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El fiscal pide 20 años para cada uno de los narcos que asesinaron a una cliente

Apuñalaron 36 veces a la víctima, de origen dominicano, que les compraba cocaína

Fotografía de la mujer que apareció muerta en A Pobra en junio de 2015.
Fotografía de la mujer que apareció muerta en A Pobra en junio de 2015.

Un tribunal popular juzgará a partir de este martes a una pareja de narcotraficantes de A Pobra do Caramiñal, acusados de asesinar brutalmente en junio de 2015 a una mujer a la que habitualmente le vendían cocaína. El fiscal sostiene que ambos actuaron con ensañamiento, en base al informe forense que detalla las 36 puñaladas que presentaba el cadáver de Yulissa A.P., de 39 años, de origen dominicano y que ejercía la prostitución en Ribeira.

Los acusados del asesinato y ocultación del cuerpo en una finca de difícil acceso, M.A.C. y V.L.M., con antecedentes por distribución de estupefacientes en la ría de Arousa, se enfrentan a una condena de 20 años de cárcel. La Fiscalía de Santiago, en sus conclusiones provisionales, sostiene que ambos cómplices se pusieron de acuerdo para perpetrar el crimen en la mañana del día 7 de junio del 2015, en una finca sita en Pobra do Caramiñal, y con una arma blanca le causaron graves heridas incisas a la mujer en la cabeza y torso superior, hasta que provocarle un shock hipovolémico, con gran pérdida de sangre.

Pareja detenida en relación con el crimen de A Pobra.
Pareja detenida en relación con el crimen de A Pobra.

Según el relato de los hechos que desgrana el fiscal en su escrito de acusación, la mañana del asesinato, la acusada M.A. fue a recoger en su coche a la víctima al bar de Ribeira donde esta trabajaba, y juntas abandonaron el local para quedar luego con el presunto cómplice del asesinato, V.L. Los tres se dirigieron hacia las nueve de la mañana a una finca propiedad de la madre de la acusada, y donde, ese mismo día por la tarde, un vecino descubrió el cadáver cuando regaba su huerto.

Para el Ministerio Público, los indicios de la investigación se consideran concluyentes para situar a los acusados en el escenario del crimen. Así, por ejemplo, el tráfico de repetidores móviles analizado por la policía y el análisis de las telecomunicaciones del móvil de la víctima y de los acusados les sitúan a todos ellos en la misma zona de influencia.

Incide la fiscalía en que los acusados se dedicaban a la venta de drogas al menudeo y en la entrada y registro llevada a cabo por la policía en el domicilio de la mujer, fueron hallados varios envoltorios de cocaína, balanzas de precisión, mortero, cuchillos, varias tarjetas de memoria de móviles (todos ellos útiles destinados al tráfico), así como una pistola con cartuchos con la cual ya habían amenazado a varios clientes por deudas de droga.

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También se ha podido probar que la víctima compraba a los acusados cocaína y, de hecho, fue hallada una bolsita con esta sustancia dentro del sujetador cuando fue descubierto su cadáver. La muerte de Yulissa, según los informes forenses por autopsia practicada, “se produjo entre las 8 y las 12 horas del día 7 de junio, por shock hipovolémico como consecuencia de hemorragia externa e interna derivada de las heridas infringidas por los acusados”:

Aunque el arma del crimen no apareció, las heridas que presentaba el cuerpo “tienen su origen en un arma blanca provista de filo y punta, ya sea cuchillo, puñal, navaja, estilete o similar, causándole así un sufrimiento y agonía lentos y prolongados hasta sobrevenirle la muerte a causa del shock”, señala el informe de la autopsia. Además de la pena de prisión, el Ministerio Fiscal solicita que los acusados indemnicen a los familiares de la víctima con 110.000 euros

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