanzó los 135.594 espectadores

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